Por Silvina Baldino
Cuando pensás que conocés todos los rincones de La Plata porque la habitas y la caminas entera, algo te hace cambiar de idea. Una invitación a explorar la única vivienda en todo el continente americano proyectada por el legendario arquitecto Le Corbusier, provocó un encuentro con la ciudad natal con ojos de viajera.
En el marco de la XVI Bienal de Arquitectura de la ciudad de Buenos Aires, se eligió una joya de la ciudad para explorar: Casa Curutchet, una construcción emblemática platense que constituye un legado del prestigioso arquitecto suizo Le Corbusier, el padre del Movimiento Moderno. Y de la mano de Tersuave nos sumamos a esta experiencia.
Decenas de diseñadores y arquitectos porteños llegaron hasta la emblemática Casa Curutchet, en plan de visita y observación. Es que esta obra del célebre Le Corbusier, que data del año 1948, es casi una visita obligada para quienes llegan a La Plata ya que ha sido reconocida por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad en 2016. Previo a este distinguido reconocimiento, se realizó un importante plan de obras de puesta en valor y restauración edilicia de la vivienda, realizado por el Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires, junto con la colaboración de la firma Tersuave a través de un asesoramiento técnico y el aporte de sus pinturas y productos.
La vivienda tiene un valor único. Fue diseñada a fines de la década del ’40 por el famoso arquitecto Le Corbusier, a pedido del doctor Pedro Curutchet, un cirujano de vanguardia que diseñaba sus propios instrumentos quirúrgicos. Una inquietud que surge durante nuestra visita es cómo se conocieron Curutchet y Le Corbusier. “La realidad es que personalmente no se conocieron nunca, toda la relación entre ellos era epistolar”, cuenta el arquitecto Julio Santana, director de Casa Curutchet y agrega: “El doctor conoce la existencia del arquitecto suizo por su aproximación al mundo del diseño, y lo interesante fue que creó nuevas técnicas quirúrgicas con la creación de su propio instrumental”. Otro dato curioso que aporta Santana es que “Le Corbusier nunca estuvo durante el proceso de proyecto ni de construcción de la vivienda”.Esta obra es un claro ejemplo de la arquitectura contemporánea. En esta aparecen los 5 postulados de Le Corbusier: la planta baja libre, la casa sobre pilotes, la ventana logitudinal, la terraza jardín y la fachada libre. Estos puntos fueron los que dieron pie a una serie de procesos que darían origen al Movimiento Moderno.
El edificio fue construido a medida para la familia Curutchet y si recorremos las habitaciones y los pasillos con sus curvas y ángulos aún podemos imaginar la vida cotidiana de la familia. En el primer piso el doctor hizo funcionar su consultorio, al cual se accedía por una larga rampa, en cuanto a los dos pisos superiores: eran los departamentos privados de la familia. La luz recorre cada una de las habitaciones con superficies planas y paredes blancas lisas y depuradas, esto hace que la visita sea aún más agradable. La composición arquitectónica del lugar es algo sorprendente: un árbol sirve de columna principal en pleno centro de la casa, las paredes redondeadas optimizan el espacio entre las habitaciones y la terraza es realmente gigantesca.
Nuestro recorrido por la vivienda, acompañado por música en vivo a cargo de Sergio Poli y su Quinteto de Cuerdas. Al llegar a la magnífica terraza, un ágape para saciar el apetito de los presentes y momento de charla e intercambio de palabras, bajo un tibio sol de primavera.
La Casa es administrada desde hace más de veinte años por el Colegio de Arquitectos bonaerense por decisión de los herederos del doctor Curutchet. Como parte de su programa de Preservación del Patrimonio Nacional Histórico Cultural, que se ocupa de la puesta en valor de la excelencia artística y arquitectónica, la firma Tersuave junto a la entidad que nuclea a los arquitectos de la provincia rejuvenecieron la histórica construcción, lo que permitió que vuelva a presentarse como un atractivo de la ciudad. Y es que desde siempre, la empresa de pinturas mantiene un compromiso y acompaña la preservación de un centenar de edificios culturales e históricos de todo el país, tales como el Museo Nacional de Bellas Artes (Buenos Aires), los Silos Davis (Rosario), la Familia Urbana (Córdoba) y Casa Curutchet en La Plata.
En este sentido, Jorge Polo -gerente de marketing de Tersuave- expresa: “Nos sentimos honrados de participar de la puesta en valor de esta célebre edificación. Desde Tersuave, apuntamos en principio a la responsabilidad social trabajando en escuelas con necesidades especiales, como aquellas que están en la frontera, y las que están lejos y nadie se ocupa. Y por el otro mantenemos el compromiso por el patrimonio cultural, porque creemos que las empresas tienen aportar a la cultura y a la educación y preservarlas; entonces nosotros hacemos nuestro aporte desde este lugar, intervenir en las obras con profesionales para preservar estos edificios y así trabajar mancomunadamente para obtener resultados esperados”.
Esta casa, fiel reflejo de la vanguardia arquitectónica de los años 50, está abierta al público y se puede acceder para visitarla. Pueden recorrerla de forma libre o bien acompañados de un guía. En las salas más amplias se suelen organizar eventos y exposiciones. No pierdan la oportunidad de conocerla, es muy agradable recorrerla y es un buen programa si tienen un ratito libre cerca del centro de La Plata. Y como dice Julio Santana: “no hay ningún platense que no pueda conocer la Casa Curutchet si se cree digno hijo de la ciudad de La Plata”.
Casa Curutchet
Cuándo: martes a viernes de 10 a 17 / sábados y domingos de 13 a 17. Cerrado los días lunes y feriados.
Dónde: calle 53 #320 e/ 1 y 2, La Plata
Más info: Casa Curutchet