Por Silvina Baldino
Sólo 1 hora nos dem anda llegar a Chascomús, esa noble ciudad que guarda una rica historia y que aún conserva mucho de la entrañable tranquilidad de pueblo. Si hay algo que los chascomunenses no son es egoístas: picadas gloriosas, buena birra artesanal e interminables charlas sobre distintos eventos del pasado como la lucha de unitarios y federales en esas tierras, las huellas que dejaron los pobladores de origen afro y el protagonismo que adquirió este destino tras la presidencia de Raúl Alfonsín. Estuvimos el fin de semana en “Chasco” y nos sorprendimos por su pulcritud y su oferta renovada.
Atardeceres en la Laguna
Dar una vuelta a la laguna caminando, en bici o en auto es un clásico de Chascomús. Este espejo de agua bonaerense invita al recreo, a la pesca y a la práctica de deportes náuticos como kayaks, canoas, lanchas, kite surf, st and up paddle, o windsurf para los más aventureros. Pero lo que enamora a todos son los atardeceres sobre el agua. Y este momento del día se puede disfrutar en cualquier espacio verde de la costa lacustre, o en alguno de los bares y restaurantes apostados en la laguna. Uno de los más lindos spots están en el nuevo Café Mulé. El ex parador Atalaya se renovó y ahora muestra una impronta totalmente distinta. Un salón vidriado en el interior, decks al aire libre en los laterales. Todo con una decoración exquisita y una carta con ricos sabores para disfrutar de una experiencia memorable de la caída del sol sobre el espejo lacustre.
Recorrido histórico
Quien desembarca en esta ciudad no puede irse sin recorrer el casco histórico. Allí, la Plaza Independencia donde los edificios históricos más emblemáticos giran entorno a ella: el Palacio Municipal, de frente a este y a mano derecha la casa del Dr. Raúl Alfonsín, el edificio del Banco de la Nación, la Iglesia Catedral Nuestra Señora de la Merced, y la Casa de Casco, una construcción de 1831 que vale la pena ser visitada. En este inmueble vivió Vicente Casco, quien lo edificó para resguardar a la familia de los posibles malones indígenas. Se pueden ver las vigas de quebracho, paredes de setenta centímetros y techos de ladrillo, y parte del mobiliario del siglo XIX. Fue usada para celebrar la victoria de Juan Manuel de Rosas frente al los Libres del Sur, un grupo de hacendados que estaba en contra del régimen rosista y que finalmente cayó derrotado en batalla por éste y su tropa. Muchos años más adelante, en esta misma casa, se rodaron varias escenas de “Camila”, la película protagonizada por Imanol Arias y Susú Pecoraro.
Siguiendo el recorrido visual desde la plaza, luego tenemos el Club de Pelota con su muy atractivo bar y sobre esa misma cuadra el Teatro Municipal Brazzola, de intensa actividad cultural. En el centro de la pintoresca Plaza Independencia, la estatua del General Don José de San Martín. A unas cuadras del lugar, encontramos el Museo Pampeano, vigente desde 1941. Este importante lugar se erige como una casa de tipo colonial, que en sus siete salas exhibe diferentes piezas arqueológicas de las tribus indígenas, costumbres gauchescas, y en sus jardines, diversos tipos de carruajes y esculturas. Mobiliario, abanicos daguerrotipos y armamento que data del siglo XIX también puede apreciarse en este histórico lugar.
Visita Guiada Dramatizada en la Capilla de los Negros
Creada en 1862 como lugar de encuentro de la comunidad negra de la ciudad, este hipnótico lugar ofrece una arquitectura diferente: adobe y ladrillos, con pisos de tierra y sillas de madera en su interior. Aquí se trata de mantener viva la historia del paso de los afrodescendientes por Buenos Aires. En este sentido, a través “Visitas Guiadas Dramatizadas” – una iniciativa creada por la actual gestión municipal – se busca contar la historia local de una manera dinámica.
