Por Silvina Baldino
Amo los higos desde la infancia, cuando los recolectaba en la casa de mi abuelo. Pero desde que descubrí a un productor de la zona que dedicó su vida a la búsqueda del higo perfecto, me he convertido en fan.
A Manuel Goncalves lo conocí en 2021, en la Fiesta del Tomate Platense. El productor había llegado junto a su esposa Gabriela, quien siempre lo acompaña. Acomodó unas cuantas cajas de higos en su stand y al ratito se las sacaron de las manos. Sin dudas, era un ¡productazo!. A partir de ahí, cada año asisto a la Fiesta del Tomate bien temprano, para no quedarme sin caja.
Manuel es portugués; desde los 12 años que vive en Argentina. Empezó a plantar higueras buscando ese fruto de la infancia. “En la región de Portugal donde vivía había plantación de higueras, y me gustaba mucho comer higos. Cuando vine a la Argentina no había higos como esos, entonces fui buscando la forma de encontrar alguno que se asemeje”. Así empezó con las plantaciones, probando con distintas variedades de higos, lo que le llevó casi 40 años dar con el higo perfecto, aquel que había estado probando en su infancia.
Manuel cuenta que una de las adversidades de la producción de higos en el cordón hortícola de La Plata es el clima. “Acá mucha humedad y lluvia, y había variedades que no resistían, entonces fui buscando una variedad que tenga las condiciones, que no se eche a perder, que aguante la humedad, que tenga un buen tamaño, buen color y que sea rico” explica el productor, quien logró llegar a su fruto perfecto después de probar con más de 20 variedades.
Higos grandes, dulces y carnosos. En la quinta del barrio El Peligro Manuel tiene más de 70 plantas y está alineado a las buenas prácticas. Las cuida obsesivamente de las plagas (no utiliza plaguicidas) por lo que ofrece un producto orgánico. “La cáscara es muy sabrosa, y podemos comer el higo sin sacarle la cáscara, incluso sin lavarlos porque la planta está muy bien cuidada”.
La variedad de higos que produce Manuel se llama Dalmacia, “se la compré a un hombre de un vivero italiano que me dijo que la había traído de Italia”, relata Manuel. “Resultó que esta variedad de higo se banca la humedad más que otras y que la fruta tiene buen color, una cáscara sabrosa, buen tamaño y mucho sabor”. Manuel recomienda comerlos frescos, sin pelar, y recién sacados de la heladera. También hacer dulce casero, y tener el sabor del higo todo el año.
La producción de Manuel se ubica en las afueras de La Plata, precisamente en Ruta 2 km 44 mano a Mar del Plata, en el barrio El Peligro. Quienes quieran comprar, pueden llegarse hasta ahí. Si es momento de cosecha será Gabriela, su compañera, quien reciba al público. Narda Lepes es una de sus principales clientes, suele ir ella misma a buscar higos para sus preparaciones.
Pero además, Manuel provee sus higos a 2 verdulerías de La Plata: Av 44 esq 29 y la de Av 44 y 143. Un dato más: el próximo sábado 17 de febrero Manuel va a estar con sus higos en un stand de la Fiesta de la Humita Regional en el predio “La Patria Grande” ubicado en 431 y 206 del barrio El Peligro.
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