Una práctica milenaria que se ha transformado en hábito pues es la mejor manera de lograr bienestar, salud, armonía y felicidad partiendo desde el interior del ser: la meditación. Belén Lopez Olivera estudió Ciencia Política y Relaciones Internacionales. En 2020 empezó a meditar y hace 2 años dejó su profesión para dedicarse al Mindfulness, una disciplina que eligió tomar como modo de vida para contrarestar el estrés de la rutina. Hoy está enfocada a su proyecto Dejarme Ser, donde se desempeña como instructora de Mindfulness y docente del Método de embarazo y nacimiento eutónico de Frida Kaplan.
El próximo sábado 14 de diciembre, la joven va a estar dando un Taller Intensivo de Mindfulness para principiantes en Nat, la cafetería de especialidad que acaba de mudarse a 15 y 40. Antes de la realización del evento, entrevistamos a Belén;
– ¿Cómo comenzó tu camino para desarrollar esta disciplina?
Siempre fui muy sensible. Me preocupaba el mundo, las personas, la contaminación, la pobreza, las guerras, la violencia. Estudié Ciencia Política porque quería ser Presidente de la Nación y ayudar a las personas. Mi objetivo no estaba errado pero me agobiaba tener una meta tan extrema y hacer cosas pequeñas no me alcanzaba. El vivir en automático me fue llevando.
En pandemia, me convertí en mamá. Y todo se agravó. Vivía apurada, angustiada, estresada. Mi bebé sentía esa ansiedad; sentía todo lo que yo sentía. Ahí me di cuenta que necesitaba ayuda. Empecé terapia con mi psicóloga cognitiva-conductual y ella misma me enseñó a meditar en sus talleres de Mindfulness. Yo descreída y prejuiciosa, pensaba que era simplemente hablarme lindo. Pero descubrí que es mucho más que eso, es conectar con el silencio, el vacío, la calma, la paz.
– Y te enganchaste enseguida …
Me costó empezar, eran meditaciones de 10 minutos, mi excusa favorita era “no tengo tiempo”: cuando mi bebe dormía sus siestas de 20minutos tenía que aprovechar para cocinar o trabajar. Valeria, mi psicóloga me preguntó “¿qué tanto podes hacer Belu en 10 minutos? Y yo respondí “pelar las papas” y ahí me di cuenta que estaba posponiendo mi bienestar por pelar papas. Arranqué a meditar y nunca paré.
– ¿Cuando decidiste profesionalizarlo?
Tenía una gran necesidad de empezar a compartir la herramienta que me dio el bienestar que sentía. El cambio fue rotundo. Pero antes de enseñar profesionalmente el método necesitaba comprobar que realmente existía esa plenitud de la que tanto hablaba. Así que empecé a desafiarme, a intentar estar feliz cada día, a sentirme bien sin excusas. Ahí nació el desafío #100diasdefelicidad
– ¿Cómo fue esta experiencia?
Descubrí muchas cosas, pero la más importante es que ser feliz no es estar todo el tiempo extasiada y exultante, es saber acompañarte y sostenerte cuando no es tan fácil sonreír. El Mindfulness no es positivismo tóxico o mentiroso, es escucharte, estar en contacto con vos porque las cosas en la vida pasan, y quizá no podemos elegir todo pero si podemos elegir cómo queremos atravesar eso que estamos viviendo.
Una de las bases del Mindfulness es aceptar, aceptarlo todo, como es, dejar de luchar con lo que está sucediendo y solamente con eso, aparece la posibilidad de una vida diferente. Después de llegar a esos 100 días, creé mi primer programa “10 minutos para ser feliz”. Ya había hecho el instructorado de Mindfulness en UCES. Y después de experimentar ese mismo bienestar y calma en el nacimiento de mi segunda bebé, mi obstetra me ofreció preparar a sus pacientes para sus partos. Así que hice la formación como docente del Método Frida Kaplan para acompañar embarazos y nacimientos y ahora ya estoy dando clases.
– ¿Quiénes van a tus prácticas?
Las personas que no se sienten del todo bien en algún aspecto de su vida, pero confían en que hay otro camino, una vida posible que los espera. Esas personas que tienen ganas de vivir mejor, dejando la queja, mejorando sus vínculos, contentos, alegres, pero no saben cómo.
Esas personas que tienen la mente explotada, que no pueden hacer silencio porque les incomoda, que tal vez no pueden estar solas, que hacen mil actividades y a veces las dejan todas. Esas personas que no saben bien a dónde va su vida, qué quieren hacer.
Esas personas son como yo hace algunas años. Y a mí me hubiese encantado tener a alguien cerca que me brindara estas herramientas de bienestar emocional, de autoconocimiento y amor propio. Me hubiese encantado tener una persona que me diga “todo está bien, estás respirando, estás viva, todo va a estar bien” que me sostenga y me acompañe a vivir mejor.
La vida es tu perspectiva, tenemos TANTO poder que la vida puede ser una porquería o puede ser un paraíso, depende cómo lo mire, cómo quiera tomar eso que me pasa, qué hago con eso. Pero alguien nos tiene que enseñar a cambiar la perspectiva porque nos enseñaron a quejarnos, a echarle la culpa al otro y así perdimos la conciencia de ese poder, de que ser felices está en nuestras manos. De que podemos tener a nuestros bebés tranquilas, en calma y no como nos muestran en las pelis: gritando, desesperadas, sin controlar nada. Podemos conocernos a nosotras mismas y esa es la clave, la llave de todo. Adentro están todas las respuestas pero nos dijeron que estaban afuera, en el trabajo, en la media naranja, en la ropa, los zapatos..
