Un poco más allá de la ciudad de Luján, un circuito gastronómico y cultural convoca gran cantidad de visitantes atraídos por su excelente gastronomía y ambiente de paz. Se trata de las localidades de Mercedes y su vecina Tomás Jofré, las cuales conforman una zona ideal para visitar un fin de semana de otoño.
La cercanía a Buenos Aires ha transformado a Mercedes en un importante centro mini turístico, con su hermoso entorno natural típico de la pampa húmeda que se puede apreciar recorriendo sus alrededores o avistando desde las alturas durante un vuelo en parapente.
El día se puede comenzar con un paseo por el casco urbano de la ciudad. En la plaza principal, una visita por su hermosa Basílica Catedral Nuestra Señora de las Mercedes, construida a principios de 1900, de estilo Neogótico Francés, donada por el matrimonio Unzué, cuyos restos descansan en la cripta debajo del altar mayor. Fue declarada Monumento Histórico Nacional el 15 de abril de 2010. También la Parroquia San Patricio perteneciente a la comunidad Palotina, con gárgolas en su frente y en su interior el órgano más gr ande de Sudamérica, con 4.700 tubos con carrillón traído de Alemania.
Los amantes de la arquitectura disfrutarán además de visitar el bello edificio de la Municipalidad de Mercedes, inaugurada en 1868, cuyo origen fue un cabildo de estilo colonial cuyo cielorraso superior –el del salón del Concejo Deliberante- fue pintado en 1902 por el artista Luis Colombo.
Pero si hay un lugar pintoresco y legendario, ese es La Pulpería de Cacho Dicatarina, que data de 1830, ubicada a la vera del río Luján, que tiene botellas y mobiliario de la época, declarada patrimonio Municipal y que fue visitada por “Don Segundo Sombra”. Ideal para tomar un aperitivo y escuchar a los paisanos tocar la guitarra y cantar.
Para hacer la previa al asado es en La Vieja Esquina, un viejo almacén de ramos generales, a pocas cuadras de la plaza principal, donde también se sirve la picada con el infaltable salame mercedino. No pidan café ni medialunas, allí solo se sirve salame, queso, aceitunas y vino.
Para la hora del almuerzo
Pegadito a la ciudad de Mercedes, se encuentra una localidad famosa por sus restaurantes de campo en los que se puede degustar la mejor carne pampeana, exquisitos fiambres caseros, panes y también una variedad de cocina típicamente rioplatense. Se trata de Tomás Jofré con una alta densidad de restaurante de campo: más de 15 restaurantes repartidos en un lugar donde viven sólo 1500 personas.
Todo empezó con Silvano, un almacén de ramos generales donde se vieron obligados a poner “tres o cuatro mesitas”, y luego a convertirlo en el primer recinto gastronómico de la zona cuando llegó a atender 70 mesas en una noche. Silvano, su dueño, se jacta de que ahí se comen “los mejores ravioles caseros de la Argentina”. Eso sí: hay que reservar con anticipación antes de ir porque siempre se llena.
La región cuenta ahora con unos 20 restaurantes que siguen la línea de Silvano, el pionero, ofreciendo siempre lo mismo: empanadas, pastas, ensaladas, papas fritas y asado a voluntad. Uno de los favoritos es Santa Victoria, frente a la ex estación del ferrocarril.
También en La Florinda se puede disfrutar de un costillar dorado en el horno de barro. Otro de los lugares más visitados es Fronteras, un antiguo almacén de ramos generales y despacho de bebidas devenido en restaurant. Desde el año 1948, pueden requerirse en el lugar los mejores salames mercedinos, excelentes pastas, buenas carnes y un sin fin de otras delicias de la cocina tradicional.
Si después del almuerzo hay ganas de hacer un paseo por la zona, lo mejor es sumarse a la onda gaucha y hacerlo a caballo. Para coordinar la cabalgata, una buena opción es que contactarse con Mariana, enfrente de Silvano. Los caballos están ensillados de forma simple para que no sea peligroso ni para los chicos ni para inexpertos.
Otra de las propuestas atractivas de la zona son los vuelos de bautismo en parapente y salto en paracaídas. Sólo basta con acercarse al aeroclub de mercedes y animarse a esta propuesta adenalínica, ideal para hacerla al caer el sol.