Lucía Giovannucci encontró un espacio para fusionar sus dos pasiones: el diseño textil y la cerámica. “Alondra nació como un hobbie. Buscando poder volcar todo ese lado artístico y creativo que hay en mí en algo tangible” nos cuenta la creadora de esta marca de objetos cotidianos hechos a mano. “Fue durante la búsqueda laboral, sin éxito, en el rubro del diseño de indumentaria, cuando descubrí que uno podía crear su propio camino emprendiendo”.
Alondra es una marca de piezas de decoración, donde el valor agregado está puesto en la belleza de lo artesanal, con una estética fresca y nueva. Podés encontrar variedad de textiles (almohadones, sobres de tela multiuso, paños para cocina, manteles, servilletas, paneras, etc), piezas deco de cemento, y vajilla de cerámica (platos, tazas, fuentes, ensaladeras, mates, cucharas, etc). Todo realizado de manera artesanal y única. Lucía disfruta mucho de los pedidos personalizados donde “se genera un lazo único con el cliente, haciéndolo partícipe del proceso de producción”.
La fusión de pasiones dio inicio a este proyecto donde cada detalle está pensado y cuidado. Por un lado los textiles, dejando una impronta de su profesión, y por el otro la cerámica, otra de las habilidades de la emprendedora. “De chica iba siempre a talleres de arte, donde probé distintas técnicas de expresión artística” cuenta Lucía, quien al terminar el colegio secundario eligió estudiar en la FADU (Buenos Aires) la carrera de diseño de indumentaria. “Mientras estudiaba, soñaba con comenzar algún taller de incursión en la cerámica, pero siempre terminaba posponiéndolo. Hasta que una vez cerrado ese ciclo, pude empezar las clases de lleno y… fue amor a primera vista”.
En Alondra, el elemento unificador es lo artesanal. “Todo comenzó con nuestra línea textil y después fuimos sumando las piezas de cerámica, y los productos de cemento realizados por mi mamá, Silvina Piatti”, cuenta la emprendedora. El apoyo de su familia fue trascendental para que su proyecto cobre vida. La mamá de Lucía es artista y profesora de un taller de cemento en Gonnet; y en Alondra hace su aporte con la línea de cemento. Su papá es ingeniero, y es quien ayuda con toda la logística de horneadas. “Sin ellos no existiría Alondra”, asegura.
La linea de productos de Alondra tienen un estilo muy particular ¿Qué la inspira a la diseñadora al momento de crear? “La naturaleza con sus formas únicas y orgánicas es el elemento inspirador de mi marca. Me encantan los detalles y las sutilezas de los motivos florales. El hecho de que cada pieza sea artesanal siendo única e irrepetible, y el nexo que se crea entre la pieza y el cliente me parece hermosamente mágico”, dice.
En Alondra todos los productos son realizados con mucho amor y dedicación, con materiales nobles y un concepto sustentable. “Todo nuestro packaging es ecológico y biodegradable, hasta tenemos unas tarjetas plantables muy bellas. Nuestros materiales son nobles y naturales, donde reutilizamos todos los descartes y buscamos el mínimo uso posible del plástico”, detalla Lucía y remata: “No sólo nos inspira la naturaleza sino que creemos en qué hay que cuidarla, partiendo desde el amor hacia todos los seres vivos”.
Puede interesarte...
