Cuando el plan no es salir, sino disfrutar de una buena picada en casa pero no nos conformamos con las cervezas industrializadas, aparecen las tiendas de cerveza donde los brewers locales nos acercan las variedades más ricas de las craft.
Este formato de venta surgió con el boom cervecero. Claro, es otra manera de que los productores puedan ofrecer sus creaciones a un público con un paladar entrenado en lo que a craft beer se refiere. Así nacieron los growlers, estos botellones que permiten cargar la bebida en la canilla del local y llevártela a tu casa. Sobre la barra de la tienda los exhiben, en vidrio caramelo y con el logo del local estampado. “Nuestro negocio pasa por la venta de growlers de 1 y 2 litros, y de porrones y botellones de plástico. Es un producto que está creciendo y cada vez hay más locales en La Plata que se dedican sólo a la recarga de cervezas, pero nosotros somos los únicos en la zona de Tolosa” dice Ariel De La Canal, dueño de Cracovia.
En los últimos meses abrieron en la ciudad varios locales los que encontramos como tienda o despacho de cerveza. Cracovia, por ejemplo, se inauguró en la primavera pasada en Tolosa: es el proyecto de una pareja que se declara fanática de la cerveza craft. “Tenemos distintos estilos de cerveza, de distintos proveedores platenses y nosotros nos encargamos de elegir buenas cervezas para ofrecer al público. Por ejemplo, a mi gusto, la mejor honey y la mejor ipa platense es de Cartago, y la vendemos”, cuenta Ariel.
Generalmente, cada botellón trae su etiqueta con la variedad de cerveza que contiene, la fecha en la que fue adquirida y el tiempo para consumirla. Si es botellón de vidrio, se debe consumir en pocas horas para evitar que se le vaya el gas y que se altere el sabor porque la cerveza no está pasteurizada. En tanto, si comprás una la botella de plástico (no retornable) siempre es dentro de los tres días de carga.
“La botella de plástico o el growler es el medio perfecto para poder tener la cerveza craft que más te gusta en la mesa de tu casa“, explica desde el otro lado Gonzalo, fanático de la cerveza artesanal. Si tenés un growler, el sistema es el mismo que con las botellas retornables industrializadas. La diferencia es que el propietario se convierte en parte del proceso artesanal al cuidar y limpiar su botellón de vidrio. “Una vez que terminaste la cerveza, se lavan con agua, se deja escurrir, se le pone un poquito de alcohol, lo enjuagas, y le dejás un poquito en el fondo para evitar hongos”, explica el dueño de Cracovia y agrega: “se guarda cerrado con la tapa y cuando lo traes tiro el alcohol y ya queda listo el botellón para volver a llenar”.
Muchos de los locales además de ser una estación de carga, es un sitio de paso para que la gente frene y se lleve puesto una pinta o la tome en alguna improvisada barra en la vereda del lugar. Sin duda, la gran desventaja de estos despachos de cerveza es que, debido a la legislación provincial, estos locales deben cerrar sus puertas a las 21 horas.
Los lugares donde podés recargar en la ciudad:
- Brutus · 41 e/ 7 y 8
- KEEF · 56 e/ 6 y 7
- Estación Growler · 7 esq 61
- Let it Brew · 5 esq 66
- Kush · Av. 60 e/ 5 y 6
- Alquimia · 14 casi esq. 56
- La Curda · 46 casi esq. 12
- Pinta Rock · 56 e/ 9 y 10
- 9 Pasos · 74 e/ 57 y 58
- Birras.Ar – 44 #1278 e/ 20 y 21
- Hazen · 43 #1090 e/ 16 y 17
- Walden · Av. 19 casi esq. 55
- Jaser · Diagonal 74 e/ 4 y 5 || 659 entre 14 bis y 15
- Cracovia · 7 esq. 530, Tolosa
- City Beer · 14a entre 471 y 472, City Bell
- Beer St – Perú #283, Ensenada