Por Silvina Baldino
Buen clima, menos gente y mejores precios: tres razones para hacer una escapada a El Calafate en esta época del año. Allí, la magnificencia del glaciar Perito Moreno y los témpanos de hielo del Lago Argentino convocan a los viajeros ávidos de, al menos una vez en la vida, ver con sus propios ojos estos paisajes de helada belleza.
Tres días completos son suficientes para vivir una experiencia con los cinco sentidos. La ciudad de El Calafate es el punto central de las actividades en la región del Parque Nacional Los Glaciares. Esta pequeña y pintoresca villa está emplazada al pie del cerro homónimo y a orillas del Lago Argentino en la provincia de Santa Cruz. Cuenta con una infraestructura turística ideal, acompañando su magnífico entorno natural con todas las comodidades necesarias para una estadía confortable.
Esta ciudad toma su nombre del pequeño arbusto llamado calafate, típico del sur patagónico, del cual se extrae un fruto ideal para preparar dulces. El centro de El Calafate es pequeño pero con buenos lugares para comer y pasarla bien. Sus calles tienen un encanto particular caracterizado por una edificación de casas bajas, cálidas, rústicas y muchas de ellas con colores estridentes en el marco de un paisaje de estepa agreste en tonos verdosos y amarronados.Los Glaciares
La visita al Parque Nacional Los Glaciares dem anda cerca de 1 hora en bus desde la ciudad. Las experiencias valen la pena hacerlas en tour, ya que los guías tienen conocimientos profundos sobre la zona y comparten con los pasajeros detalles de todo lo que se va viendo en el trayecto.
Algo que no te podés perder en El Calafate es el trekking que lleva a caminar sobre el gran glaciar. Este tour se inicia en el puerto Bajo de las Sombras, donde se embarca para cruzar el Lago Rico y llegar a la costa sudoeste. Luego del desembarco se accede al refugio donde los guías organizan grupos de hasta 20 personas para iniciar entonces una caminata por la orilla del lago hasta el borde del glaciar. Antes de iniciar la caminata sobre el hielo se colocan los crampones y se dan instrucciones sobre la forma de desplazarse sobre la mole congelada. Son unas 2 horas en las que se aprecian una variedad de formaciones de hielo como: grietas, seracs, sumideros y pequeñas lagunas. Culmina la caminata helada y los guías te sorprenden con un vaso de whisky con hielo del glaciar. Al finalizar el paseo se regresa al refugio atravesando el exuberante bosque magallánico. Esta salida, que implica algunas horas de actividad física, está disponible para personas de entre 10 y 65 años (desde $ 3.200 para adultos). El paseo incluye la visita a la zona de pasarelas, desde donde se puede apreciar el majestuoso Glaciar Perito Moreno desde los balcones conectados por senderos y escalinatas. Vale la pena quedarse a escuchar el estruendo que se genera al caer los inmensos bloques de hielo sobre el agua.
Una segunda jornada la podemos destinar al paseo en catamarán por el Lago Argentino. El circuito se denomina Ríos de Hielo y es a través de la navegación, la única manera de acceder a los témpanos de hielo desprendidos del Glaciar Upsala y el majestuoso Spegazzini. El paseo (de unas 6 horas) se inicia en el puerto de Punta B andera, a unos 45 km de El Calafate. Se realiza sobre el Brazo Norte del Lago Argentino y transcurre entre los espectaculares témpanos de enorme tamaño, variadas formas y diferentes tonalidades que van de blancos a azules. Esta salida es otro imperdible de El Calafate y cuesta unos $ 2.200 por persona.
Estadía y gastronomía patagónica
La capacidad hotelera de El Calafate es gr ande, generosa y diversa: puedes alojarte en un hotel 4 estrellas con todo el confort a una tarifa moderada. . Una buena alternativa el Esplendor Calafate, un hotel boutique de 4 estrellas situado sobre una colina, a pocas cuadras del centro y con vistas alucinantes a toda la ciudad.
Cada rincón del Esplendor ha sido pensado y cuidado en su deco y diseño. La identidad de este hotel boutique cuatro estrellas radica en la mirada contemporánea hacia los elementos patagónicos: maderas de incienso, arenas patagónicas en los revoques, piedras, astas de ciervos en diversos objetos como lámparas y percheros, y tejidos que se fusionan con otros materiales jóvenes. El lobby es escenográfico, sin caer en excesos pero con una ambientación audaz y elegante. Aquí, todas las habitaciones están equipadas con el mejor confort. El hotel dispone de una enorme piscina interior para distenderse después de un paseo por los glaciares, salas de masajes, una gran salón donde se sirve el desayuno todas las mañana. En el elegante Restaurante & Bar Iglú, se sirven deliciosos platos de la gastronomía patagónica cual imperdible la trucha grillada acompañada por vegetales. Al atardecer, el Iglu Bar es perfecto para disfrutar de un trago con buena música y las mejores vistas de la ciudad.Otra joya gastronómica de El Calafate es Don Pichón, el asador más conocido de la ciudad en donde satisfacer el paladar con un buen plato de cordero patagónico en una mesa con una vista panorámica de El Calafate y del lago. Aunque este lugar está un poco alejado (sobre una de las colinas), en Don Pichon se ofrece transfers para llegar y volver hasta los hoteles de forma gratuita. Lo ideal es llegar al anochecer para ver caer el sol detrás de las montañas.
Por último, para saborear los mejores chocolates de El Calafate nada mejor que acercarse a Guerrero, una pequeña fábrica con elaboración manual y a la vista del público en pleno centro de la ciudad. La elaboración es diaria, aplicando la mínima tecnología para conservar la filosofía de un trabajo artesanal, cortando a cuchillo cada barra que llega al mostrador y decorándolos de manera individual. En formato bombón, en rama, en barritas o en alfajor… qué mejor, que llevarse una caja de estos exquisitos chocolates a casa. Tips de viaje
¿Cómo llegar?. Desde la ciudad de Buenos Aires hay cinco vuelos diarios hacia El Calafate (Aerolineas Argentinas o LATAM). Luego de unas 3 horas de vuelo, se puede contratar transfer (VES Patagonia, por ejemplo) que te dejarán en el hotel.
¿En qué época del año viajar?. Cuando el frío aplaca, de septiembre a abril. Tener en cuenta que enero y febrero corresponden a la temporada alta.
¿Reserva de paseos?. Si vas a hacer el mini trekking por el glaciar, conviene reservar con varios días de anticipación ya que los cupos son limitados. Si viajas fuera de temporada alta, la navegación por Ríos de Hielo y demás excursiones las podés reservar el día previo, si se quiere.
Otros imperdibles de la visita a El Calafate: darse una vuelta por la tienda de artesanías Arte Indio, sentarse a tomar un café junto a un buen libro y disfrutar de un momento lúdico en Borges y Alvarez, tomarse unos shots a -12 grados en el bar de hielo Glaciobar, y probar el calafate en sus múltiples formas: como helado, dulce, licor…
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