Detrás de la cuenta de Instagram @rulodeviaje se encuentra Dan Lande, un Licenciado en Administración de Empresas que dejó su trabajo de oficina para lanzarse a emprender en el mundo viajero. Su proyecto “Mundo Sandía” fue el puntapié inicial para que este profesional de la economía adopte un estilo de vida particular, donde la creatividad y los viajes logren fusionarse. Como fotógrafo aficionado logró su primer objetivo: tener una extensa colección de personas de todas partes del mundo comiendo o posando con sandías.
Luego creó La Boussole (@laboussoleclub), el primer club de viajeros de Sudamérica. También dictó cursos, conferencias y escribió su primer libro: “Viaje a la Tierra de los Pelos Lacios”, con relatos de su paso por Mongolia, China, Vietnam, Camboya, Tailandia, Malasia, Singapur, Filipinas, Sri Lanka y la India. Hoy está pasando la cuarentena en Buenos Aires, y en las redes sociales podemos apreciar cómo se reinventa con sus propuestas. En #PintaMag lo entrevistamos y hablamos de todo.
– ¿Cómo nació la cuenta @rulodeviaje?
La cuenta surge después de volver de un viaje de año y medio, en donde tenía un proyecto fotográfico (Mundo Sandía). Tenía mucho material, otras fotos e historias para contar del viaje que no sabía muy bien cómo mostrarlo. Un día empecé a usar Instagram, allá por el 2015, y a través de esa plataforma comencé a compartir mis viajes.
– ¿Y el proyecto Mundo Sandía?
Mundo Sandía surge durante ese mismo viaje que hice en el 2012. Tenía ganas de hacer algo que trascienda en cada lugar y se me ocurrió este proyecto fotográfico: gente posando con una sandía. Al principio me gustó por la estética, ver la gente con los rosados y los rojos de la fruta, pero después me fui dando cuenta que ese proyecto estaba generando algo más… empecé a descubrir que había algo más allá de la foto. Entender que la sandía era una especie de herramienta de exploración, que era un elemento fundamental para acercarme y conectarme con la gente en distintas culturas.
– ¿Crees que es algo terminado?
Cumplió cierto ciclo, pero siento que el proyecto puede resurgir, una especie de spin off. A partir de eso, el proyecto “Mundo sandía” pegó tan fuerte que mucha gente hoy me reconoce por esa movida; son muchos los que cada vez que ven una sandía se acuerdan de mí y me mandan fotos. Por eso creo que la sandía sigue vigente; y si tuviera que elegir un cierre de proyecto me gustaría ir a la Antártida, llevar sandía y hacer fotos en el polo sur.
– ¿En qué punto se une tu profesión como licenciado en administración y el oficio de ser viajero?
Creo que la carrera de Administración me dio herramientas para esquematizar, planificar y organizar mejor mis viajes desde una perspectiva más emprendedora, en lo que tiene que ver con el desarrollo de una marca de viajeros. Acá puedo hacer una diferencia en lo que es el viaje en sí, lo que me genera o me produce y lo que experimento viajando; y por otro lado en cómo organizo o cómo hago de los viajes un emprendimiento y de mi cuenta, una marca. Ahí creo que la carrera me dio herramientas para verlo y para pensarlo de esa manera.
– En 2014 decidiste crear un club de viajeros (el primero en Sudamérica) ¿Qué te impulsó a hacerlo?
Cuando hice ese primer gran viaje, no conocía a muchos viajeros… había renunciado a mi trabajo para ir a dar la vuelta al mundo. A mi regreso empecé a notar que había un montón de gente como yo que, después de una experiencia viajera intensa, tenía ganas de compartir esos viajes y no contaba con un espacio donde canalizarlo. Ahí se me ocurrió crear un Club, un lugar donde se puedan compartir estas experiencias de viaje, donde se puedan conocer eventos de las distintas culturas.. gastronómicos y demás, donde haya ferias de libros con autores independientes de viajes, y otras propuestas.
– ¿Cómo está funcionando en la actualidad?
El Club está un poco en pausa desde 2019 porque dejé el espacio físico donde funcionaba. Muchas de las actividades se suspendieron y otras siguieron de forma virtual, pero la verdad es que el Club había algo en lo presencial (noches de stand up, asados de domingos, etc) que en lo virtual no puede seguir, y esto era gran parte el valor y la riqueza del club. La intención es reabrir en otra sede y seguir con eso. Lo que sí continua con La Boussole es con la propuesta de cursos y eventos que se dan en distintos lugares, bares, espacios culurales…
– Los viajes hacen potenciar la creatividad… de esta manera surgió un libro. ¿Estás planeando uno nuevo?
Estoy con 2 libros en carpeta. Estoy terminando uno tiene que ver con un viaje que hice a Rusia; y empezando otro que tiene que ver con el proyecto “La Ruta de las bobes”, un viaje que hice el año pasado.
– Tu último viaje fue La Ruta de las Bobes ¿Sentís que era algo pendiente?
No sé si era algo pendiente. Creo que surgió la idea de hacer un homenaje de los platos rotos y viajar al pueblo de mis abuelo. No sé si era algo pendiente o atravesado desde hace años, sino que surgió esta idea y se fue dando sobre la marcha. se definiendo el proyecto sobre la marcha y tuvo más consecuencias que lo esperado.
– ¿Qué planes tenías para este 2020?
En esta primera parte del año tenía ganas de viajar por Argentina para dar charlas y dictar cursos por distintas partes del país. Además, había planificado quedarme en Buenos Aires para trabajar sobre el material del viaje de 2019 y transformarlo en contenido, en libro. Y la segunda parte del año pensaba viajar a algún destino fuera del país, pero nada concreto planificado.
– ¿Cómo es crear contenido viajero en cuarentena?
Creo que se dio como una reinvención, en cómo encarar los “vivos” de Instagram, en cómo crear contenido en video, por ejemplo a través de Google Street View. Creo que la cuarentena me ayudó a repensar algunas cuestiones de los contenidos o a inspirarme en contenidos de Instagram de mantener cierta.
– Has recorrido gran parte del mundo ¿Qué paisajes o experiencias te resultó más sorprendente?
Uhhh qué difícil… Creo que cada país tiene su magia. En cada lugar hay experiencias increibles para vivir, y no sé si tiene que ver con el país sino la manera en que uno se vincula con el lugar. A mí me gusta meterme más en lo cotidiano, en la vida local e involucrarme con el día a día … salirme del plano turístico y vivir ese tipo de experinçencias de compartir con la gente… vivir casamientos, vivir eventos regionales, locales, compartir oficios con gente muy distinta a mí y quedarme en las casas con la gente… creo que las experiencias pasan por ahí y que valoro como más significantes.
– ¿Qué es lo que más te gusta hacer cuando no viajas?
Creo que tratar de vivir mi vida igual que cuando no estoy de viaje trato de experimentar aquello que disfruto cuando estoy de viaje. O también algunas cosas que no se pueden hacer de viaje, esto de el vínculo con los demás, el estar más tiempo con la familia y amigos…
– ¿Algún plan viajero que tengas en mente? (cuando todo esto pase)
Tengo ganas viajar desde Turquía hacia China, hacer “La Ruta de la Seda” y desarrollar un proyecto por Asia central. También tengo ganas de una parte II de “La Ruta de las Bobes”. Y otro viaje inspirador es visitar los lugares de Rusia más recónditos.
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