La propuesta consiste en invitar a los visitantes que se acerquen a distintos lugares históricos de la ciudad (Casa de Casco, Capilla de los Negros o la Vieja Estación) a experimentar una época cercana a 1830, y hacerlos revivir las experiencias cotidianas de esos momentos. Las Visitas Guiadas Dramatizadas se realizan una vez al mes y se va rotando de lugar. Un director, una decena de actores, un sonidista y un relator, entre los responsables de representar distintos acontecimientos de la vida cotidiana de aquella época.
“Chascomús es historia, ¿por qué no tratar de darle una movida?” le dice a #Pinta Gustavo Rende, de la Secretaría de Turismo de Chascomús y quien oficia de guía en las dramatizaciones. “Queremos dar otro enfoque de la historia, tratar de mostrar qué pasó de una manera entretenida. Acá los protagonistas de esta obra son de Chascomús (actores, sonidistas, el director…) porque consideramos que el valor humano es importante y que hay que trabajar con el recurso local”. “El negro fue parte de la historia del pueblo”, por eso la propuesta se presenta también en este espacio icónico de la ciudad.
Paseo gastronómico
No hay viaje o escapada sin probar las especialidades del lugar. En Chascomús hay una variada oferta gastronómica para satisfacer el paladar: el sushi de La Grulla, las brasas de El Trocadero o de Camilo, una cerveza artesanal en Haroldo, las pizzas de La Toscana, las hamburguesas caseras de Contrapunto. Si querés almorzar sobre la laguna, puedes optar por el Club de Regatas Chascomús, o la Asociación de Pesca y Náutica. Ambas instituciones cuentan con restaurante con una carta variada y buenas minutas. Y claro, la parada en el almacén tradicional Viejo Vizcacha es obligatoria. Enamorado de Epoca de Quesos (en T andil), el chascomunense Luis Emilio Seillant decidió emplazar la idea en su pueblo natal en una construcción que data del siglo XIX. La tentación es imposible de evitar: estés cuidando el bolsillo o no, unos cuantos billetes simplemente desaparecerán. Porque el mejor souvenir de Chascomús es siempre un buen queso, salame o jamón de esta casa de fiambres.
Estadía para todos los gustos
Ninguna escapada está completa sin una habitación honesta. El hotel también forma parte de la experiencia. En Chascomús hay espacio para todos los gustos y bolsillos. Si optamos por una opción accesible, el Hotel Chascomús (Av. Lastra 367) está muy bien. Atendido por sus dueños, decorado con gusto y conservando su esencia de casona antigua familiar, este lugar ofrece 13 habitaciones lo necesario para una estadía confortable. Todas las mañanas se sirve un delicioso desayuno en el salón comedor de la casa. Está muy cerca de todo y su espacio permite sentirse como un lugareño más. Las tarifas rondan los $ 1.800 la noche en base doble.
La ciudad de Chascomús se enorgullece de tener uno de los 102 hoteles sustentables del país. Se trata de Roble Blanco (Mazzini 130), una casa tradicional reciclada situada en el corazón histórico. Con una bien lograda fusión entre la construcción antigua con el confort de lo moderno, los dueños de Roble Blanco intentan ofrecer servicios de calidad a los huéspedes. El lugar dispone de 11 habitaciones (una de ellas con accesibilidad) con detalles de vanguardia, piscina climatizada en el jardín, un cálido living con una selección de revistas y libros, un sector de spa con jacuzzi, ducha escocesa, sauna y gabinete de masajes. Los huéspedes disfrutar todas las mañanas de un delicioso desayuno en el salón principal. Un detalle para tener en cuenta: no se permiten huéspedes menor a 12 años. Este verano se ha fijado una tarifa para los sábados a la noche de $ 4700; si la reserva son dos noches de fin de semana, $3.750 e incluye el circuito de spa hídrico.
Si deseas una estadía memorable, Estancia La Alameda (Camino de Circunvalación KM 12,6). Es el casco de una estancia de 1789 y está sobre la laguna. En este lugar se tejieron muchas historias desde la época de los unitarios y federales. Perteneció a la pionera familia Girado y algunos de sus muros con ladrillos delatan su antigüedad. La estancia fue concesionada para ofrecer al viajero la oportunidad de hospedarse. Hay 33 hectáreas para caminar, andar en bicicleta o cabalgar, hay una piscina con solarium , un jardín central con aljibe y un magnolio, sala de lectura con confortable sillones y una pequeña biblioteca, y un salón comedor exclusivo para los huéspedes donde se ofrecen platos caseros de la cocina tradicional argentina. Hay 9 habitaciones con mobiliario antiguo y otras con diseño moderno; algunas de ellas con vista al aljibe y otras disponen de un gran ventanal con vistas al únicas a la laguna. La tarifa promedio de una habitación doble: $ 5.000. Se puede pasar también el Día de Campo.
