En el subsuelo de un edificio histórico en pleno centro de Córdoba, un espacio único que pone a la ciudad a la vanguardia mundial en materia de wellness y centros de bienestar: Baños de Azur, una novedosa propuesta del Azur Hotel Boutique – señalado por el diario The Guardian entre los más encantadores de Latinoamérica – que consiste en un antiguo circuito de aguas dedicado a la relajación del cuerpo y la mente.
La propuesta demandó cerca de cuatro años de obra (se inauguró en diciembre de 2020) y es todo un homenaje a la identidad cordobesa. Los arquitectos supieron supo aprovechar los techos de bovedilla originales de la propiedad para recrear la tipología de los antiguos baños romanos y fusionarla con rasgos de la arquitectura jesuítica, haciendo guiños a la fantasía local de que todo el centro de la “Docta” está conectado por túneles y criptas misteriosas.
Baños de Azur es un viaje de sensaciones a la luz de las velas desarrollado sobre las ruinas de un antiguo edificio histórico. Cada sector fue diseñado con un fin específico. El agua está presente en sus distintos estados y temperaturas en un templo sofisticado y místico. Y todo compone un ritual experiencial de 120 minutos a la luz de las velas. Podés realizar un circuito donde cada sector ha sido diseñado para otorgarle a tu cuerpo y mente un ritual de desconexión entre aromas, sensaciones, silencio, sabores e infusiones que aportan distintos estímulos.
Los diferentes sectores de los Baños de Azur
1- Templarium & Frigidarium
Este espacio busca exponer al cuerpo a diferentes temperaturas con el objetivo de relajar la tensión muscular, reducir la inflamación y el estrés oxidativo celular, fortalecer el sistema inmune, despejar las vías respiratorias y estimular la circulación sanguínea. Hidromasaje, baño detox de ozono, hammam con aromas naturales purificantes, ducha de agua purificada, fuente de exfoliación de escamas de hielo, pozo de agua helada y duchas horizontales (tipo vichy) con juegos de agua temperaturas y presiones.
2- Tepidarum
Se trata de un sector de relax climatizado por loza radiante a 37 C que posee múltiples funciones. En los baños romanos este sector tenía un fin social: un espacio libre para relajarse entre tratamiento y tratamiento. Se busca volver a templar el cuerpo y finalmente llevarlo a una temperatura similar a la del útero materno y así prepararlo para los baños más calientes.
3- Caldarium
Un conjunto de piscinas de aguas templadas, desarrolladas sobre un sector de antiguas ruinas, que invitan que el espacio sea descubierto poco a poco a medida que se avanza a través de conexiones debajo del agua. El espacio está conformado por un impluvium (habitación de lluvia), una piscina social de relajación, un sector de masajes para la parte inferior del cuerpo, y un último sector donde la protagonista es una cascada de gran caudal para hombros y cuello.
4- Balneum
Cuatro bañeras de inmersión con fragancias, temperaturas y productos que aportan distintos estímulos en el cuerpo, llevándolo a una temperatura específica, y activando los poros de la piel para volver a nutrirla con aceites esenciales y sutiles aromas.
5- Sector de Relax
Espacio oscuro y silencioso, que invita a la meditación e introspección. Cuatro camillas talladas en piedra con temperatura controlada, sonido envolvente e infusiones y frutas para rehidratarse luego del recorrido.
6- Salas de masaje
Los Baños Antiguos de Azur cuentan con 4 salas de masaje independientes, que pueden interconectarse entre sí para ser transformadas para parejas o amigos. Estas salas se pueden utilizar realizando cualquier tratamiento del menú en forma independiente o como una experiencia completa en perfecto complemento con el circuito de aguas o la pileta pública climatizada.
Sobre los baños antiguos
La visita a un baño antiguo es una experiencia única y personal, y una de las mejores excusas para conocer una ciudad. Los orígenes de este tipo de espacios se remontan a las aguas termales romanas y griegas, costumbre que más tarde se extendió a lo largo y ancho de todo el imperio otomano.
