Por Silvina Baldino
“Cocina para sentir”. Así se presenta ART. en las redes sociales, el nuevo espacio gastronómico de Gonnet que acaba de abrir sus puertas de la mano de una arquitecta vinculada al rubro gastro que soñó con tener un espacio en su barrio con propuestas para cualquier momento del día donde, además, se respire arte.
“Art es un lugar ara vivir una experiencia en todo sentido, desde lo visual hasta lo gustativo y bien gonnetense”, cuenta Rosana Jarosz, la creadora de este proyecto. Y es que ART es un emprendimiento familiar que se inició en pandemia con la apertura de “La Sorbetiere” en formato ventanita. “Mi vínculo con La Sorbetiere tiene que ver con el diseño de sus locales” cuenta la arquitecta. “Los dueños de la fábrica de helados, con 40 años de historia en la ciudad, me habían convocado para trabajar en la apertura de sus sucursales. Y después de un tiempo quise abrir mi propio local de La Sorbetiere porque me había enamorado de la marca”.
En 2020 la familia adquiere la propiedad de Camino Centenario y comienza el desafío: convertir esa oscura esquina donde funcionaba un lubricentro en un refugio ameno para un momento gastro. Y el proyecto se pensó en etapas. Primero se montó la heladería, en formato despacho con su ventanita sobre la calle 503 con cremas heladas artesanales y de calidad premium que supo conquistar a los vecinos. El proyecto final se pensó como un espacio relacionado con la gastronomía en su totalidad, donde el arte tenga protagonismo.
“Art es un refugio de barrio donde vas a encontrar la calma. Un lugar que brinda una experiencia diferenciada en cada momento del día; desde el ambiente mágico hasta los platos“, cuenta su dueña. “Poder ir a tomarse un café, y al mismo tiempo disfrutar del arte ya sea con los cuadros o con los libros que tenemos en nuestra pequeña biblioteca; disfrutar de un almuerzo fresco, o simplemente tomar un helado”.
En el corazón de Gonnet, sobre Camino Centenario, un a enorme estructura vidriada llama la atención de los transeúntes. Y de alguna manera llegó para completar este mini polo gastro que se armó en la cuadra. “Ahora hay 4 lugares en la misma cuadra con propuestas bien diferenciadas: la clásica Trattoría para la familia con chicos, el nuevo restaurante de carnes (“Torino”), una cervecería y ahora nosotros con esta propuesta con platos coloridos y frescos”, dice Rosana.
ART es un local con ojos de arquitecta, y a la que le apasiona la buena gastronomía. “Yo vivo muy cerca y desde hace años que quería algo localista, desde la gastronomía generar un espacio relacionado con el arte, con la impronta gonnetense. Tenemos la estación de trenes enfrente, mucha arboleda en las calles, grupos de mujeres que buscan un lugar ameno para ir a charlar y comer rico, muchos artistas de la zona que buscan un espacio para mostrar su obra”. Con esta idea se origina ART.
Paredes de ladrillos a la vista, mucho vidrio que dejan ver el espacio exterior, cortinas que ayudan a la acústica así como los muebles, en su mayoría reciclados y que fueron recolectando. En el salón se ven las vigas de metal con perfiles doble T, unas columnas redondas a las que se les quiso conservar el óxido pero con una pátina para que no manche, la mezcla de maderas, mesas de petiribí, los colores de los tapizados, un pequeño mural de mosaiquismo con hexagonales que son la identidad de la marca.
“Tenemos un espacio integrado al exterior pensando en lo que Gonnet ofrece, por eso la construcción con una doble altura y todo vidriado, para que integrar el entorno”. La arquitecta puso especial atención en el aislamiento acústico del lugar, ya que si bien Gonnet es de mucho verde y calma, ART está montado en una esquina transitada.
