Inquieta, curiosa. Le agrada la fotografía y contar historias. Gilda Selis es una periodista platense apasionada por los viajes y por la escritura. Visitó 4 continentes y 22 países, y muchos de ellos sola. En su blog Mi Bitácora de Viajes (creado en 2009), donde vas a encontrar infinidad de historias de sus viajes, guías de destino y un montón de recursos para planificar viajes. Además, acaba de lanzar su tienda online con productos como libros de viajes de autoras como Aniko Villalba y Jime Sánchez, journals con disparadores y consignas para poder desarrollar la creatividad, cuadernos artesanales, entre otros productos. “La tienda está pensada para los amantes de los viajes y la papelería”, dice Gilda. “La idea es inspirar a viajar y a que las personas se conecten con su lado creativo y analógico”.
En una entrevista con #Pinta nos cuenta sobre su pasión por los viajes y el desafío de hacerlo en solitario.
– ¿Cómo surgió tu pasión por viajar?
De chica, mi madre me inculcó de niña la pasión por viajar; siempre que se podía viajábamos por nuestro país y me enseñó que era el dinero mejor invertido en la vida. Me acuerdo, por ejemplo, que para los 15 años cuando todas mis amigas soñaban con la fiesta yo ya había “decretado” desde los 8 que no quería una fiesta, sino un viaje.
A los 21 años, me fui tres meses a Nueva Zelanda con el dinero que tenía ahorrado por haber cobrado un seguro luego de haber tenido un grave accidente de tránsito a mis 19. Tenía muchas ganas de explorar el mundo y mucha curiosidad por conocer cómo se vive en otros lugares. Ese viaje fue inspirador, me abrió la mente y aprendí a confiar mucho más en las personas y me di cuenta que hay mucha más gente solidaria y dispuesta a ayudarte de la que nos hacen creer o nos muestra la TV.
– ¿Y cuándo y por qué decidiste hacerlo en solitario?
En el 2015 decidí irme de viaje sola a Brasil por varios meses. Hacía mucho que quería hacerlo y no me animaba. En el 2014 había tenido un año difícil a nivel personal, una de esas crisis donde vemos nacer oportunidades nuevas y sentí que había llegado el momento (es decir, enfrentar mis miedos) porque el momento justo, perfecto, nunca iba a llegar; siempre hay alguna excusa. Nació como una necesidad de búsqueda personal y de poder poner las cosas en perspectiva.
– ¿Cuáles eran tus inquietudes, miedos y sensaciones antes de ese primer viaje?
Tenía miedo a que le pasara algo a mi familia cuando estaba viajando (y me terminó pasando, más adelante lo cuento) y a que me robaran o pasara algo malo por ser mujer. Y eran miedos lógicos también por el mundo machista en el que vivimos y cómo nos han criado, donde a la mujer se la considera como el género débil y la que está más expuesta a los peligros. Pero mis ganas eran más grandes que mis miedos y eso me dio fuerzas para dar el primer paso. Y afortunadamente nunca me pasó nada malo viajando sola.
– ¿Qué papel juega la intuición cuando viajas sola?
Un rol importantísimo. Es ese sexto sentido, difícil de explicar con palabras, que te dice andá por acá o por allá mejor no vayas. Aunque pienses que ahora no tenés mucha intuición. Créeme que viajando sola se te va a despertar. Todas lo tenemos y viajando sola aprendí a guiarme muchas veces por él. Con el correr de los viajes se va afianzando cada vez más. Saber que te la pudiste arreglar sola es una sensación hermosa; te hace una persona más segura y más consciente de tus actos.
¿Qué fue lo más difícil que te tocó vivir en soledad?
Enterarme por una videollamada de mi mamá, cuando estaba sola en una habitación de un hostel en Curitiba, que mi papá había tenido un infarto (el tercero en su vida). Lo primero que pensé fue que se había muerto y que me lo estaban ocultando. La realidad era que ya estaba fuera de peligro pero iba a quedar internado varios días en observación. En ese momento mi hermanito tenía sólo 3 años y lo primero que me vino a la mente fue que alguien tenía que llevarlo al jardín. Al otro día tomé el primer avión que encontré y di por terminado mi viaje, después de tres meses viajando por Brasil. Al día de hoy, sigo pensando que tomé la decisión correcta.
– ¿Cuántos viajes hiciste sola y dónde?
Viajé por Brasil, Uruguay, Asunción (por trabajo), Barcelona, Lisboa y Tailandia.
– ¿Cuál fue tu viaje más transformador?
