Pasaje del Correo: un tesoro escondido en Recoleta

Recoleta es el barrio de la elegancia, la sobriedad y los detalles de calidad. Perderse en su calles donde la bohemia se viste de exotismo es una experiencia única. Artistas, arquitectos, decoradores y pequeños restaurantes se acurrucan en espacios angostos y escondidos que marcan un estilo propio. En este escenario se ubica el “Pasaje del Correo”, un pequeño callejón con deliciosas propuestas.

Sobre la calle Vicente Lopez al 1600 aparece un hermoso portón de hierro que marca la entrada del Pasaje Suizo, como también se lo conoce. Fue construido en los años 20 por el arquitecto italiano Felipe Restano y era compuesto por 21 viviendas unifamiliares. Hoy la mayoría de las casas fueron transformando sus usos a comercial o institucional pero el conjunto como un todo se encuentra en perfecto estado de conservación y se mantuvieron muchos detalles, como las herrerías, las puertas, las marquesinas y los faroles que le dan al pasaje un encanto único.

La antigua construcción se extiende sobre una planta de unos 25 metros de frente por aproximadamente 70 de fondo. Allí, un buen número de negocios que reflejan la sed de cultura del barrio. En el pasaje se instaló hace más de 20 años El Estudio, donde funcionan el taller de teatro de Julio Chávez y el estudio de danza de Vivian Luz y Ricky Pashkus. Hay tiendas de ropa (El Pasaje -trajes de baño.; I love Vintage), una peluquería (Narciso coiffeur), un taller de arte (Taller del Pasaje), algunas oficinas, centros de terapias alternativa (Semiya) y de yoga (DeRose Method), un kindergarden bilingüe (Tiempo de Jugar) y, para los más selectos, el centro de diplomacia y protocolo de Karina Vilella.

Su apodo de “Pasaje del Correo” se debe a que durante años funcionó una oficina del Correo, donde hoy está funcionando Squzi, un bar restaurante italiano con variedad de propuestas. Para la hora del vermú, este pasaje propone pasar por La Esperanza de los Ascurra, un bar bien madrileño donde la gente llega para tomar un vermut en la barra y picar unos morrones, disfrutar de unas gambas o alguna opción de tapeo que sea porteña.

Pero el gran atractivo del Pasaje del Correo que capta la atención de los foodies es Bis, el restaurante “casual” de Gonzalo Aramburu, uno de los chefs más reconocidos de Argentina. Con apenas un año de vida, tiene el muy apropiado look bistró años 50, todo beige caramelo, butacas de cuerina y sillas cómodas, persianas americanas, paredes claras. Afuera, una puesta simple rodeada de plantas y mesas como en las calles de París.

Bis es un gran lugar, con una cocina diaria com andada por Julio Báez, ex chef en Le Sud del Sofitel Arroyo y quien acuñó experiencia en Mirazur (el tres estrellas Michelin de Mauro Colagreco, en Menton). Aquí se puede desayunar panes caseros y almorzar con una enorme relación precio calidad (entrada, principal, postre y copa de vino por menos de $500, con opciones que van de una terrina de cerdo con granos de mostaza encurtidos y ensalada de hierbas, a un tagliatelle di mare). Los domingos (de 12 a 16 hs) se disfrutan a pleno con sus brunchs. Por las noches, los platos con carnes, vegetales, frutas y legumbres logran equilibrios delicados y sabrosos. Sea en un ojo de bife a la leña con tomates reliquia, cebollas asadas y bearnesa trufada; o en arroz con calamares, chorizo, tomate y romanesco. 

Hoy Bis espera la llegada de su hermano mayor: Aramburu Restó al Pasaje del Correo, justo enfrente donde funcionara en algún momento Sirop. La apertura está prevista para el mes de abril. De este modo, el pasaje se va a engalanar aún más. Así que ahora ya sabés, elige un día soleado y templado y escapate a Recoleta para disfrutar de este encantador rincón urbano con aire europeo.

Dónde: Vicente López 1661, Recoleta (C.A.B.A.)

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