La fotógrafa japonesa Izumi Miyazaki comenzó a compartir su trabajo en Tumblr (una red social de fotógrafos aficionados), y al ver que su audiencia crecía todos los días, decidió convertir sus imágenes en un proyecto creativo personal en el que trabajaba mientras estudiaba Fotografía.
La joven de 23 años de edad, organiza su sueños lúcidos en autoretratos surrealistas que están llenos de humor expresivo. Cada fotografía es manipulada de manera que lo mundano se convierte en algo con un toque de magia: ya sean conos de arroz como colinas o panes como orejas, Miyazaki hace un guiño con cada imagen.
Ella nombra al fotógrafo estadounidense Alex Prager y el artista belga René Magritte como sus mayores inspiraciones, y al ponerse a sí misma en el centro de atención y como el tema principal, Miyazaki se libera para poder jugar con cambios sutiles de expresión que nos muestran su sentido del humor.
Debido a que la mayor parte de su obra se escenifica en lugares mundanos y normales, las imágenes casi pueden leerse como un diario visual de emociones: trabajando con todos los elementos posibles, desde manzanas hasta ruedas de pan, su uso del color y su experiencia en la manipulación de imágenes traen sus fantasías a la vida real.