Por Silvina Baldino
Al igual que el vino, el té y otros alimentos también se catan. Las razones por las que se hace son varias. En algunos casos se trata de evaluar su calidad, una herramienta de la que disponen los profesionales que se dedican a la comercialización del té, y en otros casos con sentido hedonista, simplemente jugando a identificar el amplio abanico aromático de los tés, comparando diversos tipos, diferentes cosechas, orígenes, etc.
Con el inicio del otoño llegaron las degustaciones de infusiones calientes. Este fin de semana estuvimos catando tés de la mano de expertas. Una oportunidad para entrenar los sentidos (vista, nariz, paladar) y descubrir un maravilloso universo de aromas que difícilmente podríamos imaginar en un té, además de conocer un poco más sobre esta infusión milenaria.
Laura Imaz es sommelier de té certificada. Este sábado ofreció una cata de té en la Estancia Santa Angela situada en Bavio. Un grupo de entusiastas reunidos en el salón comedor del hotel dispuestos a conocer más sobre esta bebida y a disfrutar de rica una merienda.
“El té proviene de una planta que se llama Camelia Sinensis, que da unas flores blancas; y de este tipo de Camelia se extraen todas las variedades de té” comienza la sommelier, “lo que va a variar es el tipo de procesamiento que se le da a las hojas de la planta”. La cata guiada fue pensada para conocer y diferenciar las principales variedades de té: blanco, verde, negro y Oolong. Laura seleccionó té de un mismo productor: Kaeriyama de la zona de La Estrella en Misiones. Un primer paso, reconocer las notas de cata características en las hebras, y luego las mismas ya infusionadas.
Más tarde, una merienda con maridaje que incluyó preparaciones de pastelería artesanal de Dalicia (@dalicia_ok). Scones, pepas cheesecake, lemon pie, y algunas opciones saladas para coronar la tarde. Todo en un marco increíble de naturaleza campera que se podía vislumbrar a través de los ventanales.
Degustación de tés en Mora
Tarde de domingo en Mora junto a la sommelier Alejandra Castillo, embajadora del Club del Té en La Plata y creadora de blends con su proyecto Plan Té. Una veintena de asistentes y una cata guiada con cosas ricas de la pastelería de City Bell para acompañar.
Una merienda diseñada en conjunto con Carolina Lucesole y Leandro Pontalti de Mora. La propuesta: maridaje en 4 pasos. La experta habló sobre la procedencia del té, explicó cómo preparar un buen té en casa y guió la cata de infusiones que se fueron sucediendo a cada paso.
Comenzamos con el té Oolong (popularmente llamado té azul) que maridamos con un exqusito alfajor de pistacho con ganache de chocolate blanco. Un segundo paso catamos “Primavera en oriente”, un blend de tés verdes y blanco; y acompañamos con un scon clásico con brie y pera y nuez crocante. Luego llegó el Earl Grey, el clásico blend de té negro con bergamota junto a una porción de Cheesecake de 3 chocolates con crema de naranja. Por último nos sorprendimos con el “Candilazo en el bosque”, un blend con base de puerh (té rojo) y que se sirvió bien frío; para acompañar Carrotcake especiado con frosting de chocolate blanco.
En cada tiempo percibimos aromas y sabores de las infusiones, así como el efecto que nos provocaba en el paladar cada maridaje.
Para enterarte de las degustaciones, seguir a @lauraimaz y a @plan_te_sommelier