Tokio: un destino flashero al que hay que animarse

Por Silvina Baldino

Unas 30 horas de viaje se necesita para llegar a este destino exótico formidable. Claro, Japón es la ciudad más “occidentalizada” de Asia pero aún conserva las formas y costumbres orientales. Pensás en Tokio y te imaginas una ciudad gigantesca, vanguardista y con ruido en sus calles. Pero llegás y ves que es una ciudad que lo tiene todo (ruido/silencio, tradición/vanguardia, etc) y esa desmesura la convierte en única y no deja a nadie indiferente.

Tratar de conocer Tokio en 4 días fue una tarea titánica -al igual que encontrar nuestro lugar de Airbnb en el barrio de Shinjuko- , porque se necesita de al menos una semana para empaparse de ella. Aquí, un recorrido por los principales propuestas para hacer en la imponente capital japonesa:

· Una foto con la famosa Torre de Tokyo
Esta torre roja y blanca de 333 metros de altura, inspirada en la arquitectura de la Torre Eiffel, es emblema de la ciudad (y la del emoji). Tiene un mirador a 150 ms y otro a 250 que solo te dejan subir cuando el cielo es claro. La mejor vista de la torre para una foto se obtiene desde el parque Shiba, en el que se sitúa el templo Zōjō-ji, que vale la pena ser visitado.

· Atravesar el Shibuya Crossing
Se dice que unas 3.000 personas pueden atravesar el cruce peatonal al mismo tiempo, y se calcula que alrededor de un millón pasan por él a diario. El cruce de Shibuya, en Tokyo, es uno de los lugares más famosos de Japón. Se encuentra delante de la estación de Shibuya, frente a la salida Hachikô. Es conocido por ser el cruce más transitado del mundo entero. El enorme cruce de calles cuenta con un ‘stop’ sincronizado en las cuatro direcciones. Apenas los semáforos se ponen en verde, la marea humana inunda el paso de cebra en forma de cruz moviéndose en todas direcciones, ya sea recto o en diagonal. Una experiencia formidable. Para apreciar desde arriba esa postal multitudinaria, vale la pena subir hasta el primer piso del Starbucks. También los ventanales de la estación Shibuya ofrecen una vista desde otra perspectiva.

· Pasar por la estatua de Hachiko
A pocos metros del Shibuya Crossing se encuentra la estatua de Hachiko, una famosa escultura de un perro que poseía la legendaria lealtad hacia su propietario. ¿Quién no vio la película “Siempre a tu lado. Hachiko” que protagonizó Richard Gere? La famosa historia del perro, que era un macho marrón dorado Akita Inu (una raza japonesa), empieza llegando él a la estación de Shibuya todos los días sólo para esperar el regreso de su amo el Profesor Hidesaburo Ueno. Este hábito se prolongó durante poco más de un año, hasta que un día en 1932 el profesor Hidesaburo Ueno no regresó. Había sufrido una hemorragia cerebral, mientras estaba lejos en el trabajo, y murió. Por los próximos nueve años, Hachiko siguió llegando a la estación en el momento justo que llegaba el tren que debería transportar a su amo. La historia de Hachiko es contada a los niños como un ejemplo de gran fidelidad y lealtad.

· Anochecer en Takeshita Street
Harajuku, un barrio comercial muy frecuentado por los jóvenes y famoso por la moda del ‘Cosplay’ (Costume Play o Interpretación de Disfraces) que tiene una legión de seguidores en el país. Durante los fines de semana el barrio es un hervidero de lolitas góticas, colegialas subidas de tono, personajes del animé y toda la fauna humana que puedas imaginar. La calle principal es la ruidosa Takeshita, donde venden de todo. Famoso por los Croquant Chou de Zaku Zaku (unos pasteles rellenos con crema cuya elaboración es a la vista) y los crepes (probar los de Sweet Box), y también por ser el paraíso de todos los fanáticos de la ropa vintage: los negocios son todos de selección, por lo que los precios son un poco altos, pero se pueden encontrar verdaderas joyitas.   Con 500 metros llenos de cafés y tiendas, es el punto en el que se concentran, sobre todo en fin de semana, jóvenes con un estilo de vestir y comportamiento kawaii. Antes de llegar al Takeshita puedes dar un paseo por el parque Yoyogi y acercarte al Santuario Meiji, un santuario sintoísta de 1920 que se encuentra rodeado de un inmenso bosque y está dedicado al emperador y la emperatriz Meiji. Este es otro de los lugares que visitar en Tokio imprescindibles, pero ojo con los horarios de cierre. que no puedes perderte. Para terminar una ruta por el barrio de Harakuju puedes pasear por la calle Omotesando llena de tiendas de moda y cafeterías con estilo, que resultarán un final perfecto para la jornada.

· Tokio desde las alturas

La mejor hora para obtener vistas panorámicas de la ciudad es el anochecer. Y el Edificio del Gobierno Metropolitano en el barrio financiero de Shinyuko permite acceder a su mirador ¡gratis!. Este edificio de 243 metros, conocido como Tochō, tiene dos excelentes miradores panorámicos situados a 202 metros. La entrada es libre, tan sólo tenemos que pasar un control de seguridad antes de subirnos al ascensor que nos llevará hasta la planta 45, y allí podemos pasar tanto rato como queramos haciendo fotos, tomando algo en la cafetería o comprando algún recuerdo o souvenir a muy buenos precios. También hay miradores formidables como el de la Torre Mori, Tokyo Skytree y la Torre de Tokio pero son pagos.

