Por Silvina Baldino
Si hay fusión de sabores que sea con el legado de inmigrantes. Porque si hay algo amigable al paladar argentino es la cocina de España. Con esa premisa empezó a construir su identidad Sophia La Perra, la nueva apertura gastronómica en City Bell de la que todos hablan.
Luis Carrasco y Mauro Di Prinzio son amigos. Se conocieron se conocieron estudiando en el Cordón Blue de Madrid. Luis es español, nacido en Cádiz; y Mauro, argentino oriundo de Ranelagh. Llegaron a la Argentina con ganas de generar un espacio propio, donde puedan desarrollar sus ideas creativas con la fusión de sabores. Eligieron las afueras de City Bell y montaron su cocina en el medio de la nada. Armaron un equipo y decidieron lanzarse con las cenas por pasos.
El nombre del lugar remite a la mascota rescatada de la calle y que ahora habita el lugar. Sophia La Perra es un restaurante con una estética que va en la línea de la sustentabilidad. Fue montado en containers; se reciclaron maderas y mobiliario en desuso con la ayuda de Nadia (En el Campito) y Mara , quien se encargó del retapizado de sillas y sillones.
En Sophia La Perra la ambientación es intimista. Telas, alfombras, luces bajas y candelabros con velas para una ambientación mágica. Y por supuesto que la cocina a la vista. Un lugar descontracturado, donde la formalidad sólo se deja ver al momento en que los cocineros presentan cada plato. Cada mesa tiene su living para que te puedas ir a sentar cuando quieras, entre paso y paso según la dinámica del despacho.
Una cocina de calidad, con un menú de fusión de cocina argentina y española creada con productos locales y algunos traídos especialmente de España. Cocina salvaje de Mar y Tierra a base de fuegos. Propuestas temáticas que van rotando cada fin de semana. Hubo tributo al arroz, una exploración al potencial gastronómico; tributo a Tandil, con productos que los mismos cocineros trajeron en el día de la localidad serrana; y por supuesto noches íntegramente españolas, con ingredientes como pulpo, atún rojo, jamón ibérico de bellota. La propuesta viene con o sin maridaje. También hay vino por botella y servicio de descorche.
La experiencia
Llegar a Sophia La Perra no es complicado. Una calle asfaltada en la zona de countries te lleva a un paraje rural donde podés apreciar el cielo estrellado. Detrás de un portón de chapa un imponente restaurante de estilo rural, que nos remite a un granero. Dejamos el auto en el estacionamiento y caminamos hacia la entrada del restaurante. Una huerta con aromáticas y un espantapájaros, y las banderas de Argentina y España nos anticipan el concepto del lugar.
Al entrar, te reciben con una copa de espumoso de bienvenida. Cuando están todos los comensales en el lugar, se inicia el repertorio de platos. Entre paso y paso, los cocineros alzan la voz y presentan los platos. El fin de semana último el menú estuvo centrado en la cocina de España. El maridaje de vinos, por la sommelier Soledad Villamor. Iniciamos con unas Almejas a la marinera con vino de jerez, ajo y cayena, un plato típico de Cádiz. Los cocineros le añadieron unas vieiras al horno de leña para darle un toque diferente. Maridamos con un blanco Pedro Ximenez.
Continuamos con una Tosta de mojama (atún rojo traído de España) con dulce de tomate platense, un plato tratado con una delicadeza absoluta. Para acompañar un rosado mendocino de uva Malbec. Luego fue el turno del Salmorejo cordobés, un plato frío típico del sur de España que se toma todo el año. Una especie de gazpacho pero con más cremosidad. Va terminado con un poco de yema de huevo, pepino picado y jamón ibérico de bellota. Maridamos con un Malbec 2021 mendocino.
Después vino el Cazón de adobo gaditano (de Cadiz), super especiado, y frito en harina de garbanzo. Se acompañó con 3 mayonesas, una de ajo negro, kimchi y de limón. Para beber, Pinot Noir 2019 de Valle del Uco. Más tarde, Fideuá de asado y chori con fideos y un caldo de hueso hecho al horno, bien tostado. Malbec 2020 Reserva de Luján de Cuyo, Mendoza. Para finalizar, el postre. Churro español con chocolate amargo. Espumante dulce natural.
Se apagan los fuegos. Es momento de relajar. El servicio ha finalizado, pero el espíritu lúdico de la propuesta invita a quedarse en los sillones junto a los fogoneros. Los cocineros se acercan con copa de vino en mano y entablan diálogo con los comensales. Es momento de disfrutar de ese encuentro cercano con esta dupla de cocineros que de sus experiencias en las cocinas de España supieron tomar lo mejor, incorporarlo y hacerlo propio.
Sophia La Perra
– Es un restaurante “a puertas cerradas” porque sólo podés ir si tenés una reserva (por DM de Instagram).
– La dirección es secreta, se comparte cuando haya sido confirmada la reserva.
– Los miércoles publican en las redes el menú del fin de semana.
– Abre sólo los viernes y sábados a las 20.30. El servicio empieza a las 21.00 y dura aproximadamente 3 horas.
En Instagram: @sophialaperra.cb