Tranquilidad, paisajes verdes y ritmo pueblerino. Villa Elisa conserva hace años un encanto especial, especialmente en verano. Sobre la calle 6, en el centro de la localidad, una hermosa arcada de hierro marca la entrada a “Boulevard 1894”, un callejón escondido con estilo propio, variedad de propuestas y una historia muy particular.
La familia Barneche, dueños de una casa de demolición, compró una casa lindante y la refaccionó con puertas, ventanas, balcones y vitreaux de antiguas construcciones para dar vida a este “boulevard”, una apuesta familiar que los uniera aún más. “Mi papá cedió parte del patio de su casa para que el boulevard sea amplio” desliza Gonzalo, uno de los hermanos Barneche aliados en este emprendimiento. “Yo estudié arquitectura y me hice cargo de la proyección edilicia este paseo”, cuenta. “Mi hermano Rodrigo es el menor de 4 y siempre soñó con tener una cervecería, así que él es quien está a cargo de Edison. Mi mamá y mi hermana están en el local de ropa para niños; y yo al frente de Johnny Vermouth junto a la casa de té La Petite Patisserie que lleva adelante Valen (su ex).”
Este paseo abrió hace cerca de un año, pero algunos lo estamos descubriendo recién ahora. Según nos cuenta Gonzalo, “lleva el nombre Boulevard 1894 por dos coincidencias: dicho número corresponde al código postal de Villa Elisa; y porque el primer Boulevard de la ciudad de Buenos Aires (la Avenida de Mayo) fue inaugurado en 1894”. Al frente, tiendas de ropa. Por un lado Bona, con prendas para la mujer moderna; por el otro, Enfant, una tienda multimarca con todo para bebes y niños. Nada más que traspasar la arcada de hierro para sentir la atmósfera vintage y disfrutar de las opciones gastronómicas.
La Pettite Patisserie
Valen está al frente de esta casa de té que invita a reencontrase con la vajilla y los objetos de las casa de nuestras abuelas. Un par de mesitas de hierro forjado en la puerta, y otras de madera en su interior. En este espacio, la comida saludable es el eje central de la propuesta. Podés pedir hamburguesa vegana (de lentejas, garbanzos o arvejas), alguna ensalada o tartas. También hay empanadas, y variedad de sandwiches, donde el hit es la Bondiola (cocinada al vino con hierbas, y que viene acompañado con rúcula y tomate). También se destaca el Palta lover (palta, tomate, pollo y mayonesa con ciboulette), y el Rico (jamón crudo, queso, rúcula y tomate). ue nos hace sentir en un café de alguna película francesa.
Para la hora de la merienda, se ofrece café, variedad de tés (Heredia), jugos naturales, y hasta podés pedir mate, con yerba orgánica y diferentes hierbas para que lo armes como más te guste (cedrón, manzanilla, etc). Para acompañar, unos budines individuales. Imperdible el de naranja con baño de chocolate. También, hay yogures con fruta y granola, vasos de cheesecake, lemon pie o chocotorta, y diferentes opciones de pastelería sin TACC de Jacinta. LPP está abierta desde media mañana todos los días, excepto los domingos y lunes que abre a partir de la tarde hasta la medianoche. Un dato: los lunes, cuando cierra la cervecería, se ofrece pizzetas caseras.
Johnnie Vermouth
Este pequeño bar rescata el momento del aperitivo y ofrece refrescantes tragos para un momento. Johnny Vermouth comparte espacio con LPP. En la planta alta, un sector de living y un pool que invita a pasar un rato con amigos. La carta de JV es acotada pero ofrece lo indispensable de una vermutería: picadas gusto del cliente, panchos gourmet (con los toppings que quieras: jamón, queso, chucrut, berenjena, morrón, choclo, tomate, etc), brusquetas, o empanadas.
En cuanto a las bebidas, hay infinidad de opciones pero con acento en los aperitivos como Gancia, Cynar, Cinzano, Fernet y Campari. La combinación que quieras. También cervezas en lata (rubia, negra, roja e IPA de Andes) y Corona en porrón. Pero la gran vedette de la casa es la sidra tirada: en versión pera o manzana de Kilka. Entre los cócteles se destacan los clásicos como el mojito, la caipirinha, el Negroni, Old Fashioned y algunos de autor como el Fedesita (café, whisky, crema americana y licor de chocolate). Un dato: las plantas aromáticas que se utilizan para prepar los tragos, las encontrás dispersas en el patio.
Edison
Desde hace unos años, las cervezas artesanales invadieron la ciudad. Y Villa Elisa ahora tiene un lugar copado para disfrutar de una buena birra en un patio rodeado de chapas acanaladas, muchas plantas, hierro a la vista y terminaciones rústicas. Al final del Boulevard 1894 se encuentra Edison, una cervecería con 3 canillas de Cabra 52 (White IPA, American Stout, American Amber Ale), y otras 3 de Dackel (Golden Ale, Irish Red Ale y la espectacular Bee Flower).
La carta de Edison es variada. Desde el clásico tapeo (bastones de muzzarella, papas fritas, rabas) que merece un 10, hasta pizzas, hamburguesas, milanesas, ensaladas y pastas. En Edison podés sentarte adentro (planta baja o planta alta) o en el hermoso patio. Tenés un par de maquinas arcade para jugar unos fichines. Un dato: hay happy hour de 18 a 21 hs.
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Boulevard 1894
Dónde: calle 6 #954 e/ 42 y 43, Villa Elisa
En Instagram: @la.petite.patisserie.va / @johnnyvermouth / @edison_cerveceria