El sueño de cualquier jinete es el poder galopar en libertad en playas kilométricas, trepar medanos; llegar ahí donde está la mejor vista. Experimentar la armonía perfecta entre jinete y caballo, conquistando juntos el paisaje.
Andy Pavlovsky se crió entre caballos árabes, carreras de endurance y el haras “San Andrés del Moro”, fundado por su padre en 1976. Un haras de larga trayectoria, productor de padrillos que trascendieron en el mundo por su alta performance, su resistencia, su elegancia como fue el caso de “Moro Famoso”, “Fugitivo”, “Daruk”, “Moro Tigre” entre otros.
Los caballos forman parte del ADN familiar, y junto a su hija Mora, fundaron ‘Cabalgatas Andora’ para compartir esta pasión. Es una empresa familiar en la que también participan, dependiendo de las salidas, el resto de sus 5 hijos y su esposa Luly, quien compite en carreras de Endurance con los caballos criados en el haras.
La raza Arabe tiene la fama de ser muy briosa, pero también hay quienes afirman que son frágiles o de poco aguante, lo cual es completamente falso. Originarios de los grandes desiertos y acostumbrados a temperaturas extremas, los caballos árabes están perfectamente adaptados para recorrer distancias que van desde los 40 hasta los 100 kilómetros. La arena y los medanos son su hábitat natural. Su fisionomía les permite, tras un esfuerzo prolongado, recuperar su ritmo rápidamente, lo que los convierte en los favoritos para las carreras de endurance.
En cuanto a su supuesto brío, es simplemente una interpretación errónea de su energía y disposición. Son caballos atentos, siempre alerta y que buscan un fuerte vínculo con su jinete. Es cierto que no toleran a los jinetes distraídos, pero un caballo árabe bien entrenado es extremadamente dócil y sigue cada instrucción que recibe. Son especialmente sensibles al entusiasmo de su jinete y están dispuestos a dar todo lo que su físico permite, e incluso más. Por ello, requieren de un jinete responsable que sepa medir sus fuerzas y no les exija más de lo que pueden ofrecer. Su elegancia es otra de sus características distintivas. Con la cabeza en alto, mirada atenta y orejas inquietas, su andar es suave y agradable, mientras que su galope es armonioso, siempre con la cola erguida, flotando en el aire, lo que les otorga una elegancia inigualable.
Es interesante notar que en las cercanías de Centinela del Mar, locación en la costa atlántica donde se realizan las cabalgatas de Andora, varios ríos llevan nombres inspirados en pelajes de caballos, como Malacara y Moro. ¡Sin duda, un entorno ideal para disfrutar de una buena cabalgata!
La propuesta para el verano
“Fugitivo” es el nombre del programa, una oportunidad única para cumplir el sueño de todo jinete: galopar por la orilla del mar, montando nada menos que un caballo árabe. Antes de iniciar la travesía por los medanos y la playa, se realizará una breve presentación sobre la raza árabe y sus características. Durante el recorrido, habrá una parada para refrescarse antes de regresar al corral.
El punto de encuentro para hacer este programa es en la Casa San Roque, ubicada junto a la capilla de Centinela del Mar. Se espera a los jinetes a las 17 h, se les da una charla sobre las particularidades del caballo árabe y comienzo de la cabalgata por el mar, medanos y bosques. En la mitad del recorrido se prevé un alto refrescante, para tomar una merienda a la sombra de algunos pinos. El regreso está previsto a las 20 h.
Hay salidas regulares los días martes, jueves y sábados y el grupo se conforma con hasta 10 jinetes. La edad mínima requerida: 12 años; y sólo con reserva previa. El valor: usd 80 por persona. Se puede adicionar una cena al disco; y también una de alojamiento en Casa San Roque, con desayuno incluido.
Fuera de los meses fuerte de sol, de marzo a noviembre, la propuesta es recorrer 40 km de costa a caballo con el programa “Moro Famoso”, nombre que hace honor al padrillo del Haras, a su resistencia y temple.
Consultas a cabalgatasandora@gmail.com / +54 9 2262 35-1568.
En Instagram: @cabalgatasandora
Fotos: Florian von der Fetch