Por Silvina Baldino
Acantilados donde pueblos y paisajes se funden en un abrazo sin fin con sus vertiginosas pendientes, fachadas color pastel y el azul intenso del mar. Hablamos de la costa Amalfitana, uno de los lugares más maravillosos del mundo. En poco más de cuarenta kilómetros de costa abrupta podemos encontrar pueblos que mantienen su carácter. Positano, Amalfi y Ravello son parte de un circuito que hace volar los sentidos
Amalfi es un pueblo de calles estrechas, ropa colgada en los balcones y el sol entrando por las ventanas abiertas. Es pequeña -se puede recorrer caminando en 1 hora de punta a punta- y hermosa, y su pequeña playa brilla bajo el sol veraniego.
El corazón de Amalfi es la Piazza Duomo, la Catedral bizantina del siglo IX . Hay que subir los 63 escalones para poder apreciar de cerca su puerta de bronce del 1060, la primera traída a Italia desde Constantinopla. A su lado, el Chiostro del Paradiso, construido por Filippo Augustariccio para enterrar a los miembros de las familias nobles de Amalfi.
Amalfi es uno de los lugares con más variedad de precio y calidad para comer en toda la costa. Para los que buscan una experiencia gastronómica de primera línea, La Caravella es el lugar indicado. Reserva mediante, se pueden probar las delicias de este restaurante premiado con una estrella Michelin por el que pasaron personalidades como Federico Fellini, Jackie Kennedy o Andy Warhol. Para los que no quieran dejarse el sueldo en una cena, escondido en un laberinto de callejones se encuentra Stella, donde se amasan las mejores pizzas de Amalfi.
Las mejores vistas del atardecer se obtienen desde la punta del muelle. Por otro lado, a sólo 5 minutos caminado, se puede visitar el pueblo más pequeño de la costa Amalfitana: Atrani, como salido de un cuento de hadas.
Positano es el pueblo costero más exclusivo de Italia. En esta romántica urbe peatonal (los autos quedan arriba, en el camino costero) encontramos coloridas construcciones, atelieres de cerámica, tiendas de diseño y la renombrada scalinatella que conduce a la Playa Gr ande, desde donde podemos observar la asombrosa arquitectura: el pueblo entero está levantado sobre las rocas de los cerros.
En Positano, una de las mejores vistas que puedes obtener es desde la Terraza de La Sirenuse, un hotel de lujo ubicado en la ruta costera que cuenta con una terraza abierta al público. Desde allí, se obtienen las mejores vistas de la ciudad en altura y podés tomar hermosas fotografías.
¿Para visitar? El Museo de la Cripta y del Campanario de la iglesia de Santa María Assunta, cuyos trabajos de restauración llevaron a descubrir los restos de una villa romana.
Ravello es una parada imperdible durante un viaje por la Costa Amalfitana, en especial debido a las increíbles villas, que fueron construidas siglos atrás para albergar a las familias más ricas del Ducado de Amalfi. Este pintoresco pueblo está repleto de pequeñas tiendas de artesanos que trabajan, fundamentalmente, con cerámica.
De junio a septiembre, Ravello celebra su Festival de Música con jazz, danza y música clásica. Es que, históricamente, este pueblo sirvió como refugio y destino de artistas de todo tipo, desde Richard Wagner -el festival fue fundado en su honor – hasta Giovanni Boccaccio, Joan Miró, y Truman Capote.
En Ravello se destaca Villa Rufolo, una construcción que data del siglo XVIII, y que ha sido residencia de nobles y reyes. Es visita imprescindible en Ravello. Esta finca con torres y jardines asombrosos está situada en lo alto de un acantilado y cuenta con las vistas más espectaculares del Golfo de Salerno.
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¿Cómo llegar? Para llegar a la Costa Amalfitana desde Roma, hay varias opciones, pero la mejor opción es dirigirse en tren hasta Salerno. A 300 metros de la estación, el puerto donde parten los ferrys que conectan Salerno con los principales pueblos de la costa.
¿Dónde hacer base? Decidir dónde hospedarse es una decisión difícil, pero en definitiva, todos los pueblos están bien conectados y se llega de un lugar al otro en ferry o en micro en muy poco tiempo. Lo importante es decidir dónde estar. Positano es el pueblo más pintoresco, pero el más costoso. Amalfi cuenta con precios más moderados y se encuentra en fácil ubicación para trasladarse con el transporte público
¿Cómo moverse? La mejor forma de recorrer la Costa Amalfitana, es en bus o en ferry. Lo ideal es utilizar ambos. Ver el paisaje desde arriba y también desde el mar, son dos panoramas totalmente distintos, y dos experiencias asombrosas. Los buses (SITA BUS) recorren la Costa Amalfitana desde la mañana hasta la noche, con paradas en los diferentes pueblos. Los tickets no se compran arriba del bus, sino que hay que comprarlos en los quioscos autorizados. Por su parte, los ferrys conectan los principales pueblos.
¿Qué traer a casa? En la costa Amalfitana el limón es el rey. En todos los rincones se puede apreciar y disfrutar del limón en su magnitud y en sus distintas versiones: licores, caramelos, jabones, cerámicas, pasteles aromatizados, lo que se nos ocurra. Un oasis del cítrico, donde, por supuesto, el lemoncello es la estrella.