Por Silvina Baldino
474 y Jorge Bell, una esquina emblemática de City Bell con una energía mágica espontánea. Quienes llegan a estas coordenadas, compran algo rico en la panadería artesanal, se cruzan al bioalmacén para sumar productos a la alacena, pasan por la librería a bucear por algún nuevo título y se llevan un ramito de flores a casa.
Ya han pasado sábados con propuestas de encuentro (con músicos y artistas) en esta esquina con un paisaje residencial único, con veredas generosas y abiertas, árboles antiquísimos ahora con los amarillos del otoño, y los sonidos de la naturaleza. Acá, un recorrido por los espacios de esta esquina con sinergia emprendedora:
▸ El Arrobo
Desde hace varios años, el panadero Sebastián Pérez conquista al público de City Bell con sus panes con masa madre centenaria, una masa madre que ya cumplió 100 años y que fue Mauro Colagreco quien le obsequió a Perez la “maternal masa”. Cabe destacar que Pérez es fotógrafo profesional y dejó todo para adentrarse en el universo de la masa madre, convirtiéndose en pionero de esta tendencia. Para enaltecer el trabajo artesanal y que la harina sea perfecta, en 2019 El Arrobo comenzó a sembrar propio trigo y a hacer su propia molienda mediante un molino de piedra en la misma panadería. Es así que en este lugar se sigue un modelo de producción, donde lo principal es la sustentabilidad, la conexión con la tierra y la escala humana.
El Arrobo cerca del 80% de los productos están preparados con harinas integrales. Rústico, pan lactal, focaccia, brioche, baguette de campo con semillas de chia, y más. Casi no se utiliza harina blanca, sólo en las baguettes y el pan de campo combinado. Además, en el lugar se pueden conseguir creaciones dulces (muchas de ellas con técnicas francesas) como crujientes medialunas, tortas rubias, pan de chocolate, pasta frola, cookies, scons, caracolas de masa hojaldrada con nueces y pasas, o piezas de hojaldre con pastelera y pistacho.
▸ Patio Interno
“Cuando uno dice ‘esquina’ la idea que aparece inmediatamente es la territorial. Pero yo creo que cuando nosotros (Seba de “El Arrobo”, Ana y Silver de “Mujumama”, Leo de “Vengan las flores”), decimos ‘esquina’ estamos hablando de un concepto más vinculado a lo humano, a la amistad y a las formas que elegimos para emprender” asegura Federico Navamuel, el creador de Patio Interno Libros junto a su compañera de vida Florencia. Según él, todo se fue dando en el marco de una convivencia “con nuestras opiniones, particularidades, coincidencias y diferencias, aceptamos la diversidad como eje rector y el respeto por el otro como algo fundamental. Y hoy estamos felices de haber encontrado este grupo con el cual compartimos nuestros días, ideas y proyectos. Uno puede decir sin ruborizarse, que tenemos la suerte de estar en una de las esquinas “más lindas de City Bell”. Su ubicación es privilegiada, relativamente tranquila y, según nos dicen los propios vecinos, mejoró desde hace un tiempo por los emprendimientos que confluimos en ella”.
En Patio Interno vas a encontrar libros que están al alcance de sellos editoriales clásicos, pero con una puesta en valor de los proyectos independientes y artesanales, con calidad editorial. Hasta hace unos días, el local ocupaba sólo una pequeña porción de la esquina. Remodelación mediante, gracias al trabajo de Mariano (responsable de MAS arquitectos) y de Florencia, quien se encargó de la ambientación del lugar, hoy Patio Interno luce ampliado y tiene acceso por la ochava. “La ampliación se da en un momento complejo pero exacto. Sobre todo, por la gran cantidad de libros que tenemos acumulados y que seguirá creciendo. Lo aprovechamos, además, para darle continuidad espacial a la idea original: la librería como un espacio de encuentro”, dice Federico.
Patio interno sumó nuevos ambientes, una mesa para talleres, una pequeña tetera para convidar infusiones a quienes pasan por la librería en la búsqueda de algún título. Además, se dieron el gusto de agregar algunos elementos por fuera de lo convencional y así elastizar la idea de librería que se tiene en general. “En lo que hace a la literatura, seguimos sumando sellos independientes (que son los que más nos interesan), mientras esperamos que se reactiven las ferias nuevamente. Pensamos poder llevar adelante talleres vinculados a la lectura y la escritura. A la traducción. A la edición. Hay muchas ideas”, cuenta. “De a poco y con el tiempo, creo que podremos ir concretándolas. Estamos rodeados de amigos y amigas muy vinculados a la literatura (sea desde la literatura, la escritura, la poesía o la edición), y eso nos deja muy tranquilos”.
