Por Silvina Baldino
Un concepto innovador en la ciudad. Clases de yoga, terapias de bienestar, tienda y un espacio de cafetería. Una antigua casona de la zona de 13 y 42 que ha sido refaccionada con mucho amor. Es La Selva, un lugar de encuentro y refugio dentro del día para una tribu de yoguis que comparten e integran libremente la práctica a su rutina cotidiana como herramienta de bienestar.
Paulina D. Aguado es profe de yoga. Nació en Capital pero en 2019 se mudó a la ciudad de La Plata y comenzó a dar clases en un estudio. El año pasado el espacio cerró y la joven comenzó a cranear este proyecto junto a Mariano Andrade, su pareja. “Me gustaba lo que hacía, me estaba yendo muy bien y tenía ganas de trabajar con gente, formar un equipo con la ilusión de profesionalizar el oficio y generar estabilidad”, confiesa. Así surgió La Selva, un lugar en donde además de yoga la comunidad encuentre algo más.
“Siempre estuvo la idea de sumarle un espacio de encuentro más allá de la práctica de yoga en sí misma, y así fue como surgió el cafecito, porque a los dos nos gusta mucho beber y comer rico”, cuentan. “Encontramos esta casa que daba las posibilidades para hacer eso que tanto pensamos: dos salas, un consultorio con masajes y osteaopatía, una recepción con una tienda, baño con vestuarios y ducha, un jardín con muchas plantas y el cafecito a la calle”.
El proyecto innova en la ciudad al reunir distintos estilos de práctica de Yoga encabezados por diferentes profesoras que abordan sus clases con distintas perspectivas, permitiendo un abanico de posibilidades para explotar el cuerpo (restaurativo, yoga flow, yin yoga, hatha, acroyoga, vinyasa, entre otros). La práctica es libre y abierta: “practicá cuando puedas, cuando quieras y cómo quieras. Creemos que la práctica de yoga es un bálsamo que no debería ser contabilizado ni exigido”, dice Pauli.
Pero además, La Selva brinda servicio de masajes y osteopatía, cafetería de especialidad, cósmetica natural (Linda), tienda de ropa técnica (Lulea) y elementos para las práctica (Sukha). “El estudio de yoga es el eje, pero quisimos sumarle al publico servicios complementarios para que la comunidad pueda encontrar un ‘paréntesis’ dentro de la rutina, con una tienda para comprar los productos necesarios para la práctica de yoga, una ducha por si se quieren bañar antes o después de ir a trabajar, y el cafecito a modo de ocio”, explican.
La Selva fue pensada con un fuerte compromiso con el bienestar social y el medio ambiente. “Tratamos de ir en la linea de la sustentabilidad y del consumo responsable, porque la salud es adoptar un estilo de vida. Hicimos unas remeras en honor a las Yungas Jujeñas que pronto vamos a estar lanzando con la idea de que la mitad de la recaudación sea destinada a las organizaciones que trabajan en reforestación”, cuenta Mariano y agrega: “la idea es que todo lo que ofrezcamos sea en la linea amigable con el medio ambiente, desde el grano de café (de Laboratorio de Café), los productos de la tienda hasta las piezas de panadería que vamos a tener en la cafetería (las delicias de la panadería artesanal Wige)”.
El estudio de yoga ya está funcionando. Pero este viernes 5 de mayo se completa el proyecto con la apertura de la cafetería. Sebastián Biglieri estuvo a cargo de la capacitación del equipo de baristas y estará presente. El público en general va a poder disfrutar de una full experience: a las 17 habrá clase abierta de yoga; luego se realizará la apertura de la cafetería con la presentación del equipo y la barra de café abierta. A las 20 horas será el cierre con música, picoteo y vinito.
La Selva
Dónde: 42 e/ 12 y 13, La Plata
En Instagram: @laselva.yoga
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