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Kermesse de la Laguna
Con el objetivo de recuperar el espacio público, generar lugares de encuentro para toda la comunidad y promover el desarrollo productivo local, desde la Secretaría de Planificación y Turismo se organiza la Kermesse de la Laguna, un evento gastronómico con más de 40 puestos de comidas, entre los que se destacan importantes foodtrucks, cervezas artesanales, danzas urbanas, juegos infantiles, shows de circo, un escenario con artistas en vivo y mucho más.
El fin de semana último se llevó a cabo la segunda edición, donde el clima fue un aliado. Vecinos y turistas pudieron acercarse al predio de Parque de la Esperanza para disfrutar en familia y con amigos en un entorno natural lacustre hasta pasada la medianoche. “Nos enorgullece tener un evento con entrada libre para que todos los turistas y chascomunenses tengan un lindo lugar para compartir, porque eso hace las relaciones sociales sean más amenas” confiesa Le andro Otondo, director de la Secretaría de Planificación y Turismo local.
Puerto Aventura
Con el calor renacen las ganas de disfrutar del agua. Más allá de la tradicional piscina que tengas en el lugar de hospedaje, hay un lugar para disfrutar con chicos o con amigos enfrente de la laguna. Se trata de Puerto Aventura, un parque de agua que cuenta con un enorme un espacio para la recreación y la aventura, con varios toboganes de agua, entre los que se destaca el Kamikaze, que es el que tiene la bajada más pronunciada y vertiginosa. Otro atractivo es su popular Tirolesa, uno de los juegos más buscados por los chicos. Palestra, Arco y Flecha, y puentes colgantes (para adultos y niños) permiten disfrutar un día con actividades variadas. Para los amantes del deporte, el predio cuenta con canchas de fútbol y beach vóley.
El complejo es abierto y propone amplias mesas, reposeras y la posibilidad de disfrutar de un patio de comidas con variadas propuestas. Los precios de la temporada varían según el caso: menores de 3 años no pagan, jubilados y niños entre 3 y 12 años pagan $390. Mayores de 12 abonan $495. De lunes a viernes el parque cuenta con una promoción en la que que pagan 2 y pasan 3. Si vas el día de tu cumple, no abonás entrada.
Fábrica de cerveza artesanal KiBor
El paso por Chascomús vale la pena una visita a una fábrica de cerveza artesanal. En un pintoresco galpón de Av. Tte. Gral. Juan Domingo Perón se encuentra KiBor, marca pionera en la ciudad que nació cuando Mariano Fernández (alias Kino) y Jorge Bordenave (Borde) decidieron desarrollar una pasión: la birra. “Nosotros somos amigos y tdoo empezó como un hobbie. Nos capacitamos en Córdoba y comenzamos elaborando cerveza en un garage. Luego decidimos tecnificarnos en el proceso para mejorar el producto y nos mudamos a este lugar”, cuenta Kino.
Hoy KiBor elabora unos 20 mil litros mensuales de cerveza. Quien llegue a este lugar y entre a la pequeño despacho a comprar una lata o recargar un growler, puede pedir conocer el espacio donde se elaboran los distintos estilos de cerveza. Allí, enormes tanques fermentadores de acero inoxidable y barriles. Golden Ale, Red Ale, IPA, APA, Cream Stout, Weissbier (de trigo), Red Smoked (ahumada), Honey, Barley Wine y Oktoberfest/Märzen son los estilos que se elaboran en esta fábrica. Los sabores de KiBor trascendieron las fronteras de la ciudad. Ya estuvieron en Picurba y ahora los platenses podemos disfrutar de esta buena birra en lugares como Citra, Smith, Amsterdam y Rimbaud.