El de Brasil porque el fue el primero en que viajé sola y tenía mucho por descubrir y mucho que enfrentar (básicamente encontrarme conmigo misma). Derrumbé miedos y prejuicios. Ese viaje fue, sin dudas, el viaje con más desafíos que tuve que enfrentar pero a la vez el que más me enriqueció como persona. Me di cuenta que viajo para conocer otras culturas y otras formas de ver el mundo, para encontrarme y seguir conociéndome; muchas veces siento que viajando es donde puedo ser mi mejor versión. Que quiero contar las historias que voy encontrando en el camino y que también viajo para volver porque es en esa rueda de ir y regresar que todo cobra sentido.
– Vos dijiste en algún posteo que ganaste autoconocimiento, confianza… ¿En qué aspectos has cambiado después de los viajes?
Los viajes en soledad me hicieron autoconocerme mucho más y confío mucho más en mí misma, en mi intuición. Sé de qué cosas soy capaz y de qué cosas no, de cuáles son mis habilidades, fortalezas, miedos, límites y debilidades. Gané mucha independencia y sentí la libertad en su máxima expresión. También reconfirmé la idea de que hay mucha sororidad en el mundo ya que muchas mujeres se me acercaron para ayudarme, cuidarme, etc.
– ¿Qué le dirías a una chica que quiere viajar sola y no se anima?
Que separe realmente cuáles son sus miedos reales y los miedos ajenos (que muchas veces nos transmite la gente -incluso nuestros seres queridos, sin mala intención-) y que los conviertan en una herramienta útil para mantenerse alerta y conectadas con su intuición. Lo peor que nos puede pasar es quedarnos quietas, no hay que dejar que el miedo nos paralice, porque los miedos no se acaban sino que los aprendés a enfrentar. Y si esperás a no sentir miedo para comenzar a viajar sola, no vas a hacerlo nunca.
Si tiene muchas ganas (se siente en el cuerpo), que lo haga; seguramente salga mucho mejor de lo que piensa y que viajando sola, nunca estarás sola (ese fue uno de los grandes aprendizajes). Estás mucho más predispuesta a conocer gente, y la misma gente se te acerca por curiosidad o por querer ayudarte, mucho más que cuando estás acompañada. Y que no lo vea como algo definitivo. Si no te gusta siempre está la opción de volver (igual no conozco a ninguna mujer que se haya arrepentido).
– Si tuvieras que recomendar un destino para viajar sola (pensando en la post pandemia)..
Para un primer viaje, no empezaría por un destino muy distinto a nivel cultural como pueden ser los países de Asia. Viniendo de América Latina, diría en rasgos generales, que cualquier capital de Europa es muy amigable para un primer viaje en solitario ya que está todo muy preparado para el turismo, tenés muchas opciones de hospedaje, transporte, y las cosas funcionan bien. Lisboa y Barcelona (una ciudad muy cosmopolita) me resultaron lugares muy amables para viajar sola tanto por las actividades para hacer como por su gente.
– Por último, preferís viajar sola o en compañía de alguien?
¡Qué pregunta! Depende del momento en el que esté en la vida. Creo que todos (hombres y mujeres) deberíamos experimentar alguna vez el hecho de viajar solos y probar cómo se sienten. Me encanta viajar acompañada, con mi pareja, en familia o con amigos, lo disfruto mucho el hecho de compartir experiencias en el lugar, pero cuando no pueden acompañarme lo hago sola y lo disfruto también; esos espacios de libertad y soledad.
– ¿Algún plan viajero para los próximos tiempos?
Estoy viendo cómo se sigue desarrollando todo con la pandemia, la apertura de destinos, el plan de vacunación. Tengo un aéreo pendiente dentro de Argentina así que seguramente lo utilizaré (ojalá pronto). Podría ser Córdoba o Bariloche.
Sobre el Libro “En Movimiento”
Siempre me apasionó viajar y escribir. En 2018, de manera autogestiva, publiqué un libro en papel: «En Movimiento, geografía interna de una chica que viaja de acá para allá». Fue otro sueño cumplido y desde que nació mi hijito de papel me ha dado grandes alegrías con las hermosas devoluciones de mis lectores.
“Es un libro que rememora estados de ánimo y despierta sensaciones en una milonga, a la espera de un tren, mientras se navega en la selva, se recorren los pueblos de los antepasados o bajo el refugio de algún lugar llamado hogar. Estos relatos, crónicas y poemas saltan con sutileza del amor y el desamor, a los viajes en búsqueda de las raíces, pasando por la danza y las realidades de las mujeres en distintas partes del mapa; nos habla de las cotidianidades de un estado permanente: el de ser viajera hasta en su propia casa”.
En la web: www.mibitacoradeviajes.com.ar
Tienda: https://tienda.mibitacoradeviajes.com.ar/
En Instagram: @mibitacoradeviajesblog
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