Por Silvina Baldino
El interior de la provincia de Buenos Aires tiene infinidad de lugares para hacer una experiencia gastronómica inolvidable y continuar por los otros atractivos del lugar. Muchos de estos destinos invitan a conectarse con lo tradicional; una oda a la nostalgia. Te contamos sobre 3 propuestas que combinan gastronomía tradicional con paisajes rurales a sólo 2 horas de la ciudad de La Plata.
▸ Don Silvano: “los mejores ravioles del mundo”
Domingo Eugenio “Minino” Silvano es tercera generación de una familia de inmigrantes italianos que llegó a principios de siglo XX y se instaló en campos mercedinos. A sus 81 años continúa activo en este proyecto familiar que comenzó hace 100 años atrás y que se destaca por sus pastas: “Nuestros clientes dicen que acá se come los ravioles más ricos del mundo”.
Silvano es parte vital de Tomás Jofre, un pueblo que creció y tomó protagonismo por su variada oferta gastronómica y que cada fin de semana sus callecitas de tierra son transitadas por cientos de turistas que llegan a pasar el día. Al final de la calle principal se encuentra Silvano, con su enorme cartel donde yace la fecha de su fundación: 1 de agosto de 1924. La antigüedad del sitio está retratada por un antiguo surtidor de YPF que descansa en la entrada.
Quien llega a este lugar sabe que en Silvano hay un menú fijo que incluye una tabla de fiambres y queso de entrada (jamón crudo, salame quintero, queso y galleta de campo), pastas caseras (tallarines o ravioles), postre y bebida. Las entradas, las pastas y la bebida van con derecho a repetición; el postre, sólo uno.
Los clásicos ravioles son de verdura y carne; pero preparan de ricota y nuez para los vegetarianos. La masa es fina pero firme; los rellenos sustanciosos y muy sabrosos. Pasta bien al dente, como debe ser. El estofado de pollo es super sabroso, perfecto para limpiar con un pancito cuando se llega al final. La pasta se puede pedir con salsa, o bien con manteca u oliva y queso. A los postres sorprende el flan casero y el dulce de zapallo, que el mismo Minino elabora.
En algunos de los salones o en el parque rodeados de muchas árboles, sentarse en Silvano es una buen elección. Dan de comer rico y ofrecen un correcto servicio.
Abre los fines de semana y feriados. Conviene reservar mesa previamente porque se llena. Whatsapp +54 9 2324 45 3130.
En Instagram: @silvano_tomasjofre
▸ Bar de Guille: un viejo almacén de ramos generales
En el partido de Suipacha un pueblito invita a una experiencia de campo: General Rivas, con su pintoresca iglesia y callecitas tranquilas. A metros de la plaza está Don Guille, antiguo bodegón donde se le rinde culto a las pastas. Guillermo Fernández es tercera generación de varones que lleva ese nombre en la familia, y es quien está detrás del mostrador. Dice que su padre es quien elabora las pastas, mientras que él se encarga de las empanadas.
El lugar data de 1933 y fue muy importante hasta la década del ochenta, cuando cerró sus puertas. Don Guille conserva el mostrador en el que las mujeres hacían las compras para el hogar, y a un costado, la reja de por medio, donde se vendían bebidas alcohólicas a los gauchos. El bar ofrece un menú fijo con entrada de queso y fiambres, una empanada, un plato de ravioles o sorrentinos, y postre. Los visitantes se fascinan con sus objetos antiguos que ambientan el espacio.
Después del almuerzo, un recorrido a pie por el pueblo para conocer la Capilla San Roque, el Parque de Rivas y el Paseo Islas Malvinas que hace honor a los ex combatientes. Un buen lugar para conocer es Yerba Suelta, una huerta orgánica donde además de cultivar vegetales, hortalizas y frutales, se elaboran dulces, conservas y otros productos con lo cosechado en el lugar. Se pueden recorrer las plantaciones.
Don Guille abre sábados y domingos al mediodía y es un plan ideal para vivir el paisaje urbano rural y comer rico.
En IG: @donguillebarcampo
▸ La Pulpería de Cacho: la más antigua del país en funcionamiento continuo
Conocer La Pulpería de Cacho es una experiencia gastronómica en la que los sentidos y sentimientos completan un momento especial e inolvidable. No sólo porque se comen las más ricas empanadas y buen asado sino porque es la pulpería más antigua de la Argentina que aún sigue funcionando. Se ubica en las afueras de la localidad de Mercedes.
Una fachada intacta con la bandera argentina flameando, y un interior que nos hace teletransportar al siglo XIX. Gruesas paredes de ladrillos asentadas en barro. Sentarse a almorzar en La Pulpería de Cacho es reencontrarse con los sabores tradicionales. Ya sean en el interior de la pulpería, en lo jardines, o en el bello patio de ladrillos que lleva el nombre de Figenia alrededor del aljibe y debajo de una antigua parra.
Las empanadas de carne son un imán para los visitantes. Fue elegida por Pietro Sorba como una de las 10 mejores del país. Salen fritas y también hay otros rellenos para elegir en la carta (jamón y queso; cebolla y queso). Las picadas de la Pulpería de Cacho son otro clásico del lugar, tienen los mejores quesos y salames de la zona. En uno de los laterales de la pulpería se arma el asador, y los visitantes pueden disfrutar de un buen asado argentino acompañado con papas rústicas o alguna ensalada. La carta incluye además pastas caseras.
Tras el almuerzo, la manera que más te guste de relajar. Podés llevarte una reposera o una lonita con el equipo de mate y tirarse bajo los árboles del predio. Para acompañar, en La Pulpería hacen unos ricos pastelitos.
Abre de viernes a domingos, y los feriados. Es conveniente reservar por Whatsapp al 02324 49 8741.
En Instagram: @lapulperiadecachodicatarina