Bodegones cancheros en BA: comer tradicional con toques de modernidad

Por Silvina Baldino

Lugares que recrean el espíritu de bodegón porteño con un toque de modernidad. Espacios sin demasiada pretensión pero con mucha magia. Te contamos sobre 3 lugares barriales que revolucionan la cocina de bodegón y le dan una impronta propia a platos tradicionales con identidad local.


▸ F5, en Villa Crespo

F5, la cantina contemporánea de Villa Crespo que revivió una histórica esquina de bodegón. De día, piezas de panadería de Fuerza y una cocina dedicado a los platos clásicos. De noche, la cocina de Romero Siero con una carta más rebuscada. Una fusión de proyectos en un solo lugar: la esquinita de Julian Alvarez y Gofre.

El cartel de la fachada habla de la historia del lugar. Allí funcionó durante más de 30 años la cantina “Mamma Rossa”. Y los creadores de F5 quisieron mantener la esencia del lugar. Un mostrador con panes de masa madre, medialunas, chipá y otras piezas panadería del gran Francisco Seubert, creador de Fuerza. Por detrás, se deja ver la cocina. Para sentarse, hay un salón bien luminoso y también está la vereda.

Acá se sirven platos con materia prima de calidad y bien ejecutados. Los mediodías hay clásicos que nos recuerda a nuestro pasado pero con un toque de contemporaneidad. La carta es breve pero muy tentadora. Para empezar, la panera es un must del lugar. Las masas de Seubert son gloriosas. La panera viene con una manteca orgánica cremosa con unos cristales de sal marina. Otro indispensable son los buñuelos de acelga con mayonesa de siracha y pencas al escabeche. Y por supuesto la Mila Napo con fritas, que viene para compartir. La milanesa es de carne de nalga, viene con una salsa de tomates naturales bien cocinados, jamón ahumado artesanal, mozzarella fior di latte y un salpiqué de orégano fresco. Vienen acompañadas con unas sabrosas papas fritas triple cocción, quedan crocantes por fuera y suaves por dentro.

En F5 hay vermú y una buena selección de vinos (botella o un par de cepas por copa), jugos naturales, platos abundantes, meseros atentos al comensal. Podés almorzar y llevarte unas medialunas para la merienda. Un dato para quienes vamos en auto: el barrio es tranquilo. Podés estacionar a metros del restaurante.

Cuándo: lunes a sábados al mediodía
Dónde: Jufre 202, CABA
En Instagram: @f5cantina


▸ Yiyo el Zeneize, en Parque Avellaneda

Danilo es IV generación del fundador de esta emblemática esquina del barrio Parque Avellaneda, un italiano que vino a la Argentina a principios de siglo XX. Junto a su tío y otros 2 socios llevan adelante a un Yiyo el Zeneize renovado, en un espacio que guarda más de 100 años de historia. Zeneize no remite a la hinchada de Boca.  Zeneize se le dice a los genoveses, porque todos los inmigrantes italianos que venían a la Argentina partían del puerto de Génova.

El lugar desborda de objetos antiguos, botellas de bebidas, frascos con conservas, camisetas de fútbol, sifones y herraduras. La carta se conforma con un elenco de platos de bodegón con toque de cocina contemporánea. Y en este lugar el vermú es el protagonista de la escena. En el mostrador, variedad de botellas de aperitivos y vermú artesanales, donde encontramos un platense: Interferencia.

Tienen un menú igual de especial: picadas y degustaciones, clásicos (tortilla española, provoleta, empanadas, pastel de papas, entre otras cosas) y una selección pequeña pero muy tentadora de postres. La experiencia es para vivirla. Al entrar al bodegón, te invitan una copa de vermú en la barra. Luego pasas a la mesa.  Entre los indispensables, la Tortilla española con champis y alioli, Provoleta a la plancha flambeada al whisky, con tomates secos y cebollitas encurtidas y El Capricho de Juanita, las milanesas de peceto que vienen con pastas caseras y una crema de manteca de hierbas (eneldo, huacatay y salvia). Para el postre, La Morocha Espera (húmedo de chocolate / peras especiadas y crema chantilly).

Ir a Yiyo es una experiencia única. Una esquina hermosa de barrio que mantiene el espíritu de los viejos almacenes de ramos generales y en donde te sentís parte del lugar desde el primer sorbo de vermú, hasta el shot de lemoncello que te sirven al final.

Cuándo: Mediodía: miércoles a domingos / Noche: miércoles a sábados
Dónde: Av Eva Peron 4402, Parque Avellaneda (CABA)
En Instagram: @yiyoelzeneize.ba


▸ Doña, en Almagro

La esquina de Bulnes y Humahuaca, en pleno barrio de Almagro, los nostálgicos de la comida “de la abuela” se van a sentir como en casa. Doña es un restaurante que propone platos bien caseros con una versión propia en cada una de las preparaciones. Rico, barato y abundante. Comida casera, como las de nuestras abuelas. Un lugar simple, de barrio, con mesitas en la vereda para disfrutar de la hermosa Buenos Aires.

El lugar propone un menú variado milanesas, los mejores cortes de carne, pollo, woks, ensaladas. Pero la especialidad del lugar son las pastas, amasadas a mano en un salón ubicado a pocos metros del bodegón. Ravioles, fucciles, capeletis, vermicellis, orecchiette, agnolotis, ñoquis, sorrentinos con la salsa que más te guste, ya sean clásicas, especiales o gratinadas.  Entre las especialidades de la casa, Fucciles de espinaca al fierrito, una preparación típica de Italia 100% artesanal. Van muy bien con la salsa Principe de Nápoles (tomate, jamón, huevo poché y parmesano gratinado). Como entrada, los Pulpetines de ricota, unas bolitas de ricota con y queso parmesano fritas con salsa pomodoro.

Cuándo: Mediodía: martes a domingos / Noche: lunes a sábados.
Dónde: Bolnes 802, CABA
En Instagram: @donacocinatipocasa

 

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