Por Silvina Baldino
Iban al colegio juntos. Fueron novios y ahora son amigos y socios. Sofía Peluso y Sebastián Nogueira terminaron el secundario y se pusieron a vender helados en un pequeño espacio al lado del negocio familiar de ella. “Esa era la casa de mi abuela, luego pasó a ser mi dormitorio y cuando surgió este proyecto yo ya estaba durmiendo en otro cuarto” comienza Sofia, quien con 17 años sintió la necesidad de emprender por fuera del proyecto panaderil de sus padres y hermano (Panadería Peluso).
“En principio pensamos en una pizzería” dice Sebastián, “pero mi hermano nos sugirió que abriéramos una heladería; él había tenido una y habían quedado dos freezer, y yo ya había trabajado con él”, agrega Sofi. Fue así como la por entonces pareja, comenzó a refaccionar ese espacio de la casa familiar para montar el local. “Reciclamos aberturas viejas, construimos un mostrador con palets… todo a pulmón y con nuestros pocos ahorros”, dicen y cuentan como anécdota que para reparar una vieja cortina salieron algunos fines de semana a vender bolas de fraile y pochoclos a las plazas.
Allá por el 2019 abrió MOOD, y los chicos se aventuraban en un proyecto gastro con la venta de helados que les traía un reconocido proveedor (La Sorbetiere). Pero con el paso del tiempo (pandemia mediante) sintieron que debían dar un paso más. Fue así que se plantearon un desafío: ‘¿y si empezamos a hacer nuestro propio helado?‘. Fueron a Carpiargento, representantes locales de la firma Carpigiani (la reconocida marca italiana), y se entusiasmaron. Dedicaron sus ahorros en comprar una máquina de hacer helado y se capacitaron. A los pocos meses, ya estaban renovando la carta y, con sólo 21 años, iniciaban un camino por el apasionante mundo del helado artesanal.
La familia Carpiargento los ayudó a activar. “En diciembre tienen que salir los helados, nos dijeron…. nos parecía imposible cambiar la carta de 50 sabores en sólo 3 meses, ¡no sabíamos hacer ni un helado!“. Pero lo lograron; pudieron capitalizar todos ese conocimiento y a fines de 2022 comenzaron a vender su propio helado. “Meterse a fabricar es parte de decir: ahora vamos a tener el producto que queremos nosotros, con otra frescura, con otro sabor…”.
“Aprender a formular y a balancear una receta parecía difícil, pero la familia Carpigargento nos ayudó un montón”, dicen. “Nosotros nos propusimos tener un buen dulce de leche y un buen chocolate para comenzar. Luego llegaría el tiempo para formular otras cremas helados”. La familia fue clave para el testeo: “Degustábamos todos juntos los helados, y asi fuimos logrando el sabor que queríamos”.
El primer sabor que lanzaron fue Fior Di Latte, un sabor similar a la crema americana pero sin esencias. “Lleva sólo leche y crema de leche”, acota el joven y agrega: “Nos costó mucho venderlo porque el público no está acostumbrado a sabores no tan dulces. Lo mismo pasó con el helado de Frutilla a la Crema, al utilizar frutas naturales no llegabamos al dulzor de lo que está acostumbrado el público como cuando se utiliza pasta”.
Luego vino Sinfonía Citrica, que actualmente está en carta (un blend de citricos como naranja, mandarina y limon) que de acuerdo a cómo está la fruta cada temporada va cambiando el sabor. “Eso es el plus del helado artesanal, si bien está bastante estandarizado, el utilizar frutas frescas permite obtener una presencia de la fruta de manera diferente en sabor” expresa Sofi, a lo que agrega: “También hicimos el de vainilla con chaucha de vainilla y luego vino el Chocolate, similar al 70% cacao que tenemos ahora”. Con eso se largaron a renovar el mostrador de MOOD.
Hoy a MOOD la encontramos en un punto neurálgico de la ciudad: 1 y 60. Detrás de una enorme vidriera con un cartel celeste que dice simplemente MOOD se esconde una pequeña heladería artesanal que ha logrado cautivar a los vecinos y transeúntes. “Somos una heladería artesanal, pero no lo decimos porque lo tenemos naturalizado”, dice Sebastián.
La fábrica quedó en Ruta 11 y 97, donde además tienen una ventana para despacho. Actualmente sumaron una nueva máquina, destinada a pasteurizar. “Con esta incorporación agilizamos el proceso de producción y pudimos mejorar la textura de los helados”.
En carta hay 38 sabores. Los chicos elaboran helado todos los días. Todo materia prima de calidad, algo que no se negocia. Sebastian es fanático del Sambayon y se enorgullece de tener ese sabor. “Yema. crema de leche, azúcar y vino Marsala, nada más”.
Lemon Pie, Tarta de Coco con crema de masa sableé sembrada con dulce de leche y coco, entre los sabores originales. El dulce de leche Marquise es el más vendido; es una base de helado de dulce de leche, dulce de leche natural (San Ignacio) y merengue. Dulce de Leche Colonial elaborado con el Colonial de La Serenísima. Entre las creaciones de la casa está Chocolate Lemon Cookies, una base de helado de chocolate con galletitas de limón y crema. “Un helado que nació de la idea de hacer helado de Lemon Pie”, dice Sofi. Para esta temporada de Fiestas los chicos lanzaron el sabor “Pan Dulce”, que viene con pan dulce con pasas de uva, frutas abrillantadas, almendras tostadas y nueces.
Detrás de esta heladería hay mentes inquietas y cuerpos inquietos. Para el Dia de la Tradición elaboraron el sabor Alfajor de Maicena y convocaron al público a degustarlo. “Para nosotros MOOD es pasar un lugar de encuentro, ponerse en modo disfrute y saborear un buen helado”, puntualizaron.
MOOD
Dónde: Diag. 79 e/ 1 y 2 , La Plata
Ruta 11 y 97 (local y fábrica)
En Instagram: @moodhelados