– ¿Hay un antes y un después en la práctica del mindfullness?
Obvioooo que sí! Y la diferencia se empieza a notar enseguida. Meditar es como hacer ejercicio para el cuerpo, pero es una actividad para aliviar el cerebro y además, nos permite conectar con nuestra alma. Es una de las primeras herramientas reconocidas por científicos internacionalmente por cambiar la composición del cerebro. La posibilidad de ser feliz, está primero en tu mente. Revisar tus pensamientos y controlarlos es la clave, y es una capacidad innata.
Todos los seres humanos tenemos la capacidad de abstraernos y mirarnos desde afuera, observar lo que pensamos y cambiar nuestro pensamiento para cambiar nuestra realidad. El cerebro aprende y se modifica. Esa es la neuroplasticidad. Y el primer paso para ser feliz es ese, conocerte, escucharte ¿qué te estás diciendo a vos misma en este momento? ¿Que te decis a vos mismo cuando algo te sale mal? ¿Qué te decís a vos misma cuando pensás en el parto? “No va a salir, no voy a poder” ¿o que decis si te invito a meditar este sábado 14 de diciembre? La Belen de hace 5 años diría “no tengo tiempo” “no es para mi” “no me va a salir”. Ser feliz es una elección, se aprende, se practica y se elige una y otra vez.
– ¿Cuál es la mejor manera de empezar?
Tomando la decisión de querer estar bien, cuidarte y sentirte en paz. creo que no hay “mejor” manera de empezar. Yo empecé Mindfulness con un taller online en plena pandemia, muy descreída afirmando con mi cuñado psicólogo que solamente era “decirle cosas lindas al cerebro hasta creerlas” y sentándome a meditar en el piso del baño porque era el lugar más silencioso de la casa, con menos distracciones.
Y al principio “no me salía” y lo digo entre comillas porque en realidad no hay una sola forma de hacerlo bien y de hecho, puede haber días que me cuesta más que otros. Lo que quiero decir es que la mente siempre va a tener una excusa para mantenernos en el mismo lugar donde estamos, porque el cerebro primitivo solo quiere que sobrevivamos y lo conocido es lo mejor, aunque en realidad no lo sea. El desafío siempre es escuchar lo que la mente nos dice, y no creerle, no todo lo que dice es cierto.
Y eso es Mindfulness, atención plena a los pensamientos y a las sensaciones, para que no me lleven a otro lugar que no sea el momento presente, porque el pasado ya pasó y genera angustia y el futuro, la incertidumbre nos genera ansiedad. En cambio en el presente, con los pulmones llenos de aire y el corazón bombeando sangre, siempre hay paz.
– Ofrecés acompañmiento para mujeres embarazadas ¿De qué se trata?
Es un espacio donde mezclo el Mindfulness con las actividades psico-físicas del Método Frida Kaplan, la maravillosa autora de usar la letra “O” para aliviar tensiones y dolores del embarazo y de las mismísimas contracciones. Después de atravesar mi primer parto quedé muy desencantada, y cuando llegó Catalina, mi segundo embarazo, me preparé, estudié e hice muchísimo trabajo personal y de autoconocimiento. El resultado fue un hermoso trabajo de parto, con contracciones indoloras y un nacimiento un tanto doloroso, pero conciente y feliz. Y sobre todo, sin culpas ni arrepentimientos. Y lo que más me gusta es que todo se aprende a través del propio cuerpo, se vivencia.
Las clases no son un curso que empieza y termina. Es un aprendizaje, una práctica, tal cual afirmo sobre la felicidad, que te da la libertad de sumarte cuando quieras, desde que te enteras del embarazo, hasta el día del nacimiento. Por ahora las clases son una vez a la semana (lunes a las 17 hs en Espacio Alavida – 5 e/66 y 67) pero en breve abriremos más horarios en otros espacios y obvio que también está la opción online pero la presencial es mi favorita.
– Hablemos del evento que se viene en NAT… ¿Qué va a encontrar el público?
Lo primero que van a encontrar es naturaleza. Una conexión con lo que somos, el lugar de donde venimos. Nat es un espacio hermoso, con plantas y colores y sobre todo, es un pulmón en medio de la manzana, tiene el silencio que necesitamos para conectar con la paz que somos. Un poco el ambiente y el contexto nos ayuda a relajarnos, por eso prendemos velas, inciensos, sahumerios pero con suficiente practica podríamos meditar en la 9 de julio, al lado del Obelisco.
Además van a encontrarse consigo mismos y aunque al principio genere cierta duda e incertidumbre no saber con qué y cómo, encontrarse con una misma es el mayor placer, es la fuente de inagotable de esa paz que buscamos en la rutina llena de actividades, tareas, responsabilidades y roles.
Y sobre todo van a encontrarse con un momento para parar. Parar todo. Dejar de hacer para encontrarse con el ser. Dejar de pensar y preguntarse, parar de reflexionar y rumiar una y otra vez por algo qué pasó o que sienten. Van a dejar el trabajo, la maternidad, la casa, la familia, todo afuera de Nat para adentrarse en su propio ser.
Lo mas lindo va a suceder cuando salgan de Nat. Se van a llevar no solo una experiencia hermosa de conexión y tranquilidad, sino también herramientas para llevar esa calma a su rutina, al cierre de año, a las fiestas en familia. Una vida nueva puede comenzar, porque no es que vamos a ser felices solo dentro de Nat, la verdadera aventura es que haces con lo que aprendas ese día.
En Instagram: @dejarmeser_