“Incorporamos muchos elementos reciclados porque siempre me gustaron; creo que tiene mucho que ver con el gusto de las mujeres”, dice la propietaria. “En ART hay objetos que te traen un recuerdo, que tienen que ver con la historia, aunque todo con una estética moderna, y alegre, me gusta intervenirlas y darle un toque de revival, la mezcla de texturas y colores”. Pisos de pinotea, calcáreos y cemento alisado.
Al entrar, la escultura de un caballo impacta y da pie a la esencia del lugar: un espacio donde se respira arte. “Mi hija Martina hizo esta escultura con el tronco de un árbol. La comenzó hace 5 años y para terminarla contó con la ayuda de un artista especialista en tallado de madera”, confiesa Rosana. La obra lleva la firma de Mariano Rómulo y Martina Lugones. Las paredes del salón con cuadros de artistas locales, en este caso de un amigo de la casa: Sebastián Guerrini con su obra “Energías”. Porque la propuesta es que haya muestras rotativas y que las obras de artistas locales puedan circular.
La heladería conectada con el salón a través de una ventana. Una barra cafetera con una heladera – mostrador repleto de delicias. Para la puesta en marcha de la cocina se convocó a Sebastián “Manacha” Di Lorenzo. “Si bien teníamos en mente la propuesta que queríamos, Manacha fue quien armó la carta definitiva con una impronta”, cuenta Rosana. Encontramos una propuesta diferenciada los mediodías y las noches.
La carta de día cuenta con una variedad de Sandwiches con panes a elección, ensaladas, wraps y crepes. Para la cena, opciones de tapeo y platos sugerencias de la casa. Entre los Platitos encontramos langostinos en panko, tequeños, croquetas de vegetales, y la clásica tortilla con alioli y romesco. En las sugerencias de la casa, se destacan platos como Tagliatta (bife de chorizo macerado con papas rústicas, parmesano y reducción de frutos rojos); Berenjenas a la parmigiana, Croquetón de pesca blanca; Albóndigas de cerdo con humus de remolacha y salsa teriyaki. También están presentes los crepes y las ensaladas.
“Siempre creí que La Sorbetiere tiene que estar apoyado con una propuesta acorde a su calidad de los productos. Sobre esta idea nacieron gustos nuevos exclusivos del lugar: Chocolate Patagónico (con frambuesas y moras), Choco Art (choco blanco con dulce de leche), Coco Argentino (con dulce de leche) y uno de agua: Frutos Andinos (frambuesas, mora y arándanos)”, detalla Rosana. Asimismo, la carta de postres de ART está vinculado con la heladería: hay waffles con helados y brownies con helado, “porque siempre tuvimos la idea de incorporar helado al menú”.
La pastelería es uno de los fuertes del lugar. En el mostrador encontramos clásicos como Cheesecake NY Style, Carrot Cake, Torta Mousse Oreo, Fey Lime Pie y especiales como la Tarta Franui. Todo muy tentador.
Para beber, una selección de vinos (por botella o por copa), cerveza artesanal Larsen cuya fábrica está a pocos metros de ART, la linea de sidras Ualauken, y bebidas sin alcohol como aguas saborizadas y gaseosas. Además, una carta de coctelería con clásicos y de autor.
“Art es un lugar para vivir una experiencia en todo sentido, desde lo visual hasta lo gustativo y bien gonnetense. Una propuesta en la que se combina gastronomía y arte, donde cada detalle ha sido pensado para la esencia del lugar y provocar nuevas sensaciones”, concluye.
El próximo viernes hay inauguración de la muestra de Sebastián Guerrini, diseñador en comunicación visual. A las 19.30 el artista estará brindando una charla en el marco de la presentación de su muestra “Energías”, una serie de pinturas inspiradas en la historia de Art.
Para una tercera etapa del proyecto está planeado construir un entrepiso destinado a reuniones y pequeños eventos.
Art
Dónde: 503 y Cno. Centenario, Gonnet
Cuándo: Abre todos los días. Lunes a sábados desde las 8 hasta la medianoche. Domingos a partir de las 10 hs.
En Instagram: @art.cocinacafe
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