▸ Mujumama
Hace un año, Ana y Silver (Silvestre) -una pareja con 2 pequeños hijos- tomaron la posta de Mujumama, un biomercado creado por Amalia, quien durante varios años cuando las tiendas naturales no eran un boom. Ana es prima de Federico, de Patio Interno. Y así se va conformando esta particular esquina en familia. “Al principio quería poner una dietética ambulante, y cuando mi primo me dijo que Amalia estaba pensando en jubilarse para pasar más tiempo con sus nietos y su familia, me contacté con ella, charlamos y al poco tiempo ya estaba instalándonos en Mujumama”, cuenta.
Este local de productos naturales está conformado por una gran familia. Y así lo siente Ana. “Detrás de Mujumama también está Ingrid, Gastón y Mauro, quienes nos ayudan con el tema de empaquetados, y la cocina”, cuentan. En este biomercado vas a encontrar productos naturales “y en su mayoría orgánicos, es decir sin agroquímicos. Desde frutas y verduras hasta legumbres, aceitunas y lácteos. La idea es incorporar la mayor variedad de productos orgánicos enfocándonos en los pequeños productores”, dice Ana.
Comida sin tacc, de harinas integrales y veganas; viandas, una heladera con productos sin lactosa; hierbas; bolsas de lino; hamburguesas de legumbres de pequeños emprendedores gastronómicos; cada semana un eco cajón con frutas y verduras orgánicas; y cosmética natural, otro de los fuertes de Mujumama. “Apuntamos a evitar productos procesados, por lo que fomentamos el consumo de lo artesanal, como alfajores, budines, galletas artesanales, productos regionales de Argentina como lo que traemos de Córdoba y Mendoza”, cuenta Ana, quien además rescata el valor de Mujumama como “un lugar sincrónico desde lo espiritual, porque se aprende mucho de los clientes. Vienen muchos nutricionistas, instructores d eyoga, alimentación consciente, ayurveda, astrología… intercambiamos información y eso también es lindo. Mucha consciencia de aprender de los demás y es mutuo”.
En este biomercado la dinámica de la esquina funciona a la par. “Los días en que Leo no está (Leo Vaca, de Vengan las Flores) le vendemos sus flores o servimos como punto de entrega. también a Federico de Patio Interno, en época de restricciones (como la de ahora)”, dice Ana y sintetiza el espíritu de la esquina: “Siempre fue linda la comunidad que armamos, si alguno tiene un problema nos ayudamos, Nos respetamos mucho para cada uno de su rubro, conoces gente… y lo lindo de esta esquina es que podés pasar a buscar un libro, pasar por Mujumama, llevarte algo de la panadería artesanal, y también un ramo de flores”.
▸ Vengan Las Flores
Leo Vaca es fotógrafo, -con más de veinte años de trayectoria- y desde hace unos años despliega sus habilidades artísticas en las flores. “Yo no sé nada de plantas, armo ramos desde lo visual y lo artístico”, confiesa. Con “Vengan las Flores”, el artista visual encontró la manera de fusionar el arte con la naturaleza, y su arribo a esta esquina de City Bell no fue casual.
Leo Vaca y Seba Pérez son amigos. Ambos trabajaban como fotógrafos profesionales en un medio gráfico nacional (Clarín). Seba encontró nuevo rumbo en su vida (panadería artesanal) y hoy se volvieron a encontrar en esta esquina. Comenzó con un puesto ambulante iniciada la pandemia, los sábados, cuando nadie ofrecía flores naturales. ofreciendo además un té calentito. Luego montó su proyecto en la esquina. Ahora, volvió a su vieja modalidad ambulante para dar lugar a la ampliación de Patio Interno.
“Yo soy fotógrafo, y lo de las flores para mí es un ejercicio artístico, es hacer una performance”, cuenta Leo. “De golpe estaba con mi amigo, frente a frente fue muy lindo… y siento que soy parte de esta fusión de la esquina, porque soy amigo de Fede (de la librería) y de Seba”. “Esta es una esquina única por su paisaje, el verde, la calma. Tan cerca del centro pero a la vez tan distinto”, y asegura que “el responsable de esta increíble energía que se formó es Seba Pérez con la panadería El Arrobo, allá por el 2015”.
“Cada uno de los espacios de esta esquina siempre tuvo su impronta pero no unificado. Y la llegada de la librería hizo que se generara una energía muy particular, con un ida y vuelta. Durante este último verano hicimos eventos compartidos en la esquina, con artistas y música en vivo. Fue como darle a la comunidad como un agradecimiento y generar un poco de empatía en este momento tan particular por el que estamos viviendo”.
Los eventos en la esquina están suspendidos. Sin embargo sueñan con poder volver a generar momentos compartidos con la comunidad citibeleña en un marco cultural y con espíritu de reencuentro.
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