Por Silvina Baldino
Julieta Schwarzbein vive en Gonnet. Hace un año comenzó a elaborar pastas sin gluten y a base de plantas para mejorar su bienestar y hacer que los encuentros alrededor de la mesa sean inclusivos. “Tengo una amiga celíaca y sé lo difícil que es salir o ir a una juntada…. lo mismo pasa en quienes eligen una alimentación a base de plantas”, desliza la joven de 22 años durante la entrevista.
La historia de Feuer se remonta al 2020, cuando a Juli le tocó vivir el momento más difícil de su vida: la enfermedad de su padre. “La cocina fue mi refugio porque partía mi viejo. Además, me habían detectado una pre diabetes. Yo estudiaba sociología, era plena pandemia. Me empecé a cuestionar el estar medicada de por vida, y ahí comencé a investigar sobre un posible cambio de alimentación podría revertir el diagnóstico”. La joven empezó a probar recetas con vegetales y supo que podría lograr preparaciones bien sabrosas con infinidad de productos y técnicas de cocción. “Lo asombroso es que al mes de cambiar la alimentación, los valores se acomodaron y hoy ya no cuento con riesgo de diabetes”, enfatiza.
El empujón que necesitaba para meterse de lleno en la cocina vino de la mano de Paz, la propietaria de El Mercadito Orgánico de Gonnet, lugar que Juli frecuentaba. “Un día le llevé unos bombones caseros, porque en ese momento hacía pastelería. Paz me dijo: ‘Juli, tenés que animarte a cocinar!’. A los pocos días me sumé a un curso virtual de pastas sin tacc y basado en plantas, y me encantó!. Un día hice, le llevé a la chica de El Mercadito y les re gustaron. Me pidió que le lleve para vender, y así fue cómo empezaron a llegar al público”.
Juli reformó un viejo garage de su casa, un lugar que -paradójicamente- funcionaba como un depósito, ya que su padre distribuía golosinas, y montó su cocina. De a poco fue incorporando equipamiento y así pudo lograr tener una cocina 100% libre de gluten.
“Después de muchas pruebas, me animo a salir al mundo con mis raviolones sin TACC y veganos, livianos y frescos. Pero sobre todas las cosas, me animo a salir al mundo con unos raviolones que tienen pedacitos de mi corazón. Feuer, en alemán por el origen de mi apellido, porque al fuego lo tengo tatuado y es mi brújula (‘No pierdas tu fuego’)” expresa Julieta, y presume que se inició en el mundo de las pastas porque le recuerda a su padre: “cuando era chica mi papá siempre me contaba una historia de unos ratoncitos que iban a comprar queso para las pastas del domingo, y era mi historia preferida. Además, a papá le gustaban mucho las pastas”. Hoy Julieta elige reversionar ese cuento que tanto le gustaba “para que nadie se quede afuera de las pastas domingueras, y lejos de lo que se piensa, no se resigne sabor, ni calidad”. Porque la comida a base de plantas (plan based) es bien sabrosa.
En su carta de presentación, Feuer propone pastas de la naturaleza, integrales, inclusivas y artesanales. Y el menú es breve pero contundente: Raviolones elaborados con harina de sarraceno y distintos rellenos. Ahora también, fideos en cinta. Todos sabores con la impronta de Feuer, porque “la idea es hacer algo distinto”, expresa la cocinera. Los raviolones que más se venden son los de champignones y crema de cajú. También están los tofu, acelga y levadura nutricional; los de cabutia, crema de nuez y salvia.; Untable de girasol, olivas y cebollita; y los de paparella, ajo y puerro. Vienen congelados, por lo que podés tenerlos en el freezer hasta 3 meses.
Quienes quieran encargar pastas a Feuer, deben hacer el pedido con 48 horas de anticipación. Se entrega a domicilio los miércoles y viernes. También podés conseguir las pastas en Rizoma (la Plata) y Natural Bell (City Bell), además de El Mercadito Orgánico de Gonnet ubicado sobre el Camino General Belgrano. Por estos días, Juli va a estar preparando pastas para los dos platos principales del próximo ciclo de Paprika, el restaurante a puerta cerradas de Damián Cametho en Tolosa que propone una cocina plant based con menú de pasos.
Julieta sueña a futuro con un local propio. Pero mientras tanto, disfruta de la felicidad de que lo que está haciendo porque sabe que va por el camino correcto. “Con Feuer hice posible que una pasta sea inclusiva, sana y que puedas juntarte con amigos a comer y que haya un vegano o un celíaco y que podamos comer todos lo mismo sin resignar ricos sabores”, y concluye: “lo que intento es demostrarle a la gente que no se resigna la calidad en absoluto, y que podés hacer algo sano, sustentable, rico y que incluya a todos”.
Feuer
Dato: miércoles y jueves, 30% descuento pagando con Cuenta DNI.
En Instagram: @feuer.cocina