Por Silvina Baldino
El mate es mucho más que una bebida y está en el ADN de los argentinos. En sólo unos minutos, unas pequeñas hojas de yerba convierten agua en una infusión con aromas y sabores muy particular dando comienzo a un ritual. Para conocer sobre este fascinante mundo, nos sumamos a la cata virtual de yerba mate que organiza Matea, el bar de mate de la ciudad.
Uriel Charne es el creador de Matea. Este espacio fue pensado para crear una comunidad que desea interactuar con expertos y otros tomadores de mate. En el lugar (calle 11 e/ 42 y 43) podés encontrar más de 20 tipos de yerbas premium y orgánicas, blends, mates de vidrio y de cerámicas, bombillas y otros accesorios que forman parte del ritual. También se realizan clases y catas de sus productos.
Hoy el bar está cerrado. En esta cuarentena Matea sólo abre las puertas en horario reducido para ventas de productos en modo take away. Pero Uriel reemplazó esas dinámicas que se hacían en forma presencial en una experiencia virtual. Todos los viernes, desde Matea se realizan catas de Yerba Mate para pasar una tarde entretenida y con el plus del aprendizaje sobre el mate.
La #ExperienciaMatea comienza desde el instante que te llega el Kit a tu casa. Un total de 4 paquetes de yerba estacionada, 3 tipos diferentes y un blend especial. Para maridar, budín, cookies y chipá. Antes de la degustación, los participantes reciben un mensaje por Whatsapp dando la bienvenida, un pequeño instructivo que explica la diferencia entre los distintos tipos de yerba, y algunas coordenadas para alistarse a vivir esta experiencia virtual.
Nos sentamos en un lugar cómodo de la casa donde poder desplegar el kit Matea y la laptop. Le sumamos un termo con agua caliente, 4 mates con sus bombillas respectivas, las piezas dulces en un plato y el chipá calentito (según la sugerencia de Matea). Durante poco más de una hora los participantes nos disponemos a aprender acerca del origen del mate, los procesos productivos, cómo diferenciar tipos de yerba, y qué tipo de acompañamiento funciona mejor según la variedad que se elija.
Antes del primer mate, Uriel te enseña cómo cebar correctamente para lograr una degustación perfecta: ¾ de mate con yerba, agitarlos para obtener una mezcla homogénea, servir agua tibia en la cavidad, colocar la bombilla, cebar con agua caliente en el sector donde está la bombilla, y disfrutar.
Percibimos con la vista los colores y los componentes de cada una de las yerbas (hoja gruesa/fina, palo y polvo). Descubrimos el sonido acercando un puñado al oído y presionado con los dedos para escuchar el crujido. Respiramos profundo y olimos. Saboreamos primero la Tupá (yerba primera molienda con 24 meses de estacionamiento natural y sin polvo) y maridamos con la cookie de chocolate y Nutella. Luego fue el turno de la Irupé, una yerba de primera y segunda molienda con un poco de polvo y de aspecto espumoso al cebar. Acompañamos con el chipá calentito.
Con cada prueba, Uriel nos daba el pie para una charla y así compartir sensaciones de cada cata. Llegó el turno de catar la Guasú, una yerba mate de segunda molienda con una particularidad: el secado barbacuá (10 hs sobre humo de leña), proceso que le otorga ligeros aromas y sabores ahumados. Para maridar, el budín de limón con semillas de amapola. Para cerrar la velada, degustamos el blend Coffee Bean de Matea, con yerba de campo de primera y segunda molienda, sin polvo, granos de café y nibs de cacao. Un mate intenso en donde lo primero que percibimos es el cacao en nariz, y café en paladar.
Después de pasar por esta Experiencia Matea, los mates ya no serán los mismos. Aprendimos a hacer una elección correcta de yerba; que el palo le da equilibrio a la infusión y el polvo hace que no se te lave el mate; a detectar cuando una yerba no está bien seca. Cada detalle altera el producto, y cada mateada conforma nuestra vida cultural.
Experiencia Matea
Cuándo: todos los viernes vía Meet. Dónde: En casa
Más info: somosmatea@gmail.com / Instagram: @somosmatea
