Renunciaron a la vida de oficina en busca de su meta. Hace pocos días cumplieron un año fuera de Argentina y esta aventura poco a poco va tomando forma de estilo de vida. Ellos son Celeste Giles (37) y Ricardo “Flecha” Torres (42), oriundos de la ciudad Buenos Aires. Se conocieron trabajando para una empresa Agroexportadora.
Desde su cuenta de Instagram @mcelesteok, Celeste relata su nueva vida de viajera dejando atrás (y en standby) su profesión como Licenciada en Comercio Exterior. En diálogo con #Pinta, Celes nos habla sobre su experiencia viajera y nos cuenta cómo vive esta nueva etapa de (des)confinamiento en Valencia, España.
– ¿Cómo fue que nació tu pasión por los Viajes?
Desde chica siempre me gustó mucho la historia y soñaba con conocer todos esos lugares que mencionaban en las enciclopedias que leía. Luego, de más grande, empecé a mirar por tv programas dedicados a viajes y turismo y dije: ¡Yo también quiero hacer eso!.
– Encontraste un compañero ideal con las mismas aspiraciones que vos ¿cómo fue tomar la decisión de dejar todo y aventurarse en este proyecto viajero?
Bueno, en realidad yo lo fui contagiando. El primer viaje que hicimos juntos fue a Rio de Janeiro y a los quince días nos estábamos yendo a Nueva York. A los meses nos mudamos juntos y todo el dinero que ahorrábamos era destinado a viajar. Por mi parte, hacía rato que quería embarcarme en esta aventura, pero Flecha no se sentía preparado y decidí esperarlo. Años después, él empezó a tener ataques de pánico a causa de la inseguridad y la idea comenzaba a gustarle más, ya que cada vez que viajábamos se sentía notablemente mejor. Una noche, fue víctima de la inseguridad a la que tanto le temía: terminó internado, con cinco puntos en la cabeza, diez puntos de sutura en la cara y un hombro quebrado. Ahí fue cuando me dijo: “vamos!”.
– ¿Cuándo iniciaron este último viaje y cuál fue el plan original?
El 8 de mayo se cumplió exactamente un año desde que salimos de casa. El plan original era viajar persiguiendo el verano, dado que a los dos nos gusta la playa y el calor. Pero en el medio los planes fueron cambiando, nos surgieron oportunidades y el hecho de tener a mi mamá viviendo en Valencia y a nuestro perro con nosotros hizo que estemos en España más tiempo del esperado.
– ¿Qué los motivó a hacer voluntariado?
La premisa principal era viajar con poco presupuesto, y los voluntariados son una excelente forma para viajar sin pagar estadía. La experiencia, además, propone un intercambio cultural y establecer vínculos con otras personas que están en la misma que vos. Allí conocimos gente con la que al día de hoy nos seguimos hablando y viendo cada vez que el camino nos cruza.
– Luego vinieron otros trabajos en época de temporada..
Si, estuvimos trabajando en un hostel en Croacia al que habíamos llegado como voluntarios. La dueña del hostel estaba muy a gusto con nosotros y nos propuso quedarnos toda la temporada. Y así fue como terminamos como encargados y administradores del lugar.
– ¿Cómo los agarró la cuarentena? ¿Intentaron volver al país?
La cuarentena, por suerte, nos agarró en la casa de mi mamá. Para marzo teníamos planeado volver a Croacia y luego irnos a recorrer Serbia, pero unos trámites que yo estaba haciendo en Valencia se demoraron, y me dijeron que necesitaban que me encuentre en el país. No intentamos volver a Argentina porque cuando salimos de viaje lo hicimos con la idea de instalarnos en otro lado y dado que mi mamá es grupo de riesgo para el covid-19 y acá vive sola, nos pareció oportuno quedarnos con ella.
– España fue uno de los países más afectados por la pandemia ¿cómo se vivía esto en el día a día?
Nosotros lo vivimos pegados a las noticias, y viendo como los casos aumentaban sin freno. Nunca entramos en pánico porque en Valencia la situación no es la misma que se vive en Madrid o en Cataluña, pero sí extremamos cuidados. Salíamos sólo al mercado que queda a dos cuadras de donde vivimos, y a pasear a Loki.
