Virginia Ucar es platense. Viajó junto a Mauro al sudeste asiático antes de que la OMS declarara al coronavirus como pandemia. Hoy está, como otros 300 argentinos, varada en Tailandia. Tenía pasaje de vuelta el 28 de marzo por Qatar que la linea aérea ya no está operando. El gobierno argentino no le dio permiso desde la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) y sólo autorizó a una única aerolínea con garantía de vuelo hasta el 30 de Marzo: Ethiopian Airlines.
Con boleto “salvador” en mano, Virginia se animó al VIVO en Instagram dialogó con #PintaMag. Nos contó sobre cómo está el panorama en Bangkok, la desidia de la embajada argentina para con los vuelos de repatriación, y la vulnerabilidad que se siente estar en el otro lado del mundo en situaciones dramáticas. Aquí la transcripción del diálogo intercalado con imágenes que tomó Virginia durante estos días en el sudeste asiático (Myanmar y Tailandia).
Cómo viven esta situación en Tailandia
“Las restricciones empezaron a llegar hace unos días, aunque todavía se ve algo de gente por la calle. Lo que sí, el turismo que bajó muchísimo. Acá nadie resigna estar adentro; con barbijos, alcohol en gel y demás, la gente trata de estar no totalmente encerrado.
Esta situación es global y hay varios factores que lo hacen complejo, especialmente a los que estamos viajando. La realidad es que la mayoría de los argentinos que vinimos a Tailandia lo hicimos con un pasaje de ida, uno de vuelta y una logística de viaje propia que uno organiza para venir a Asia. Para quienes no han tenido oportunidad de venir, Asia es un continente súper amable, muy fácil de manejarse, muy fácil de subir a un low cost y bajarse en otro país…es un poco lo que ocurre en Europa. Uno no se queda quieto en un solo país.
Asia tiene grandes puertas de entrada: la principal es Bangkok, por una cuestión de tarifas; otra puede ser Singapur, pero el precio es un poco más alto; e inclusive puede llegar a ser Kuala Lumpur y luego Tokio en Japón. Entonces la mayoría de la gente vuele hacia Bangkok y vuelve desde Bangkok.
Desde los primeros días de febrero y hasta el 2 de marzo, la logística propia fue la misma. A partir del decreto en Argentina, con la restricción de las aerolíneas para poder volver, comienza a hacernos un poco de ruido de cuándo y quiénes van a volver.
Esos primeros días de marzo, no teníamos bien claro porque las aerolíneas seguían operando. Vale decir que las aerolíneas que vuelan desde Asia hacia Buenos Aires suelen ser Emirates Airlines, Qatar Airways, Turkish Airlines y Ethiopian Airlines. No son vuelos directos pero te garantizan la ruta para que llegues a Buenos Aires. Lo que sucede, a partir de ese decreto es que sólo algunas aerolíneas pueden regresar al país. Obvio que por una necesidad de no llevar extranjeros, y para cerrar las puertas al continente asiático porque lógicamente el virus tiene su origen acá. Pero lo que se hizo también fue restringir las vías por la cual los argentinos que estamos de este lado del mundo puedan regresar a su país.
Lo que se hizo fue autorizar a Ethiopia Airlines mediante la ANAC para que sea la encargada de repatriar a los argentinos, pero lógicamente una única aerolínea no da abasto para hacer esa repatriación. Y a partir de ahí, esas mismas aerolíneas la cual el gobierno les prohíbe volver, empiezan a cancelar ruta porque ya no tienen ninguna necesidad de operación de negocio. De alguna manera les dimos el argumento perfecto para retirar sus rutas. Entonces empiezan a cancelar las rutas que teníamos la mayoría de poder volver. La aerolínea de bandera es la que tienen que operar para la repatriación -como indica el decreto-, pero Aerolineas Argentinas no vuela al sudeste asiático por lo que ellos trataron de reemplazarlo por Ethiopian Airlines, pero lógicamente esta aerolínea no da abasto para cubrir la demanda que tuvo Qatar, Turkish y Emirates .