· Caminar por Roppongi Hills y llegar al Mori Tower

Se trata de la zona preferida para salir tanto para tokiotas como para expatriados y en ella se amontonan un buen número de restaurantes occidentales junto a deliciosas tabernas tradicionales niponas. En Rappongi también esta la Mori Tower donde, además de disfrutar de lo último del arte contemporáneo, puedes obtener una gr andiosa vista de la ciudad de Tokio desde una plataforma de observación de 360 ​​grados. En la puerta, está “Mamá”, una monumental araña de líneas elegantes, escultura de bronce de la artista franco-americana Louise Bourgeois. Puedes terminar el paseo con una visita al Jardín Mohri, un paraíso natural situado en la base del complejo.

· Conocer las dos caras de Shinjuku

Es la idea que te viene a la mente cuando pensás en Tokio: una maraña de rascacielos, centros comerciales y calles repletas de tiendas, karaokes, bares y establecimientos de todo tipo inmersos en un mundo de neones de mil colores. Llegas a la estación de trenes Shinjuku (una de las más gr andes del mundo) y encontrás por un lado los gr andes rascacielos del sector financiero de la ciudad, con el edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio, y gr andes hoteles como el Park Hyatt Tokyo, que tuvo un especial protagonismo en la película Lost in Translation. Y por el otro, una zona de ocio gran neones y tiendas de electrónica donde encontrarás desde salas recreativos como el típico Pachinko a edificios de varios pisos de karaokes, además de centros comerciales y restaurantes de todo tipo. Y aquí Kabukicho, el barrio rojo de Tokio, donde nuestros sentidos no descansan ni un solo segundo. La música ruge desde cada uno de los locales, exquisitos olores fluyen desde las cocinas de las tabernas japonesas (izakaya) y las pantallas de plasma disparan anuncios sin cesar. Cruzar el famoso cartel de neones que da acceso a Kabukicho Ichibangai y pasear tranquilamente por el barrio, viendo sus love hotels, bares y restaurantes, locales de hosts, etc. es uno de los imprescindibles de Tokio.

· Sentarse a comer en Omoide Yokocho
En la salida oeste de la estación de trenes Shinjuku se ubican dos callejones paralelos en los que se amontonan más de 50 bares e izakayas (tabernas japonesas) en donde se cocina a las brasas. Muchos de ellos son tan pequeños que apenas caben en ellos una docena de clientes. Allí lo típico es beber mucha cerveza y mucho sake mientras se disfruta del sabor de las yakitori, unas brochetas de pollo y verduras cocinadas a la parrilla y servidas con sal o salsa teriyaki. A estos locales acuden sobre todo los trabajadores de las oficinas de los alrededores al acabar su jornada; también personajes más o menos bohemios y últimamente un número creciente de turistas. Es que Omoide Yokochō es uno de los pocos lugares del viejo shinjuku que resiste el avance de la modernidad, manteniendo casi inalterado el ambiente de los olorosos y destartalados callejones del Tokio de la vieja época. En estos lugares se cocina a la vista y los espacios son minúsculos, incluso algunos restaurantes disponen solo de una o dos mesas, o son solo un mostrador y varios bancos.

· Sentirse niño en Tokyo Disneyl and

Si conoces todos los parques de Disney (Orlando, Los Angeles, Paris..) tienes que ir a Tokyo Disneyl and Tokyo. Un lugar con una temática similar a los otros parques de Disney en el que priman las atracciones típicas: Splash Mountain, Los Piratas del Caribe, Jungle Cruise, Space Mountain, Stich Encounter, The Big Thounder Mountain, entre otros. Aquí también funciona el fast pass. También está la zona del Toontown, una pequeña ciudad sacada del mundo de los dibujos animados con la casa de Mickey Mouse, el bote del Pato Donald o la casa en el árbol de Chip’n Dale. La famosa zona de la “Main Street” en Tokyo se denomina Bazaar World,. Esta área situada en la entrada del parque es techada (al resguardo de los meses con clima hostil en Japón), tiene un montón de tiendas y restaurantes y está diseñada siguiendo el estilo de una ciudad estadounidense de comienzos del siglo XX. Tokyo Disneyl and, además de ser el lugar perfecto para familias con niños, también es un destino muy frecuentado por jóvenes que quieren disfrutar de una divertida salida lookeados para la ocasión.

· Dormir una noche en un hotel cápsula
Se podría decir que simplemente visitar Japón es una experiencia en sí por el choque cultural, pero pasar una noche en un hotel-cápsula formará parte de los recuerdos viajeros más fascinantes de un occidental. En estos lugares se alquila una litera y se respetan ciertas normas: quitarse los zapatos al entrar, guardar la ropa en taquillas y ponerse un yukata (pijama japonés) para moverse por las instalaciones. Hacé click para ver en detalle Cómo es dormir en un hotel cápsula.

>> Datos útiles

Cómo moverse. Quienes tengan pensado recorrer más de una ciudad, lo más recomendable es sacar el Japan Rail Pass que permite acceder a la mayoría de los trenes de la compañía JR en todo el país. (El pase tiene una validez de 7, 14 o 21 días consecutivos y se compra por internet. Importante sacarlo con anticipación porque te lo envían por correo. Desde hace unos meses, existe la posibilidad de comprarlo ya estando allá, pero a un precio más elevado que el de Internet). Además, Tokio tienen una red ferroviaria extensa y sólo necesitas el JR Pass para moverte en los puntos claves.

Dónde alojarse. Para quienes saquen el JR Pass, lo mejor es buscar alojamiento alrededor de la línea Yamanote que conecta todos los puntos estratégicos de la ciudad (Shibuya, Shinjuku, la estación de Tokio). 

Cómo guiarse. Los carteles indicadores están en japonés, en lenguaje occidental y en colores. Difícil perderse. Siempre habrá un japonés (aunque no hable inglés) dispuesto a ayudar.

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