A través del frente vidriado del nuevo e imponente local de City Bell, se ven dos llamativas máquinas: una tostadora de café importadas de Austria y La Marzocco, una cafetera italiana fetiche. Hablamos de Llama Coffee Roasters, un nuevo espacio gastronómico para meterse de lleno en el café de especialidad.
Como ya sucedió con los chefs y los bartenders, hoy los baristas son las nuevas estrellas del planeta foodie, y la cosa se está poniendo buena porque están empezando a abrir cada vez más tiendas de speciality coffee. Y detrás de esta Marzocco encontramos a baristas de la talla de Sebastián Biglieri, quien elabora una buena taza de café y despliega su destreza en Latte Art.
Un ambiente simple, entre moderno e industrial, que bien podrían confundirse con una tienda perdida en Brooklyn. Afuera, un gran patio con coloridos sillones. Adentro, techos altos, luz moderada, enormes paredes pintadas de blanco (la llama en azul celeste (logo insignia) en una de ellas), un sector de living con sillones esc andinavos, mesas comunales de madera, mesas bajas de mármol carrara, dos gr andes revisteros con buenos libros sobre café y publicaciones de actualidad, un sector de ventas junto a la gran máquina tostadora, y una importante isla en el salón principal en donde se dispone una barra, heladera y exhibidor con pastelería, y la vedette de la casa dispuesta a ser admirada: La Marzocco.
Llama Coffee Roasters importa café de Panamá y Brasil. En esta combinación, el blend. Desde un café corto e intenso como el Espresso (también se hacen largos) hasta el Cortado, un Latte clasico o un Capuccino, el tan de moda Flat White hasta un Cold Brew o un Mokaccino. también, se ofrecen opciones de café filtrado: Kalita (Japón) o Chemex (USA). En este lugar, el café verde se almacena en un depósito acondicionado, para luego tostarlo en la maquina Probat según una serie de variables que definen su perfil de sabor. Ese grano se muele en el local, y luego se prepara el café de elección, ya sea en máquinas de espresso o de brewing, para cafés filtrados. Los distintos tipos de cafés de la casa están además a la venta, ya sea en grano o molido. La carta es breve pero perfecta. Podemos encontrar en ellas opciones para cualquier momento del día (desayuno, brunch, almuerzo, merienda y cena). Budines (limón, vainilla o marmolado), Croissant Lemon Pie, Pan de Banana (mascarpone, arándanos), Húmedo de Chocolate, Cheesecake, y otras tantas delicias pasteleras van muy bien con cualquier tipo de café.
Para un brunch se ofrecen Croque-mmadame, Benedictos (blinis, panceta, huevo poché, salsa hol andesa); Shashuska (base morrones, tomate, papa, huevo, pan masa madre); Rosti de papa, ensalada de estación, huevo poché; entre otras opciones. Por otra parte, para un almuerzo o cena contamos con una dedicada variedad de Ensaladas; S andwiches como una Ciabatta abierta, ternera braseada, fontina, chutney y rúcula; y Platos como Gnudis toscanos (tipo malfati, ricota de oveja, queso sardo) y compota de tomate; Canelones de calabaza, tomate asado y pesto de rúcula; entre otros. Para acompañar, bebidas frías como jugos naturales, limonada, agua de maracuyá.
Más allá de honrar la materia prima, la calidad de los elementos de trabajo y la destreza de los baristas, en Llama Coffee Roasters se vive un ambiente tranquilo, con música, respetuoso por las formas y los gustos, los buenos gustos. Suena música, y la sensación general es de bienestar, que al retirarte querés prolongar. En definitiva, un lugar muy bien logrado y fundado en lo más importante: el sabor del buen tostado.
Llama Coffee Roasters
Dónde: calle 13 C #239 e/ Cantilo y 473 bis, City Bell.
Horario: Lun-Vie (7:15 – 00 hs) / Sab-Dom (8:00 – 00 hs)
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