Tener una huerta en casa es tendencia. A raíz de la cuarentena, son más los que optaron por crear este espacio dedicado a la producción de alimentos orgánicos, ya sea por hobby, como cable a tierra o por una elección de filosofía para producir el propio alimento de manera sana y económica.
Victoria Fernández Acevedo es ingeniera agrónoma y forma parte de la Cátedra de Horticultura y Floricultura de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNLP. Desde hace 2 años junto a su pareja, Blas Macena, llevan juntos @huertaorganicalp, un emprendimiento donde brindan asesoramiento integral de armados de huertas, su instalación y diseños personalizados para cada espacio, provisión de semillas, y otros productos vinculados con el trabajo de la tierra.
“Comenzamos hace casi 3 años, organizando talleres de huerta para gente que estaba interesada en tener una en su casa”, cuenta Victoria. “Después fuimos agregando semillas y distintos productos, hasta que el año pasado comenzamos a asesorar huertas”. El proyecto va creciendo de a poco, ya que tienen otros actividades laborales. “Ahora esta cuarentena se activó como nunca esto de hacer una huerta en casa; quizás es gente que siempre estuvo necesidad de tenerla y por falta de tiempo no lo hacía”, agrega.
Para tener una huerta hay que tener en cuenta acciones fundamentales: que no le falte agua y cuidarla de la plagas, pestes e insectos. Obviamente evitando el uso de químicos y sintéticos.
Para comenzar a planificar una huerta, es fundamental saber que requiere de cuidado diario. En este sentido, Victoria sugiere “comenzar con una maceta, un cajón de manzanas y después ir sumando. A veces arrancan y después el tiempo para dedicarle no les da, o hay quienes no les gusta”.
Otra cuestión a tener en cuenta es la elección del espacio, la ubicación y orientación del sol para que la huerta reciba luz solar de manera directa, por un mínimo de horas diarias. “En base al lugar que dispongamos y al tiempo de sol uno puede elegir qué cosas cultivar”, dice la ingeniera agrónoma. “Es frecuente encontrar a gente que se manda a cultivar tomate, porque es algo que gusta a todos, en un lugar que no da sol o con espacio insuficiente para que crezca la planta y sienten que fracasan”, explica y agrega: “Eso no significa que no puedas tener una huerta con otras cosas”.
En invierno
Esta época es ideal para sembrar acelga, alcaucil, apio, brócoli, perejil, frutillas, coliflor, lechuga, cebolla, espinaca, zanahoria, rúcula, rabanitos y repollo, entre otros. En cuanto a especies aromáticas se recomienda plantar berro, hinojo, perejil y en los días fríos, los más resistentes son el ciboulette y orégano. Los que son arbustivos y duran todo el año son el romero, la salvia, el tomillo y la lavanda.
“Estamos en una época donde ya pensamos en los almácigos de verano”, cuenta Victoria. “La siembra más simple que se puede hacer en esta época (y todo el año) es rúcula, acelga, remolacha, lechuga, rabanitos, perejil… Son verduras ultra rústicas, que no necesitan mucho cuidado, sólo regar. Ahora en invierno se le puede agregar espinacas y todo tipo de coles: brócoli, coliflor, mostazas, repollos…). También, los cultivos asiáticos”.
Por último, la agrónoma señala: “Hay que derribar mitos, porque hacer almácigos y todo lo que ese implica es un proceso es innecesario.. se puede hacer algo simple y que funcione de verdad”.
En Instagram: @huertaorganicalp
Fotos: Unsplash y Victoria Fernández.