¿Cual es la situación al día de hoy? La mayoría delas aerolíneas dejaron de volar. Hay mucha gente repartida por todo el continente asiático queriendo volver a Tailandia porque su vuelo regresan de Bangkok; y se suma el inconveniente de que Tailandia también se empezó a cerrar. Hoy están pidiendo un seguro médico de 100 mil dólares que te cubra Coronavirus, y un test de salud que garantice que estás libre de Coronavirus. O sea no sólo no podés volver, sino que también tenés que tener ese tipo de papeles que garanticen tu retorno.
Filipinas declaró estado de sitio y hay mucha preocupación porque han cerrados hostels, restaurantes, todos lugares de reunión común.
Lo que está pasando acá es que hay un grupo de argentinos, que estamos permanentemente comunicados, tratando de ver de qué manera colaborar y hay dos personas que tienen una agencia de turismo acá (Destino Tailandia) que están haciendo esfuerzos enormes para que todos podamos tener respuestas a las incertidumbres que hoy tenemos.
Es bastante angustiante ver la gente tratando de tomar un vuelo de Qatar (los vuelos están sobrevendidos). Encontrar un ticket en clase business a precios desorbitantes. La ruta está activa. El problema básico es hasta cuándo se puede volar, y esa es la gran incertidumbre.
La ANAP tiene vuelos autorizados hasta el 30 de marzo. Qatar hasta el 25; hay vuelos de Qatar para el 26 y el 28 pero no confirman que puedas regresar. Emirates y Turkish cancelaron la ruta.
Muchos han decidido quedarse. En vez de gastarse el dinero en pasaje, que tampoco garantiza que puedas comprar, prefieren quedarse acá para ver qué sucede más adelante; pero tampoco se sabe si van a volver a operar esas rutas.
A la espera de una solución
Hoy la realidad es que el gobierno debería extender las licencias de la ANAC tanto para Ethiopian como para Qatar para resolver la situación de argentinos que necesitan volver y pensar con criterio en una logística para que su vuelta a casa de una manera normal y hoy no la tiene. No sólo por las medidas que toma nuestro país, sino porque los países acá en Asia están tomando sus propias decisiones como cerrar puertas y ventana, lo cual dificulta mucho más como estrategia para planear la vuelta.
En lo personal pudimos encontrar una solución con Ethiopia (hoy a último momento conseguimos en el último vuelo autorizado por ANAC). Peor no soy yo, es toda esta gente que podría estar contando esta historia en sus múltiples versiones. La angustia que te da que vos tenés una solución y que se la acabas de sacar a uno que viene atrás tuyo.
No hay muchas alternativas posibles. Tampoco podés volar hacia Uruguay o Chile porque los países no reciben extranjeros, ni siquiera en tránsito como es el caso de Chile.
Hoy parece que las alternativas posibles: volver en un vuelo de Ethiopian, y esperemos que pueda seguir operando en abril. O tomarse un tiempo acá, para cuidarse, recuperar las energías, y esperar que pase un poco la tormenta y entender un poco cómo podría llegar a ser esa vuelta. Algunos argentinos les están buscando la vuelta. Han alquilado casas en las islas del sur. Las islas del sur de Tailandia quizás hoy sea el mejor refugio, porque hay poca gente, porque estás a 34 grados, pero también Tailandia empieza a cerrar los vuelos domésticos y vuelve esa incertidumbre de cuándo poder volver. Se han alquilado casas para reunirse y vivir un poco en comunidad, bajar los costos… Es increíble como la creatividad y la cooperatividad aparece, en lugares impensados y en situaciones dramáticas. Eso es muy rescatable.
Si te ponés a pensar, el dinero de un pasaje puede rendir en el sudeste asiático; es un montón de dinero para poder extender la estadía y pensar todo con más claridad. Esas son las alternativas o el plan B que tenés que tomar si no tenés alternativa de cómo volver.
Cómo vivió este “aislamiento viajero”
Ya uno acá no está de vacaciones, está en aislamiento. La comunidad asiática tiene un gran respeto por las enfermedades colectivas. No es una comunidad que sea egoísta con respecto al bien común. Entonces la dinámica de estas situaciones pandémicas, no digo que estén acostumbrados, pero sí son muy responsables en su manera comunitaria de actuar. Todo el mundo usa barbijo, no falta alcohol en gel en ningún lado; nadie se lo va a llevar; nadie te va a saludar y se te piden disculpas; se ponen la mano en el corazón para saludarte porque no te pueden tocar…. Nadie se comporta de manera irresponsable en los espacios comunes; esa es la realidad. Y lo que dice el Gobierno que no debe hacerse, no se hace. Por eso también facilita la conducta de uno… uno es occidental y viene con otro chip a veces y no te das cuenta. El universo común funciona en la misma línea y mi tarea fue un poco esa… acompañar el cuidado local que son razonables y que milenialmente lo tienen porque así es su cultura”.
