Nació en Pergamino pero pasó la mayor parte de su vida en La Plata. Horacio Dowbley es arquitecto y escultor, y a lo largo de los años ha logrado traducir la realidad a su propio lenguaje: el arte. En un rincón secreto de nuestra ciudad, el artista plástico nos espera para conocer su lugar de trabajo donde guarda sigiloso cada una de sus obras, todas ellas con un grado de compromiso con la realidad social.
“El arte es un lenguaje y debe decir algo, de lo contrario la obra se diluye”, comienza diciendo Horacio Dowbley. “Se supone que un artista es una persona sensible socialmente de acuerdo a la época, y debe expresar lo que pasa en ese período de tiempo. Así fueron los gr andes artistas”.
El atelier de Horacio Dowbley nos sorprende a primera vista. Un esqueleto de vaca pintado de dorado con lentes en forma de corazón y gigantes auriculares cuelga del techo, forma parte de la serie Engendros que consiste en sentir el efecto que nos provoca ver una parte de lo que somos.
La potencia estética de las esculturas de este artista proviene de su sólida formación. Dowbley es arquitecto -recibido de la Universidad Nacional de La Plata- y luego de desempeñarse profesionalmente en esa área, vuelve a la universidad pero esta vez para estudiar Escultura en la Facultad de Bellas Artes. Su visual se exp ande luego de formarse en el taller de Enio Iommi, un escultor italiano cofundador de la corriente Arte Concreto en Argentina. “Yo por la formación de arquitecto, siempre pienso en el espacio tridimensional por eso me dediqué a la escultura, porque escultura es volúmen la podés recorrer y tiene miradas distintas desde cualquier lugar”.Las esculturas y las instalaciones de este artista visual denotan su afición por trabajar con materiales desechables. “Intento que en una obra todo tenga el mismo sentido. Utilizo elementos comunes para que el espectador llegue al mensaje, tras reflexionar un poco”, dice el artista plástico. “Una expresión plástica debe llegar al concepto, es decir que intento que cuando alguien se pare frente a mi obra, piense“. En un rincón del atelier, el artista plástico guarda en contenedores objetos de la vida cotidiana que recoge de la calle o que le acercan los conocidos. Todas piezas desechables. El artista los interviene, los deforma y reformula para crear obras con el espíritu crítico del arte, poniendo en debate ciertos aspectos disfuncionales de las sociedades.
En la época del megacanje, operación financiera llevada a cabo por De la Rúa en 2001, Dowbley quiso reflejar los días de corrida cambiaria y depreciación del peso. Así creó una de sus obras más exitosa: “Deuda externa”, una corbata estampada con billetes de 100 dólares que en su extremo lleva una soga. “Esta obra sigue vigente. Porque siempre nos tienen agarrados del cogote”, señala el artista.
En la sala principal de su atelier podemos ver también la réplica de “La Ola”, una pieza de gr andes dimensiones que fue instalada entre las recovas de la zona histórica de la ciudad de Luján allá por el 2010. En aquella oportunidad, Dowbley había logrado poner de manifiesto la importancia del trabajo colectivo, promoviendo la participación de más de doscientos alumnos de escuelas de ese distrito, quienes construyeron una ola gigante de 10 x 4,5 m, con 10.000 botellas de plástico descartables.
Por otro lado, el artista ha creado obras impulsados por la sensibilidad personal. “Este es un homenaje a mi padre, que trabajó 45 años en el Banco Nación con la Remington·, dice emocionado Dowbley frente a la obra “Dejándolo todo”, un escritorio con máquina de escribir y otros objetos intervenidos. “Para obtener el puesto, tuvo que rendir examen 70 palabras por minuto”, asegura.
Actualmente, Horacio está trabajando en una obra que habla sobre inseguridad, con tenedores de plástico fundidos. Además, por estos días se acaba de inaugurar la muestra colectiva “Identidades” en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti de Buenos Aires en donde expone una de sus últimas obras.
“Montar una exhibición de esculturas en nuestro país es muy difícil”, dice Dowbley. “Las salas sólo están preparadas para muestras de pinturas o fotografías. Con las esculturas, los traslados de las obras son más dificultosos, hay que encontrar un espacio propicio, la iluminación hay que acomodarla… y hay que seguir de cerca el montaje” explica el artista y agrega: “en el exterior tenés un equipo de personas a tu disposición”. Horacio Dowbley ha llevado sus trabajos al museo de León en España , al Museo de las Américas en Miami, a la Bienal de Berlín, a la Agora Galery en Nueva York, al Festival Cultural Habana en Cuba, a la Casa Colón en Huelva en España, etc.
Recientemente, Horacio Dowbley tuvo su reconocimiento en la ciudad de la Plata. Fue declarado personalidad destacada de la cultura por iniciativa del Concejo Deliberante. Entre los fundamentos, se menciona “el espíritu crítico de su arte y su intención manifiesta de reflexionar acerca de nuestro funcionamiento como sociedad”.