Por Silvina Baldino
Hay muchas formas de disfrutar de una cena. Las mejores son junto a seres queridos, en un ambiente tranquilo y con los sentidos dispuestos a percibir aromas, colores y sabores. En La Plata, un nuevo restó permite vivenciarlo. Se trata de Espacio Renato, un lugar pensado en los detalles, donde la idea no es simplemente “probar un poco de todo” sino vivir una experiencia gourmet completa, desde el aperitivo hasta el café de sobremesa.
Detrás de este proyecto está el chef platense Renato Rosano, quien después de haber trabajado durante 20 años en diferentes restaurantes de Europa (País Vasco, Inglaterra) volvió a su ciudad para compartir todo su caudal de experiencia. En agosto último, abrió en Ringuelet su propio almacén de comidas con servicio take away: Abrebocas. En pleno Camino Centenario la gente hace un stop para hacerse de algún plato gourmet, postres, panes, pastelería, productos delicatessen o algún vino. Un par de meses después, en un sector lindante al almacén inauguró Espacio Renato; y para la apertura de este sector, el chef cocinó junto a su colega y amigo Christophe Krywonis. Este lugar está dedicado a transmitir la pasión de Renato por la cocina, y funciona sólo los sábados.
En Espacio Renato impera un ambiente cargado de discreción. Los colores son sobrios y la música suena muy suave. Desde el salón -en el que sólo pueden ubicarse hasta 30 comensales- se puede observar la cocina y el incesante trabajo de Renato y su equipo de colaboradores. Un detalle de autenticidad que potencia la experiencia. Su carta se renueva cada sábado, y el foco está puesto en la frescura y estacionalidad de los ingredientes. Y el menú consiste en disfrutar de varios pasos con sus emplatados “artísticos”.
“Abrir los sentidos al placer de comer”, reza en la carta. Una copa de vodka con jugo de maracuyá, semillas de girasol caramelizadas y unos pancitos caseros con semillas, olivas negras y pasas para abrir el paladar. El aperitivo suele consistir en tres fingers. Esa noche nos tocó degustar mini burguer con calamar, croqueta de bacalao y pan de especias con atún. En este lugar la carta de vinos no es amplia pero las etiquetas han sido cuidadosamente seleccionadas. Luego de descorchar un Malbec 2017 de Tupungato (Desquiciado), nos sorprendieron con la entrada. En este caso degustamos jibia a plancha (un molusco de carne blanca traído desde la costa norte de Chile), tentáculos, espuma de papas, ajo, morrones asados y vinagreta de verdeo. Delicioso.
Como plato principal suelen ofrecer dos opciones. Nosotros optamos por disfrutar la combinación de sabores y texturas del cordero lechal (en dos cocciones) con quinoa, tapenade y salsa de cori andro. Otra opción era el lenguado a la plancha con ensalada de tomates, albahaca, carpaccio de hinojo y salsa de limón. Para relajar el paladar, el menú ofrece un pre dessert que en este caso consistió en un shot de panna cota de maracuyá y compota de cítricos. Y finalmente llegó el postre emplatado con un húmedo de chocolate, damascos salteados lav anda y helado de vainilla. Para coronar la noche, unos petit fours acompañados por un rico café.
En Espacio Renato el menú de pasos está pensado a la perfección tanto en un plano culinario como estético. Pero además, nada decepciona. El servicio cálido (sin aturdir al comensal) y el saludo final de Renato Rosano de mesa en mesa cierra el círculo virtuoso de este espacio pensado para comensales ávidos de sensaciones nuevas y paladares abiertos.
Espacio Renato – Abrebocas –
Dónde: Camino Centenario, e/ 509 y 510, Ringuelet (La Plata)
Horarios: Espacio Renato: sábados a partir de las 21.00 / Abrebocas (almacén de comidas): martes a sábado de 10 a 14.30 y de 18.00 a 22.30.