Desde 2008, Iván López Prystajko y Eugenio Gómez Llambí se dedican a satirizar objetos de uso cotidiano para forzar la reflexión. Estos jóvenes diseñadores industriales crearon Grupo Bondi en 2008 y el nombre ya representa una de las claves para entender la forma en que piensan la tarea del diseñador. “Bondi es una palabra lunfarda para denominar a los transportes públicos urbanos en Argentina. Bondi es la confirmación de que es posible pensar al mundo desde el margen y a la vez ser leído desde el centro como contemporáneo”, dicen y remarcan que para ellos “es, por sobre todas las cosas, un gesto poético-político”.
Quienes han pasado por la puerta del Teatro Coliseo Podestá en nuestra ciudad, conoce la obra del Grupo Bondi. Allí reposa un par de bancos de hormigón que simulan estar tapizados, incluso con el detalle del capitoné. A simple vista, el mobiliario urbano parecen mullidos bancos tapizados, pero sorprende por su estructura de hormigón armado y aluminio anodizado con patas de hierro que soportan las inclemencias climáticas y simulan a la perfección ser lo que son.
Sus productos de consumo siempre funcionan como soporte expresivo. Por su abordaje original y sostenido en el tiempo, es que Grupo Bondi está exponiendo por primera vez de manera individual en el Museo de Arte Decorativo, con la curaduría de Edgardo Giménez, donde continuará hasta el próximo 12 de diciembre. Allí se puede apreciar la obra completa de este colectivo de artistas diseñadores.
La exposición “La vida es dura, pero no tanto” se despliega en tres partes: una introducción a todos los productos presentada como un dispositivo publicitario bien iluminado. Unas instalaciones donde destaca el sincro logrado con las cubeteras en un plano cual cartel donde se lee “Lucha no es guerra”, junto a cada diseño particular protegido con una cúpula en modo museístico. Una ambientación inmersiva para desplegar el gran proyecto en colaboración del “Mate milagroso”,una línea de mates de calabaza intervenidos morfológicamente desde el inicio del crecimiento del fruto. Planificado con la Facultad de Agronomía en la huerta experimental, les ayudaron a darle una forma predeterminada a una fruta de cucurbitácea y esa forma es la cabeza del Papa Francisco. Finalmente, una gran escena surrealista con luces negras y fluorescencias que se contrapone al mobiliario medieval del subsuelo del MNAD. Ya afuera de la sala, se pueden ver los bancos de hormigón con una paleta de color más amplia, desde amarillos pálidos a rosados y sumaron mesas y almohadones que producen en mismo efecto de apariencia mullida diseminados en el hermoso jardín del museo.
Los nombres con que bautizan sus objetos son clave para destacar el humor: está por ejemplo el “Parrichango”, una parrilla que articula un dispositivo que se acopla a un chango de supermercado. El “Cementoso” es eso mismo: un oso gigante muy tierno que parece inflado, sólido e irrompible como suele ser el cemento, que viene a protegernos de nuestro entorno y los propios miedos. Los “Bancos Chori”, un sistema modular de bancos urbanos que se combinan entre sí, de hormigón armado y hierro. O los “Hielos argentinos”, una cubetera con la forma de las islas Malvinas.
Edgardo Giménez es un experimentado en el campo de la arquitectura, el diseño gráfico y de interiores, los objetos y la indumentaria. El trabajo quedó maravillosamente montado en esas tres salas más los jardines impecablemente conservados. Una exposición con el elemento kitsch como factor de sorpresa, que nos abre a una nueva perspectiva de ver y hacer diseño hoy. “La vida es dura, pero no tanto”, Grupo Bondi
Cuándo: hasta el miércoles 12 de diciembre de 2018. Horarios: martes a domingo de 12.30 a 19 hs.
Dónde: Museo Nacional de Arte Decorativo (Av. del Libertador 1902, C.A.B.A.).
* Entrada libre y gratuita.
Más info: MNAD