Anguilla, que sólo tuvo 3 casos de COVID-19 –todos recuperados– desde el comienzo de la pandemia, y ya está analizando las solicitudes de los turistas que desean visitarla. Los interesados pueden iniciar el proceso de preinscripción; la aprobación final está a cargo del gobierno de la isla. Pensando en esta posibilidad, nada mejor que un itinerario de aventura creado por los lugareños para todos aquellos que añoran el contacto con la naturaleza, los espacios amplios y al aire libre, un lugar seguro, además de quemar parte de la energía acumulada en estos meses de cuarentena.
En Anguilla, es posible explorar de un extremo al otro las diversas ofertas del destino, ya que es pequeña, mientras se interactúa con su gente acogedora. Se recomienda alquilar un vehículo, adquirir tours o el servicio de un taxi para ejecutar todo el programa. Es importante vestir cómodamente y llevar toallas, pues será difícil resistirse a varias inmersiones durante los recorridos.
Día 1
Antes de comenzar la travesía, relajate en uno de los múltiples alojamientos que dispone la isla. Disfruta de un cóctel de bienvenida y descansa del viaje de llegada. La primera cena es muy importante, de manera que podrás disfrutar del sabor de la cocina local en la ‘Capital Gastronómica del Caribe’, mientras que el cuerpo se alista para las experiencias venideras.
Día 2
¡Comienza el día con un exquisito y generoso desayuno! Lo puedes tomar en el hotel o en cualquiera de los restaurantes de la isla. Alquila un vehículo todoterreno o un automóvil si prefieres descubrir al destino por tu cuenta, o compra un tour. Asegurate de visitar todos los sitios históricos y detente en todas las playas, no sólo para elegir tu favorita o para ver la paleta de diferentes tonos de aguas azules y verdes, sino porque siempre hay mucho más para ver y disfrutar como grandes rocas, acantilados y cuevas.
Para el almuerzo, continúa en la playa de arena blanca frente a las aguas color turquesas para saborear los deliciosos mariscos a la parrilla de Anguilla. Cuando termines, no te levantes todavía. Quédate y prueba los famosos ponches de ron, mientras los artistas locales tocan música relajante. Después, busca otras actividades y deportes acuáticos: desde las más exigentes e interactivas hasta, simplemente, descansar junto al mar. Anguilla lo tiene todo.
En la noche, es posible que ya estés convencido de estar en un lugar con una de las cocinas y vida nocturna más sensacionales de la región. Dirígete a Sandy Ground, el epicentro del entretenimiento del destino, ¡donde ir de bar en bar es todo un plan! Baila al son de las bandas locales mientras bebes uno que otro cóctel típico.
Después de otro suculento desayuno, puedes realizar un paseo a caballo por tu playa favorita. Si lo deseas, continúa en la zona para almorzar o explora hacia centro de la isla, donde se ubica The Valley, la capital de Anguilla. Por la tarde, visitá al acantilado de Little Bay Rock. Una vez allí, elige uno de los tres senderos naturales que te llevarán a la cuerda. Disfruta de la increíble vista. Respira profundo. Es hora de usar la cuerda para ir hacia la recóndita playa. Después de bajar, te darás cuenta de que todo este esfuerzo valió la pena.
Y una vez más, es hora de cenar. Esta noche, elige entre cualquiera de las opciones culinarias caribeñas, que seguramente complementarán tu estilo y gusto. Después, visita alguno de los famosos bares dentro de los hoteles de la isla, que están abiertos para todo el público, o puedes dirigirte nuevamente a Sandy Ground, donde ya debes tener tu bar preferido. Toma unas copas y baila al son de auténticos sonidos caribeños.
Día 4
Para el último día, algo más tranquilo. Posterior al desayuno, ¿qué tal un paseo o una carrera a lo largo de la costa marítima? Después de todo, ¡tienes que disfrutar hasta el último minuto! A continuación, empaca tus maletas y elige un restaurante cercano para tu último almuerzo, en esta ocasión. De regreso a casa, comienza a planear una nueva visita a Anguilla para explorar otros estilos de viaje como el buceo, una escapada romántica o incluso una boda o luna de miel, un viaje con niños y familia, un itinerario totalmente gastronómico, un fin de semana con amigos o una experiencia para relajarte en los excelentes balnearios de la isla… ¡O todos los anteriores!