Aventuras acuáticas, historias y gastronomía en las lagunas bonaerenses

Las lagunas de Guaminí, Chascomús y Lobos en la provincia de Buenos Aires proponen experiencias de conexión plena con la naturaleza y también la posibilidad de conocer las historias detrás de las tradiciones gastronómicas locales.

Cada destino promete una estadía inolvidable a través de distintas actividades: amasar picarones junto a Yolanda en el pueblo turístico de Villa Logüercio, pedalear con Perla alrededor del espejo de agua en Chasco y jugar al stand up paddle en Lago Cochicó.

El paraíso está en Guaminí

Tres lagunas integran las encadenadas del sudoeste en el municipio agroecológico de Guaminí y con sus características particulares ofrecen opciones para todo público y edades: Laguna del Monte, Laguna Cochicó y Laguna Alsina. En el pago dicen que nunca se llegan a navegar por completo, por eso las personas que visitaron el lugar vuelven una y otra vez. Se encuentra a 520 kilómetros de la Capital Federal y se accede en colectivo o en auto por Ruta Nacional 205 y Ruta Provincial 65.

En Lago del Monte durante los últimos años creció el kitesurf de la mano de Kitelake (@kitelake), escuela y centro IKO. Marcos Casserly, instructor de la institución, afirmó: “es una laguna gigante que permite alternativas de todo tipo, ya sea para riders avanzados o para principiantes, podés encontrarte con vientos muy fuertes y olas enormes, pero también tenemos agua plana ideal para navegar”.

En Guaminí lo cotidiano se convierte en experiencias inolvidables por el entorno natural, el trato de la gente y la calidez del pueblo en su conjunto”, expresó Norma Corsi, a cargo de  alojamientos turísticos N&N (N&N). Su residencia se encuentra a ochocientos metros del balneario, cuenta con capacidad hasta ocho personas y realiza actividades de turismo rural en el establecimiento La Loma.

Los Tucanes (@complejolostucanes), ubicado en el Lago Cochicó, es un espacio familiar para acampar, realizar cabalgatas, explorar con las excursiones de pesca embarcada y realizar deportes náuticos. Incluye bajada de embarcaciones, proveeduría y venta de carnada. “Tenemos todos los servicios a precios accesibles”, aseguró su propietario Ruben Morel.

Por la profundidad y extensión de las aguas, y la singularidad de los vientos provenientes del sur, oeste y este se desarrollaron nuevas prácticas como el windsurf y stand up paddle. Juan Miguel Izaguirre da clases personalizadas sobre estas disciplinas en su escuelita Natural Mistic (@naturalmystic79) y contó que primero explica la teoría y luego ingresan al agua con todas las medidas de seguridad. “No hacen falta conocimientos previos y tenemos cursos para todos los niveles”, aseguró.

En laguna Alsina, la más agreste del distrito, Karen y Florencia reciben a quienes las visitan  con música, tragos, actividades y arte para los más pequeños en el parador OHANA (@ohanaparador). un ambiente familiar que transmite paz. “Siempre queremos que vuelvan, por eso damos lo mejor de nosotras y nunca nos faltan sonrisas y creatividad”, dijeron a dúo.

Caminar sobre el agua en Chascomús

Ubicado a tan solo 120 km de CABA, se puede llegar en auto por la Ruta 2, en colectivo y en tren. Este destino lacustre cuenta con propuestas para todos los gustos: paseos en bicicleta, actividades acuáticas, aéreas, de campo, de estancia, visitas guiadas dramatizadas, obras de teatros, festivales comunitarios, eventos, y una muy variada carta gastronómica.

Perla Calderón es Guía Nacional de Turismo y junto a Verónica Santolaya, Técnica en Turismo, crearon Pedaleando Chascomús (@pedaleando.chascomus), “para que el turista tenga la posibilidad de conocer la ciudad de una manera distinta, divertida y saludable”.

La iniciativa se hizo realidad durante el fin de semana largo de octubre de 2021.

Promovemos el uso de la bicicleta para realizar distintos circuitos guiados, apostando al desarrollo sustentable de nuestra ciudad, nos interesa el cuidado del ambiente y la preservación de nuestros recursos”, detalló Perla.

El emprendimiento incluye tres circuitos el Cultural, que dura tres horas y reúne los atractivos más emblemáticos como la Capilla de Los Negros, el casco histórico, la vieja estación y el Museo Pampeano; el de Raúl Alfonsín, ciudadano ilustre del municipio; y el de Ecoturismo, que conecta con las bondades naturales de la ciudad.

La laguna es el principal atractivo del municipio, pertenece al sistema de encadenadas del Río Salado, que conforman un sistema de humedales de aproximadamente ochocientos kilómetros con siete cuerpos de agua: Vitel, Chascomús, Adela, Del Burro, Chis-Chis, Tablilla y Barrancas. Contemplar el atardecer resulta un momento inigualable en la costa chascomunense.

