Se vienen las vacaciones de verano y con ellas las ganas de desconectarnos de la rutina y emprender viaje. La costa atlántica es uno de los destinos preferidos, pero más allá de la playa nuestro país tiene infinidad de opciones para pasar un verano genial con amigos o en familia. En #Pinta te mostramos cinco destinos copados para disfrutar en los meses estivales:
· Mendoza
La ciudad de Mendoza es ideal para sentar base y disfrutar de una provincia en donde los paisajes maravillosos que otorgan las montañas de los Andes, el buen clima y el recorrido por bodegas forman parte de mayor su atractivo. En una jornada se puede recorrer los 160 km del Camino de Alta Montaña, en donde cada escala es un cómodo mirador de las cumbres nevadas, los ríos que bajan de la montaña y los valles: Potrerillos, Uspallata, Punta de Vacas, Puente del Inca (cerca del cerro Aconcagua) y Las Cuevas. Otra de las salidas desde la capital por la ruta 82 resulta un atractivo muy placentero: las termas de Cacheuta, en pleno valle cordillerano con piletas a temperaturas que van de los 25 a 50 grados y con minerales disueltos en ellas realizan un masaje corporal reconfortante.
La ruta del vino es otro gran plan. Conocer en una de ellas cómo es el proceso productivo del vino puede ser una interesante actividad (las vides son muy pintorescas). Una gran opción es optar por algunos de los recorridos que ofrece Bus Vitivinícola, cuyas propuestas han sido pensadas para ofrecer la mejor experiencia entre viñas en las zonas de Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco. Si dejamos el enoturismo de lado, también hay muy buenas opciones de turismo aventura. Por último, hay que decir que además de ser excesivamente bella, la ciudad de Mendoza tiene para ofrecer una excelente gastronomía con su maridaje perfecto. Zampa, Siete Cocinas, Azafrán y María Antonieta, entre los lugares que ofrecen mejores propuestas en la cocina. Vale la pena también, sentarse en la terraza del Hyatt Mendoza y disfrutar de un buen coctel al atardecer.
· Ushuaia
En verano el sol acaricia día y noche a quienes eligen Ushuaia. Hablar de ella es pensar en los confines de la tierra, en aventura y en exploradores. Hay paseos clásicos como las navegaciones por el canal Beagle, el Tren del Fin del Mundo, un recorrido por parte del Parque Nacional Tierra del Fuego incluyendo Bahía Lapataia y el lago Acigami (ex Roca), el Museo del Presidio. Pero también lugares secretos y una cocina exquisita.
La emoción de llegar al rincón más austral del mundo tiene un anclaje particular a la hora de sentarse a la mesa. Porque el fin del mundo se recorre también en sus sabores. En las gélidas olas del Atlántico Sur reina la centolla, un crustáceo marino famoso por la exquisitez de su carne. A 70 kilómetros de Ushuaia, la localidad de Puerto Almanza toma relevancia con su “ruta de la centolla” y un par de restaurantes pequeños que la sirven. Por ejemplo, Puerto Pirata ofrece la posibilidad de probar platos con centolla recién pescada. Este pueblo de pescadores resulta ser el más austral del mundo. Ya en la ciudad de Ushuaia, hay que descubrir Casa Olmos y la cerveza del fin del mundo en una casa típica fueguina con más de 30 variedades.
· Cataratas
Este es un destino para visitar todo el año. Sí, en verano también aunque haga mucho calor porque la vegetación es tan frondosa que hay muchos lugares de sombra y mucha agua. Además, oscurece tarde y nada mejor que pasar un rato de descanso en una de alguna pileta de hotel rodeado de selva. Si la idea es recorrer los parques a un ritmo pausado, se necesitan dos días del lado argentino y uno del lado de Brasil. En el parque argentino es un must llegar a la Garganta del Diablo después de una larga caminata. Dejarse mojar por esta maravilla natural es algo impagable. También se puede llegar por agua, a través de una lancha que llega hasta el salto San Martín. Este paseo no es apta para menores de 12 por lo que si viajas con niños más pequeños, hay un paseo genial en balsa que recorre el tramo más tranquilo del río y hasta podés ir con los pies en el agua.
