Por Silvina Baldino
La icónica fábrica de pastas platense es testimonio de perseverancia y pasión por el buen producto. La familia construyó un lazo fuerte con clientes y vecinos desde un punto neurálgico de la ciudad: la zona de Plaza Paso. Desde hace 64 años, Santa Teresita está presente en la mesa de los platenses con sus pastas.
“Todo empezó en 1960, con la apertura de un pequeño local en 43 e/ 12 y 13” cuenta Julio Barrabino, segunda generación de una familia platense que encontró en la elaboración de pastas artesanales de alta calidad la fórmula del éxito. Nueve años después, la familia compró la esquina de Avenida 13 y 43 y trasladaron unos metros la fábrica. “Yo nací en el año que abrieron la fábrica y cuando me recibí de Contador a los 22 años comencé a involucrarme en el negocio familiar” y gestionar una marca que hoy es un emblema de la ciudad, por su trayectoria y por el compromiso por ofrecer un producto de excelencia tal lo había proyectado su padre.
Desde hace 9 años, Santa Teresita ocupa un local de Av 44 e/ 12 y Plaza Paso. Según Julio, la clave de seguir vigente durante tantos años es mantener el compromiso inicial. “Desde 1960 producimos pastas frescas con la misma calidad y pasión al trabajo familiar; pero además nosotros siempre fuimos líderes e innovamos en varias cuestiones” cuenta. “Fuimos los primeros en ofrecer salsas para acompañar las pastas; cuando nadie hacía delivery nosotros empezamos a hacerlo; luego empezamos a abrir los domingos porque ninguna casa de pastas lo hacía; incorporamos vinos y delicatessen en el local, algo inusual hace unos años”. Un inquieto y un visionario.
Ravioles Santa Teresita
Con el compromiso en la materia prima de calidad, Santa Teresita logró crecer y perdurar a los largo del tiempo. Todo se elabora en el lugar, desde las pastas frescas hasta las salsas, tartas, pizzas, empanadas, postres y las tablitas de picadas. Quienes atienden el mostrador te dan ciertos tips de cómo cocinar las pastas: elegir un recipiente grande para hervir las pastas en abundante agua; la sal se agregaal agua luego del primer hervor. Las pastas al horno deben cocinarse a fuego moderado y siempre humectadas con crema o alguna salsa.
Calidad y buen sabor
Por Santa Teresita han pasado varias generaciones de clientes. El abanico de productos y la cálida atención son un buen motivo para volver. Hay variedad de fideos frescos como tallarines de distintos grosor al huevo, verdes, morrón; Fichile forati, tortelettis, ñoquis (papa, verdura, morrón, remolacha y ricota), ravioles con rellenos varios. Según Julio, en Santa Teresita el fuerte de la casa son los sorrentinos que se hacen a mano “uno por uno” y tienen un relleno abundante con gustos varios, que van desde el clásico de ricota, muzza y jamón, hasta exclusividades como los cipollinos, con ricota, ciboulette y perejil. “Estos los inventé yo”, dice orgulloso y cuenta: “un día fui a comer a Don Quijote y me trajeron quesito crema con ciboulette; me gustó mucho y ahí fue que se me ocurrió un nuevo relleno, y nacieron los Cipollinos”.
“Siempre estoy pensando en la innovación, y encuentro inspiración en la vida”, dice Julio. “Cuando fui a Ushuaia me senté en un restaurante y probé unos raviolones de remolacha que me encantaron. Llegué y pedí empezar a hacerlo. Así nacieron los Remolachos: masa de remolacha, relleno de remolacha, cebolla morada y queso azul, y son un exito”. Otro producto que tuvo su época de esplendor fue los Sorrentinos negros rellenos de salmón rosado; “Era un producto único, pero no lo ofrezco más por los altos costos de la materia prima, aunque la gente me los sigue pidiendo”.
En el mostrador también hay canelones, crepes, y lasagna de verdura, ricota, jamón y muzzarella. “Toda nuestras pastas también las podes llevar cocidas al dente, calentitas, acompañadas por riquísimas salsas y cremas a tu elección”, agrega Julio.
A Santa Teresita llegan vecinos del barrio y de todas partes de la ciudad de La Plata. Los fines de semana se arman larga fila, y encontrás medialunas y pastelitos en el mostrador. Los días 29 hay un stand de quesos y chacinados donde se invita a los clientes a degustar los productos que pueden conseguir en el local. Además de pastas hay otras comidas como tartas, empanadas, pizzas y hasta postres. También hay vinos seleccionados y productos delicatessen. “La idea es que vengas al local y encuentres todo lo que necesitas para un almuerzo, incluso para la hora del mate”, puntualiza Julio.
La emblemática casa de pastas
La fábrica
Sorrentinos frescos
Sorrentinos en la mesa
Los día 29 hay degustación de quesos y chacinados para los clientes.
Las picadas Santa Teresita
Pastelitos y medialunas los fines de semana
Santa Teresita Pastas & Co.
Dónde: Av. 44 e/ 12 y Plaza Paso
Cuándo: todos los días
Whatsapp 221 680 1536
En Instagram: @pastassantateresita