En Coffate (@coffate,ch), que funciona a orillas de la laguna en Av. Costanera Urruty y Bolívar, se pueden degustar delicias gastronómicas y acceder al muelle flotante. También hay juegos náuticos que incluyen cuarenta botes con capacidad de entre una y hasta cinco personas: yates eléctricos, barcos de choque, barcos a pedales y barcos redondos eléctricos; para quienes se animen a vivir una experiencia diferente pueden encontrar bolas flotantes para una o tres personas que permiten caminar sobre el espejo de agua, y en el sector del parque se pueden alquilan bolas de parachoques inflables que aseguran una tarde a pura diversión.

Los deportes acuáticos son parte del paisaje lacustre. “El stand up paddle es tendencia en el mundo”, afirmaron desde Escuela de SUP Chascomús donde alquilan equipos y enseñan el deporte. El Kitesurf es otra de las opciones y hay dos escuelas: Cultura Extrema (@kiteculturaextrema), con más de 10 años de experiencia y Kitesurf, que funciona desde el 2003.

Manjares artesanales que deleitan paladares en Lobos

En mapuche significa hermoso vestido y cuando se escribe todo junto  bienvenido o buen regreso. “Mi mamá me enseñó a hacer pan casero a los ocho años, cuando vivíamos en el sur”, recordó Yolanda Iris Martínez de Abel, creadora de la panadería Quimey Quipan (@quimey_quipan), nombre que rinde homenaje a los pueblos originarios.

La mujer, que comenzó vendiendo sus elaboraciones en una canasta por la costa de la laguna de Lobos, construyó con el tiempo su propio espacio de producción y venta de panificados sin conservantes entre los que se destacan los Picarones con su masa dulce a base de zapallos, y los panes de campo y de chicharrón, ideales para acompañar una picada.

Yolanda montó el proyecto con el objetivo de que sus hijos pudieran seguir estudiando cuando finalizaran la secundaria. “Ya están recibidos y eso me da mucho orgullo porque luchar por lo que queremos vale la pena”, contó con la voz marcada en forma de sonrisa.

Empecé de muy abajo y consideré oportuna la laguna de Lobos para vender el pan de campo y pan de chicharrón porque pensé que a los ojos de los turistas les iban a resultar productos novedosos, y así fue”, rememoró la emprendedora quien hace doce años colocó un cartel hecho con cajas de cartón en su puerta donde con letras en fibrón decía: hay pan artesanal. Quimey Quipan tiene su carta propia de clientes y el manjar más popular son los Picarones.

La tranquilidad, los espacios verdes y el respeto por el descanso caracterizan a Lobos y a las setecientas personas, que viven en esta ciudad de la provincia de Buenos Aires, ubicada a 115 kilómetros de Capital Federal.

Si de propuestas agroecológicas se trata Awala Huerta Orgánica (@awala_huertayvivero) es la huerta de la Bahía de los Lobos que invita a pobladores y turistas a cosechar verduras y frutas frescas, ofrece plantines y  asesoramiento para preparación de cultivos. “En esta época combinamos la visita con un programa de talleres para niños, donde les enseñamos sobre medio ambiente y producción orgánica de alimentos”, informaron desde Awala.

Alrededor del espejo de agua, también sobresale uno de los emprendimientos más nuevos por su originalidad y glamour: el Refugio Glamping (@refugioglamping), una iniciativa de camping lujos en un entorno totalmente natural.

Otro de los puntos de mayor interés lo constituye El Pescador (@elpescadorlagunadelobos) por tratarse el primer restaurante de la Laguna de Lobos. Fue fundado en 1963 por los entonces recién casados Eduardo Morandi y Susana “Chola” Parenti, quien aún sigue haciendo el postre más rico de toda la zona: flan casero.

Al comienzo los clientes eran solo pescadores o turistas internos ya que Villa Loguercio contaba con poca población y  la ciudad de Lobos era reconocida por la actividad pesquera”, explicó Laura Morandi, propietaria del comercio.

Actualmente llegan al restaurante los hijos y los nietos de aquellos primeros clientes para degustar los platos que conservan con la misma receta: bife de chorizo El Pescador, un clásico de la casa, pastas caseras, parrillada con achuras, y de postre el famoso flan casero de la abuela Chola que, con sus 83 años, sigue deleitando paladares. Entre sus comensales destacados se encuentran Leonardo Favio, Gabriel Corrado, Andrea del Boca, entre otros.

Las lagunas bonaerenses están rodeadas de proyectos que surgieron a fuerza de trabajo y convicción por salir adelante, valores que forman parte de la identidad de los habitantes de la provincia de Buenos Aires y de las características del turismo comunitario en Guaminí, Chascomús y Lobos. Tres lugares para ir, pasear, disfrutar y volver a ir.

Fotos: Municipios de Guaminí, Chascomús y Lobos

 

Pinta Magazine

Portal dedicado al ocio con los mejores planes para el tiempo libre. Desde La Plata con la mirada puesta en Buenos Aires y el mundo. Pero además, un espacio para la puesta en valor de proyectos platenses.