Por Silvina Baldino
Fue el primer bar de mate de Latinoamérica y funcionaba en La Plata. Matea abrió en 2018 de la mano de Uriel Charne, sommelier de yerba mate. El lugar fue pensado para crear una comunidad que desea interactuar con expertos y otros tomadores de mate. Los fanáticos de esta tradicional infusión podían sentarse a matear y comprar las yerbas orgánicas de la marca, además de mates, bonbillas y otros accesorios que forman parte del ritual. Cada tanto, había clases y degustaciones.
Pero este año, Matea tuvo cambios. Uriel decidió fusionar sus profesiones (es licenciado en Turismo, además de sommelier) y mudó Matea a Buenos Aires, una ciudad con una enorme afluencia de turistas de todo el mundo. La idea: ofrecer una experiencia completa a quienes quieren conocer los secretos del mate.
“En MATEA EXPERIENCE vas a aprender a preparar tu primer mate. Esta masterclass mantendrá despiertos tus cinco sentidos”, reza en la descripción de las plataformas virtuales (Tripadvidor, Airbnb, etc) donde Matea ofrece la experiencia. Uriel formó un equipo para poder llegar a todo tipo de público. Hay clases magistrales de hasta 8 personas en inglés, portugués y por supuesto en español. El lugar: un moderno local en el barrio de Recoleta.
La experiencia de cata
Un encuentro alrededor de una barra de mármol diseñada especialmente para el lugar. Uriel comenzó con un recorrido por la historia del ritual del mate, los orígenes de las plantaciones de yerba mate, los procesos productivos, cómo diferenciar tipos de yerba, y qué tipo de acompañamiento funciona mejor según la variedad que se elija.
Percibimos con la vista los colores y los componentes de cada una de las yerbas (hoja gruesa/fina, palo y polvo). Descubrimos el sonido acercando un puñado al oído y presionado con los dedos para escuchar el crujido. Respiramos profundo y olimos.
Antes del primer mate, Uriel te enseña cómo cebar correctamente para lograr una degustación perfecta: ¾ de mate con yerba, agitarlos para obtener una mezcla homogénea, servir agua tibia en la cavidad, colocar la bombilla, cebar con agua caliente (entre 75° – 80°) en el sector donde está la bombilla, y disfrutar.
Saboreamos distintos blends y acompañamos con delicias pasteleras (dulces y saladas, de acuerdo al tipo de yerba que estábamos degustando). Con cada prueba, una charla compartida con Uriel y los participantes.
Después de pasar por esta Experiencia Matea, los mates ya no serán los mismos. Aprendimos a hacer una elección correcta de yerba; que el palo le da equilibrio a la infusión y el polvo hace que no se te lave el mate; a detectar cuando una yerba no está bien seca. Aprendimos que la yerba mate tiene infinidad de propiedades saludables y que cada detalle altera el producto. Porque tomar mate forma parte de nuestra identidad, hay que honrar este ritual de la mejor manera.
Matea
Dónde: Ayacucho 1538, Recoleta (CABA)
En Instagram: @somosmatea