Desde el año 2013 Che Bordello no ha hecho que superarse a sí mismo. Dos amigos decidieron encarar un proyecto gastronómico cuya motivación era clara: un poco de independencia y la posibilidad de trabajar entre amigos, lo que significaba un gran valor para ellos.
Con mucha decisión y ganas, en un par de días Isidro y Tomás crearon Che Bordello, que significa “Qué quilombo” en italiano. “La idea era reflejar un poco lo que somos, dos jóvenes descontracturados con muchas ganas de crear algo bueno, algo diferente”, cuenta Isidro. Che Bordello, se concentraba en dar un buen servicio de catering para satisfacer las necesidades de los clientes que querían festejar un cumpleaños o realizar algún evento. La dupla se centraba en la buena onda y la calidad de las pizzas, caseras por supuesto.
“Año a año fuimos creciendo, ganando clientes, que nos elegían y nos confiaban sus festejos y eventos, e íbamos fortaleciendo nuestro estilo, aprendiendo y mejorando también”, cuenta Tomás hasta que en el 2016 se les presentó un gran desafío por delante: la posibilidad de abrir un local. “Luego de un largo proceso de reformas y desarrollo del proyecto, logramos abrir el local en una casa quinta con estilo colonial, en plena calle 489, o mejor conocida como Lacroze. En una zona residencial, pero con mucho verde, y así queríamos que sea nuestro local: con espacios verdes, rodeados de naturaleza”, agrega.
Che Bordello es un lugar diferente, fresco, acogedor y amplio. En este tradicional chalet de Gonnet hay un sector de terraza rodeado de un hermoso jardín donde disfrutar las tardes y las noches cálidas, y un moderno salón con toques retro. “Queremos mantener nuestra esencia, simple y sencillo, pero de gran calidad, respetando lo casero, y con buena materia prima, ya que creemos que los sabores auténticos de lo casero, pueden generar fuertes sensaciones”, asegura Isidro. La carta de Che Bordello es sencilla y se basa en los sabores caseros. Se sirven entradas como nachos, quesadillas y langostinos. Las hamburguesas (de carne o pollo) son caseras y están envueltas en pan de campo o pan integral. La Cheburger Blue, por ejemplo consta de pan casero, hamburguesa, cebolla caramelizada, tomates cherries confitados, hongos , rúcula y roquefort; un verdadero deleite al paladar. Para acompañar, papas fritas en versiones diferentes. Pero en Che Bordello no faltan las pizzas, con su amplia variedad. Entre las más exquisitas, la de langostinos a la provenzal.
En este lugar tampoco faltan las ensaladas, con o sin pollo. Para quienes buscan un plato más tradicional, en el lugar se elaboran los “platos del día”, que va desde milanesas a la napolitana con tortilla de papa hasta bondiola de cerdo con ensalada y papas rústicas. En cuanto a las bebidas, se ofrecen los tradicionales aperitivos, las clásicas bebidas sin alcohol y sumaron cerveza tirada de Patagonia. Los postres, van rotando semana a semana.
Por otro lado, hay que destacar que el entorno y la atmósfera especial del lugar invitan además a disfrutar de una rica merienda los fines de semana. Cafés, licuados, tostados, wraps y pastelería casera para acompañar un buen momento por la tarde.
“Che Bordello aspira a que los clientes se sientan como en casa, brindar un espacio para que disfruten en compañía de quien quieran, pasarla bien, por eso también estamos siempre preocupados por ver que podemos sumar, que podemos mejorar, traer b andas, o realizar shows que sumen a que todo sea un lindo momento”, concluyeron sus dueños.
Che Bordello
Dónde: Calle 489 (Lacroze) e/ Camino Centenario y 14, Gonnet
Horarios: miércoles y jueves de 20 a 01 hs./ viernes, sábado y domingo de 16 a 01 hs.