– Pasaron mucho tiempo confinados, ¿Cómo se siente estar ahora en una fase de reapertura?
Te soy sincera, el primer día que pudimos salir, me asusté. Aparentemente todos quisimos salir a primera hora de ese sábado. Había tanta gente en el parque que no sabía por dónde caminar. A eso se le sumaba la desconfianza de sentir que cualquier persona que te cruzabas, podría estar infectada. Hoy, una semana después, noto a la gente más tranquila. En mi caso ya no siento esa desesperación por salir; si no llegué al turno de la mañana, salgo en el turno de la noche.
– ¿Qué es lo que más te atrapa de España?
Bueno creo que no podría decirte una sola cosa (risas). En primer lugar, hablamos el mismo idioma y eso ya suma muchos puntos. Me encanta de España la diversidad de paisajes que podés encontrar con sólo hacer unos pocos kilómetros. Me gusta mucho la comida, y le versatilidad de su arquitectura; podés estar apreciando una capilla del siglo pasado y a unas cuadras encontrar el edificio más moderno. La gente también es muy amable. Siempre que he necesitado ayuda en la calle o con algún trámite me han tratado muy bien.
– Ustedes decidieron incorporar a su mascota en este plan ¿Cómo es viajar con Loki?
Es divertido pero también limitante en algunos aspectos. Tenemos que buscar siempre hospedaje donde acepten mascotas y a la hora de movernos, tratamos de calcular tramos cortos para que él viaje cómodo y no se estrese. Ninguno de los dos tiene licencia de conducir, así que nos movemos en bus y tren. De todos modos no me arrepiento ni un segundo de haberlo traído, no me imagino la vida sin Loki.
– Intuyo que viajar en pareja todo parece más fácil porque incluye un proyecto de vida y demás ¿es tan así como se cree?.
Yo creo que sí. Nosotros tenemos muy claro cuál es el papel de cada uno en este viaje y eso facilita mucho las cosas. Por ejemplo, Flecha es más de analizar los mapas, yo soy más de organizar el viaje en sí. Yo, además trabajo de manera online, así que él se encarga de hacer las compras y cocinar. Tenemos un equilibrio que nos permite convivir 24/7 y no morir en el intento (risas).
– ¿Qué fue lo mejor y lo peor que te pasó viajando?
Lo mejor, sin dudas, es la gente que nos fuimos cruzando por el camino y la sensación constante de sentir que estamos cumpliendo un sueño. Lo peor que nos pasó es lo que nos está pasando a hora, atravesar una pandemia y no tener la libertad de movernos. Sin ir más lejos, en un mes voy a ser tía y ya me hice a la idea de que no voy a poder ir a conocer a mi sobrino por un largo tiempo…
– Apps que uses y quieras recomendar a los viajeros?
No uso muchas apps para organizarme en los viajes porque soy mas “old shcool” y prefiero el papel. Pero si, uso algunas que me resuelven el día a día mientras viajo como Google Maps, Google translate, Skyscanner y Booking.
– Por último, ¿sueñan con volver a Buenos Aires? ¿qué planes tienen a futuro?
Esperamos volver el año próximo. No puedo ser objetiva a la hora de hablar de Buenos Aires, porque yo soy una enamorada de mi ciudad. Siempre digo que está entre las ciudades más lindas del mundo. Además, allá están nuestra familia y amigos, así que la ida de volver está, pero siempre pensando en volver de visita, por el momento no lo vemos como opción para vivir. El futuro en este momento es incierto…en cuanto España libere sus fronteras internas, tenemos pensado seguir recorriendo el país e ir a visitar a los amigos que hicimos, que se encuentran desparramados de norte a sur. Y bueno, esperando a que el mundo vuelva a la normalidad para seguir tachando de la lista todos esos lugares que nos quedan por conocer.
Seguí a Celeste (“Flecha” y Loki) en Instagram: @mcelesteok
Fotos: gentileza Celeste Giles.