Los nuevos centros de atención en las redes sociales son los influencers, líderes de opinión que conectan con el público interesado en un determinado sector a través de la redes sociales. Y lo gastronómico es sin duda uno de los gr andes potenciales de Instagram. En este marco, la ciudad de La Plata tiene a Laura Espinace, quien a través del hashtag #LaRutaDelTentempié presenta pequeñas (y deliciosas) reseñas de bares, restaurantes, pubs, y todo tipo de experiencias para disfrutar de un momento foodie.
Lugares ya consagrados, aperturas, y también lugares desconocidos o poco frecuentados que tienen algo de especial para descubrir. El alma de #LaRutaDelTempenpié es contar esos secretos y compartir con sus seguidores estas experiencias para que, vayan donde vayan, tengan algo de data y puedan disfrutar de un buen momento. En diálogo con #Pinta, Laura Espinace nos cuenta cómo fue que decidió crear dicho hashtag, qué tienen en cuenta para elaborar una crítica de un lugar, y se atreve a revelar qué lugares de La Plata no te defraudarán.
– ¿Qué fue lo que motivó a crear #LaRutadelTentempié?
Vengo de una ciudad chica donde no había demasiadas opciones a la hora de salir. Siempre fui de buen comer en casa o cuando viajábamos y con los años me di cuenta que la comida era algo que me llegaba a emocionar, digamos que tengo un romance con ella. Y por supuesto que ayudó mucho tener una madre y una abuela que cocinan ¡como los dioses!; y qué decir de los asados dominicales de papá, ¡un orgullo nacional!”. Hace 11 años me vine a vivir a La Plata para estudiar y si bien obviamente encontré más alternativas de lugares, seguía siendo un espacio bastante acotado. En la época de facultad con un amigo nos encantaba ir a Buenos Aires para redescubrir la ciudad y probar cosas distintas. Ambos, seguidores Charly y Fito, llevábamos como b andera un par de frases de canciones suyas: éramos “dos en la ciudad” en “la ruta del tentempié”, porque además del paseo era fijo terminar picoteando algo rico en algún lugar interesante de “la ciudad de la furia” (y acá sumo a Cerati).
Por otra parte, siempre amé cocinar, la fotografía en general y el food styling, tres cosas que se complementan fantásticamente y que sin darme cuenta intentaba hacer en casa a mi manera (porque no estudié nada relacionado). Así nació la idea de ir mostrando lo que comía en cada lugar hasta que, con la llegada de Instagram decidí tenerlo como lema; justamente en mi descripción cuento que “Soy un típico ser en #LaRutaDelTentempié” llevándolo finalmente como hashtag principal de mis posteos, y seguramente pronto en un blog. Hoy en día me encuentro recorriendo esta hermosa Ruta de la mano de mi pareja que me acompaña con el mismo entusiasmo por salir a descubrir las cocinas de esta ciudad. – ¿Qué deseas transmitir con tus publicaciones?
Rendirle homenaje a los sentidos, sin dudas. Cuando algo es delicioso y si además está bien presentado me encanta comunicarlo. No siempre la luz en los locales es la más adecuada y quizás una foto no puede transmitir aromas y sabores pero ahí juega el rol de la palabra como capitán. Me gusta contar mi propia experiencia, porque ¡¿cómo no compartir el placer que me produjo un plato y toda su atmósfera si lo lindo es poder recomendarlo para que otros también lo vivan?! Por supuesto que cada experiencia es personal y seguramente habrá gente que no lo va a sentir de la misma manera pero esto es una aventura y se trata de que cada uno pueda ir creando la suya a partir del empujoncito que invita a conocer nuevos puntos.
Volviendo a lo que ofrece nuestra ciudad, luego de haber vivido más de 11 años acá, puedo ver que el panorama es completamente diferente y en materia gastronómica está creciendo a pasos vertiginosos. Por eso la meta es mostrar todo el potencial culinario platense para que llegue al mayor público posible.
– ¿Qué aspectos de la experiencia gastronómica tienes más en cuenta a la hora de valorar?
Soy consciente de que el espacio en su totalidad, el plato en todos sus aspectos y la atención del personal van de la mano; es claro que si una pata falla, la silla no podrá permanecer estable. Todo es parte del show y hay que evaluarlo de forma completa. Sin embargo, no puedo evitar que los buenos sabores me toquen el corazón y sea la excusa principal por la que volvería a tal o cual lugar.
– De todos los lugares que visitaste ¿hay alguno que dejó una huella en especial?
Particularmente acá en La Plata hay muchos que me han marcado, sería imposible elegir solo uno. Por ejemplo podría citar a Nat, Camelia, Rooibos, Mumi’s, Índigo y Charola como mis favoritos para merendar, Cruel y Valnød en el rubro coctelería, Cinco Sabios y Benoit como cervecerías más de culto, Antica para alta cocina, Los Laureles y Oriol como restaurantes gourmet y bien abundantes, Carne para una buena burger, Urquiza, Flora, Rimbaud, Weiaut y Pausa para todo momento del día, A Rienda Suelta y Lo Del Negro como expertos en parrilla, Asai en lo que es comida oriental, pizzerías podría nombrar miles (Mozquito, Pasillo, Abra Maestro, Casablanca), Los Pingüinos como especialidad en pescado, Pipistrello, Tanat o Iano en estilo bodegones nueva escuela, Vipentto para helados… ¡Y la lista podría seguir! Incluso han habido lugares fabulosos en esta ciudad que por diversas razones ya no están pero han quedado en los mejores recuerdos.
– Desde tu punto de vista, ¿comemos más por la vista, por el plato o por la atmósfera que rodea al plato?
Como dije antes, es todo un conjunto, cada característica se integra con la siguiente para lograr que la experiencia sea como es. Pero indudablemente la visión tiene un peso importante, porque lo que comemos primero entra por los ojos y que un plato sea atractivo a primera vista adelanta lo que nos deparará el resto del espectáculo.
– Por último, a tu criterio ¿qué características debe tener un foodie?
Me parece que cada uno va haciendo su propio camino pero algo que hay que considerar es básicamente el respeto por los que están detrás del plato. Somos todos humanos y a todos nos puede tocar un buen o mal día. Las felicitaciones en público, las críticas en privado. No prejuzgar ningún lugar (la opinión se formará a partir de la experiencia y no antes). Valorar la diversidad y disfrutarla. Saber incorporar elementos que quizás no son tradicionales para nosotros. Aprender a apreciar todo de una comida o una bebida: mirar desde todos los ángulos, oler con ganas, degustar en profundidad (¡la boca y la nariz se transformarán en un baúl de recuerdos!), aprender sobre los orígenes y cultura de una receta y, fundamentalmente, dejarse atrapar por el momento. Y para finalizar, no nos olvidemos lo más importante que nos define como “foodies”:¡ser apasionados hasta la médula por la comida!
Seguí a Laura Espinace en las redes: @lau.espinace / #LaRutaDelTentempié