En el marco de la Bienal Arte Joven, una singular propuesta que integra a la bicicleta como expresión cultural se está llevando a cabo esta semana en la ciudad de Buenos Aires. Se trata del Laboratorio PedaLúdico, una propuesta que reúne a ocho artistas provenientes de diversos territorios geográficos y disciplinarios que combinan su pasión por la bicicleta con sus capacidades expresivas para generar una experiencia sensorial innovadora.
Y en este proyecto de intervención urbana, dos artistas platenses: Joan Benito Britez y Santiago Colombo. “Desde que abrió la convocatoria para la Bienal de Arte Joven de este año estuve en contacto con todas las actividades, pero la propuesta de Laboratorio PedaLúdico llamó poderosamente mi atención: ¿arte realizado con bicicletas?” cuenta Joan Benito Britez, actual tecladista de la b anda platense Tanque. “Siendo músico y fan de las bicicletas la idea de hacer algo estuvo dando vueltas durante varios días por mi cabeza. Antes de inscribirme asistí a una charla abierta que dio el director del proyecto, Fabian Wagmister donde nos habló acerca de repensar la ciudad y la bicicleta como materialidad artística. No pude dejar pasar la oportunidad, esa misma noche completé el formulario de inscripción”.
Durante una residencia de 3 meses en cheLA (Centro Hipermediático Experimental Latinoamericano), ocho artistas investigaron la materialidad creativa de la bicicleta y el pedalear junto a Fabián Wagmister, creador de este proyecto, y a un equipo de trabajo conformado también por Ramiro Iturrioz y Florencia Ruggiero. Y es que esas obras en movimiento resignifican lo urbano desde perspectivas conceptuales, sensoriales y emocionales. Las pedaleadas que se presentan en este proyecto son lúdicas y corresponden a diferentes recorridos que puede hacerse con público. Equipadas con instrumentación informática y mediática las bicicletas registran el andar y su entorno. Toda esta experiencia se construye en tiempo real con una representación inmersiva de la ciudad explorada por los participantes en el Observatorio Pedalúdico, en la Sala 6 del Centro Cultural Recoleta.
“Los ocho artistas que participamos estamos presentando en la Bienal seis pedaleadas”, dice Benito Britez y cuenta en qué consiste su recorrido: “Mi pedaleada en particular tiene como eje central el Ritmoanalísis, es una técnica de estudio de las actividades que realizamos como sociedad en el espacio, sus motivos y funciones. Esta teoría la desarrolló Henri Lefebvre a través de los tomos de ‘crítica de la vida cotidiana’. La idea de la pedaleada es justamente poner un ojo crítico en nuestra manera de atravesar y relacionarnos con la ciudad, adentrarnos en sus ritmos, vivenciarlos, luego salir de ellos para observarlos a una distancia prudente y volver a atravesarlos siendo conscientes de los movimientos y repeticiones que realizamos cotidianamente. Por este motivo se sugiere que los asistentes sean ciclistas diarios, ya que lo interesante es poder prestar atención a lo que sucede a nuestro alrededor”, y agrega: “En general esta es la idea común con todas las pedaleadas, atender eso que nos rodea y obviamos a diario”.
La pedaleada ‘Derivar del Silencio’, creada por Aldana Olivello (Chaco), Erika Ortiz (Colombia) y el platense Santiago Colombo hace énfasis en los sentidos (tocar, oler y mirar). Este grupo de jóvenes también desarrollaron ‘Agua e Hitos’ para descubrir el agua y su historia en Buenos Aires, el agua que vemos y la que no. Por otra parte, Lucía Pedrón propone ‘Ciclobípedos y la Selva’ con el objetivo de sacar de contexto a la ciudad y ubicarla en el mundo selvático de Horacio Quiroga. Con ‘Verdad Consecuencia’ el mendocino Marcos Martinez pone el ojo en las situaciones románticas, en la teoría del romanticismo rioplatense y también de la concepción popular del término. Y por ultimo, ‘Retratos distribuidos’ de Caro Casquil y Martín Ar anda (ambos de Capital Federal), quienes ponen en eje distintas perspectivas de interacción entre los habitantes mismos y la ciudad.
Cuando le preguntamos sobre la bici como objeto de expresión artística, Joan nos dijo: “Entendí que es tanto un instrumento como lo puede ser para un músico una guitarra, para un artista plástico los pinceles, o para un fotógrafo una cámara… La bicicleta es una extensión del cuerpo, por ende una herramienta de expresión. Como músico puedo asociar la bicicleta como un instrumento musical, ya que podés juntarte con otra gente a ‘tocar’ la bicicleta”, y agrega: “el plus que tiene es que esta actividad no está circunscrita a un lugar y a quedarse en él, sino por el contrario, cuando más se anda en bicicleta, más espacio se recorre y eso fomenta el encuentro con otros ciclistas, lo cual también genera un sentido de comunidad y de apropiación del espacio”.
>> Las próximas pedaleadas lúdicas correspondientes a la Bienal de Arte Joven 2017 se realizarán el 29 y el 30 de septiembre. Los cupos son limitados y ya están agotados, aunque para saber más acerca de esta propuesta: www.pedaludico.org
Fotos: gentileza grupo Pedalúdico