Para las civilizaciones antiguas, los beneficios del baño no solo estaban ligados a la medicina, sino que también poseían connotaciones sociales y religiosas que se entrelazaban con el placer, la riqueza y el bienestar. El ritual del baño tenía un sentido purificador, al tiempo que evocaba el placer. El proceso consistía en inmersiones en piletas con distintas temperaturas, que eran complementados con masajes y cremas perfumadas.
Conscientes de la necesidad de cuidar el cuerpo, los romanos pasaban gran parte de su tiempo en las termas colectivas. De esta forma, fueron aprendiendo y estudiando el poder de las distintas temperaturas del agua, las diferentes presiones y la posibilidad de combinarlo con esencias y otros elementos. Así, lograron desarrollar una experiencia integradora, que no solo servía para tratar diferentes dolencias, sino que también invitaba a un estado contemplativo y una conexión con el interior. Paralelamente estos recintos se convirtieron en un elemento esencial de la vida social: en este espacio de compartían charlas, reflexiones, discusiones de política y ciencias.
El agua es fuente de vida, de calma y de salud, y representa una parte esencial de la filosofía de distintas tradiciones milenarias, tan de moda en el presente. Romanos y musulmanes conocían a la perfección las beneficiosas cualidades de este elemento, y lograron profundos conocimientos sobre sus propiedades, que estaban expresados en sus recintos de baño.
En la actualidad existe un gran consenso sobre el atractivo turístico que representa este tipo de espacios, lo que llevó a los destinos que los vieron nacer (Budapest, Marruecos, Roma, Granada, etc.) a apostar por recuperarlos, refuncionalizarlos y hasta en algunos casos reconfigurar su comunicación turística para convertirse en “Ciudades Balneario”.
Su fama se hizo tal que algunos inversores privados comenzaron a estudiarlos para imitarlos e instalarlos en los principales destinos turísticos mundiales. Así, hoy en día es posible encontrar baños antiguos en ciudades como Barcelona, Nueva York, Chicago, Sevilla, Madrid, Tokio, Shangai, etc., que, si bien no son estrictamente antiguos, estéticamente y funcionalmente son similares y respetan los principios que este tipo de espacios tenían originalmente.
Sin embargo, desarrollar un espacio de estas características no es tarea sencilla. Además de un profundo estudio para respetar su arquitectura, los efectos de iluminación y los diagramas de circulación, se necesita utilizar tecnología de avanzada en materia de climatización y deshumidificación, equipamiento especial para el tratamiento del agua y sistemas de bombeo importados, sin mencionar el personal especializado que se requiere para manipularlos y acompañar a los usuarios para una óptima experiencia.
Para tener en cuenta
- Arquitectura jesuita que se fusiona con tradiciones de los baños romanos, griegos y otomanos, para poder experimentar la particular forma de relacionarse con el agua de estas antiguas civilizaciones.
- Cada sector está diseñado con un fin específico para otorgarle al cuerpo y a la mente un ritual de desconexión y comprobados beneficios para la salud.
- Distintos espacios donde el agua fluye a diferentes temperaturas, presiones y estados.
- El recorrido por los Baños de Azur se puede complementar con cualquier masaje de nuestro selecto menú de tratamientos, o bien realizar cualquiera de las dos de forma independiente.
- El lugar funciona con turnos, por lo que hay que hacer la reserva con anticipación.
La propuesta: alojarte en el Azur Hotel; disfrutar de la gastronomía de María Antonieta (desayunos, brunch, almuerzos, meriendas, apericenas) en el salón o en la terraza de Azur y zambullirse en algunos de los rituales de Baños Antiguos. La experiencia puede completarse con cualquier tratamiento de spa que vas a encontrar en el menú.
Cuánto: desde $4200 (circuito de 2 horas). Alojamiento en Azur Hotel: $7.100 habitación doble con desayuno buffet.
Más info: www.azurrealhotel.com
Fotos: gentileza Salaün Consulting