Del lado brasileño, junto al ingreso de Cataratas hay otro que está buenísimo: De las Aves. Aquí, los guacamayos vuelan por encima de la cabeza de la gente y se pueden sacar fotos teniendo uno en la mano. ¿Dónde alojarse? El mejor lugar podría ser el Meliá Iguazú, porque está situado dentro del Parque Nacional de las Cataratas de Iguazú y en donde el lujo y la paz conviven en un entorno natural inigualable. Hay otros lugares como el Loi Suites, Posada Puerto Bemberg, Panoramic Gr and o Mercure Iguazú que ofrece instalaciones de primer nivel con un entorno natural alucinante. Pero si tu economía no te lo permite, busca un hotel con una buena piscina rodeada de vegetación misionera.
· Valle de Calamuchita
Córdoba es uno de los destinos más populares para pasar las vacaciones de verano. Y elegimos el Valle de Calamuchita por toda la impronta de la inmigración alemana -en la zona de Villa General Belgrano y La Cumbrecita- que le otorga un encanto especial. Como las distancias entre los distintos puntos en el valle son cortas, una recomendación es “hacer base” en un lugar y desde allí conocer todo lo que la zona ofrece. Santa Rosa de Calamuchita es ideal para disfrutar del río. Villa General Belgrano para sentirte como en un pueblo europeo. Apenas mirar alrededor y la arquitectura bávara, los muñecos y los trajes y los platos típicos se hará presentes en cada detalle del casco urbano. Hay restaurantes familiares junto a gr andes patios cerveceros.
A sólo 6 km de Villa General Belgrano pasa el río Los Reartes, que con sus aguas cristalinas de temperaturas muy agradables, sus rocas y sus orillas arboladas. Una buena opción para estar lejos del ruido es alquilar alguna cabaña en esta zona. Para ir de paseo todo el día, inevitable La Cumbrecita. Esta aldea peatonal, a 1.450 metros del nivel del mar y data de 1935, es ideal para todos los que disfrutan del senderismo entre bosques y arroyos. También se pueden hacer cabalgatas, turismo aventura y descansar en cualquiera de sus bares y restaurantes con gastronomía europea.
· Villa La Angostura
La localidad patagónica invita a respirar puro en verano rodeado de un frondoso bosque de añosos coihues, ñires y lengas junto a lagos y ríos de aguas cristalinas. Con el maravilloso entorno natural de Villa La Angostura, se pueden cabalgatas, mountain bike, observación de aves o trekking recorriendo las sendas de Huella Andina; un sendero de largo recorrido que atraviesa parte del bosque andino en su más pura expresión. También hay diferentes circuitos de trekking de baja y mediana dificultad que te llevan hasta las cascadas Inacayal, río Bonito, Dorada y Santa Ana.
En este paraíso neuquino es posible ponerse el traje de baño porque hay espíritu playero al cien por ciento. En auto, caminando por un sendero o en lancha, hay playas en tres lagos distintos: Nahuel Huapi, Correntoso, y Espejo. Cada una con su particular característica: playas oscuras de arenas volcánicas, y de arenas blancas; de aguas heladas y de aguas templadas; de aguas turquesas y de azul profundo; playas íntimas, playas para aventureros y playas cancheras donde disfrutan los más jóvenes. Y si estás en auto, no dejes de levantarte tempranito para hacer “La Ruta de los 7 Lagos”, un circuito de 112 km. totalmente asfaltados que atraviesan un paisaje natural único. La travesía se tornará inolvidable si te organizas de antemano para hacer picnic en alguna de las paradas del camino con los riquísimos productos regionales que venden en las tiendas de la villa.