Nosotros estuvimos en Birmania unos días y es un país que parece tener una particularidad: no tiene ningún caso registrado de Coronavirus, pero creo que es una cuestión de estadísticas, no crea que no lo tenga. Igual, tomamos recaudos. Y en las islas de Tailandia casi no hay turismo, por lo que el aislamiento que tuvimos se dio muy natural.
Bangkok hoy
Cuando en febrero llegamos a Bangkok estaba con cierto movimiento, aunque con mucho menos turismo que el de siempre. Esta última semana, cambió el panorama. En ese momento hubieron 45 casos y ahora estamos en poco más de 200. Entonces hay una preocupación grande. A partir de entonces se ordenó que se cierren restaurantes, bares. En algunos hay medición de temperatura, distancias de metro y media entre las mesas, casi todos los restaurantes te venden comida para llevar, se buscan alternativas para que la vida funcione “con distancia”.
Algunos estados también han cerrado las puertas y no reciben extranjeros, se empieza a complicar también la dinámica de transporte, entonces es preferible quedarse cerca del aeropuerto, en Bangkok porque las soluciones para volver lo más pronto están acá. Si hay alguien que está en Tailandia, que vengan a Bangkok que traten de buscar una soluciona acá, que se unan al grupo “Argentinos varados en Tailandia” que de verdad es un gran soporte; ay gente que no duerme para obtener respuesta y hay como un colectividad argenta que se está acompañando como una familia de expatriados , sin serlo”.
El rol de la embajada argentina en Tailandia
La embajada fue muy tibia en sus acciones. Nosotros escribimos y llenamos un formulario hace dos semanas y nunca hubo respuesta. Algunos de los argentinos que se acercaron esta semana hablaron con la embajadora y están activando la necesidad de buscar una solución para que haya mayor cantidad de vuelos para que puedan repatriar argentinos.
Es lógico que la dinámica de Argentina no está alineada con las necesidades que tiene la gran cantidad de compatriotas que hay acá. Con el agravante de tener mucha gente en los aeropuertos yendo y viniendo a ver si consiguen un vuelo en pleno foco de contagio. Tarde o temprano esa gente va a volver y es mejor esa gente repatriarla sana que repatriarla con algún problema, eso no hay duda.
Recién ahora la embajada está dando señales de respuesta. Lo que pedimos es que la ANAC autorice los vuelos que tiene pendiente autorización para garantizar la continuidad de los vuelos. No hacer eso, sería complejo. Porque es quitarle la logística a las aerolíneas. Las aerolíneas no sólo es cuestión de costos, sino que también tienen personal en tierra, de coordinación, de permisos, si eso vos lo discontinuas, es más difícil volver a ponerlo en funcionamiento. Por eso lo lógico es que Ethiopia y Qatar puedan ser autorizados por la ANAP para seguir volando.
El grupo de compatriotas Varados en Tailandia
Yo llegué a ellos por una entrevista que escuché en radio perfil a Leonardo Matheos. Lo contacté por Messenger y me uní al grupo. Es muy dinámica la comunicación entre todos. No hay liderazgos, todos saben en qué estamos. Se arman subgrupos para acompañarse o para resolver cuestiones puntuales (los que viajaban por Qatar, los de Turkish, los que están en islas… ) hay todo una comunicación fluida.
¿Ganas de volver a casa?
Sí…Fueron días angustiosos, porque uno está en el limbo, no estás acá, no estás allá..y de alguna manera no sólo somos nosotros . Ahora un poco más tranquilos pero con ganas de volver. Enfrentar el avión completo tampoco es una tarea sencilla.. estamos sensibles con eso, con laas distancias, pero bueno… confiados en todo va a salir bien”.
Fotos: Virginia Ucar