Jericoacoara, el paraíso brasileño

Por Esteban Pereyra de @VamosFortaleza
(desde Fortaleza, Brasil)

Jericoacoara es un lugar único y encantador, localizado a 300 km de la capital nordestina Fortaleza, en la punta oeste del estado de Ceara. La playa ya fue elegida varias veces como una de las 10 playas más lindas del planeta, según el diario The Washington Post y otros especialistas en turismo.

La historia de Jeri, como también es conocida, es muy reciente. Hasta mediados de la década de 1980 era apenas una villa de pescadores que convivían armoniosamente con la belleza exuberante del lugar y sus riquezas naturales de fauna y flora. Según recuerdan los viajeros más melancólicos, no había energía eléctrica y todo era iluminado a base de velas y c andelabros. El forró, música típica del nordeste brasileño, era algo muy especial e imperdible por la escasa iluminación y el sonido de los pies arrastrándose en el piso al ritmo del baile, una experiencia única vivida por turistas y nativos. En 1985 fue creado el Parque Nacional de Jericoacoara, convirtiéndola en una área de protección ambiental. En el inicio del crecimiento turístico tuvo un intendente de origen español que diseñó la estructura de la villa, para cuidarla de la masiva explotación turística y conservó el difícil camino para llegar, tal como la conocemos hoy.

Para llegar a Jeri, antes hay que hacer una parada obligatoria en la ruidosa ciudad de Jijoca, donde es necesario cambiar de transporte tipo 4×4 y preparase para un viaje de 50 minutos sobre la arena entre gigantescas dunas, visualizando un paisaje de lagunas formadas naturalmente por la lluvia bajo un calor que muchos dicen nunca haber experimentado.

En los últimos años Jeri vivió un proceso de expansión acompañado por un crecimiento de posadas y restaurantes. Con la llegada de energía e internet, se descubrieron nuevas rutas turísticas y el atractivo de playas vecinas asociado al deporte. Para los especialistas, el lugar perfecto para practicar Windsurf, Kitesurf y Sanboard.

No es por nada que la llaman “El paraíso de Brasil”. Es un paisaje único y diferente a lo que puede conocerse de las innumerables playas brasileñas y que apasiona solamente al describir. Con altas temperaturas durante todo el año, la villa cuenta con 3 calles principales atravesadas por diferentes callejones siempre de arena, ya que el asfalto aquí no existe. En la playa lo que encanta es la duna y el cálido mar. Nuestro lugar favorito para disfrutar este paisaje es Club dos Ventos, un parador con la mejor la vista y mozos amigables donde ademas se puede experimentar parte de la gastronomía local: pescado beijupirá, moqueca de raya, pulpo, langostas, camarones, y la famosa caipirinha de fruta.

En este paraíso la sensación es que la hora no pasa, así que habrá tiempo suficiente, incluso para aquellos que vuelven de las excursiones, para subir la duna y esperar ver la puesta de un sol que desaparece en el mar. Un momento especial entre poses y fotos pero sobre todo de paz y tranquilidad. La noche llega bastante rápido y la villa queda iluminada por las luces de cada local, esta combinación nocturna caminando sobre sus callecitas de arena es la que hace de Jeri aun más encantadora. Es el momento, además en el que se forma una larga fila de carritos preparados para ofrecer caipiriñas frutales y de disfrutar las variadas opciones de la noche de Jeri: pizzerías italianas, heladerías, restaurantes con auténticos sabores regionales o la internacional cocina Gourmet.

Aunque hoy Jeri se modernizo y creció bastante, sigue sin perder su esencia y encanto. Cuenta con infraestructura suficiente para atraer a turistas de todo el mundo y brindar días increíbles e inolvidables, siempre dejando esa linda sensación de querer disfrutarla más.

Plan de viaje >>

· Cómo llegar
Recorrer los 300 kilómetros por ruta desde Fortaleza hasta la ciudad de Jijoca, parada obligatoria donde se cambia de transporte tipo 4×4, haciendo un viaje sobre las dunas por casi 50 minutos más hasta llegar a la Vila de Jericoacoara. En total termina siendo un viaje de 5 horas.
Otras opciones: la última y más rápida es vía aérea, por el momento sólo las Aerolíneas Gol y Azul cuentan con algunos vuelos semanales.
Vía terrestre hay dos alternativas: ómnibus (salidas 4:30am/7am) o transporte particular hasta Jijoca donde es necesario estacionar obligatoriamente porque las únicas camionetas y buggies que pueden circular en Jeri pertenecen a una cooperativa local que es la encargada de regularizar los traslados y excursiones. Y la opción más aventurera, a través de turismo offroad en 4×4 haciendo los casi 300km por la costa pasando por más de 10 playas.

· Dónde dormir
Hay muchas opciones y para todos los bolsillos, acá dejamos 3 sugerencias, todas con muy buena calidad de servicio y con el típico desayuno brasileño incluido:
Pousada Munguba $ pousadamunguba.com.br / IG: @pousadamunguba
MyBlue Hotel $$ mybluehotel.com.br / IG: @mybluehotel_jeri óVila Kalango $$$ vilakalango.com.br / IG: @vilakalango

· Dónder comer
El restaurante “Pimenta Verde” sorprende con una cocina variada y sabrosa utilizando alimentos frescos y de calidad, frutos del mar regionales. Recetas internacionales como Filet Poivre Vert, Pulpo a la Provenzal, Camaron al Curry con Mango y platos regionales típicos como Bobó de Camarón, Moqueca de Pulpo, Carne de Sol y Peixada Cearense.
¿Dónde? sobre la Rua São Francisco

Freddysimo – Antipasteria”: Culinaria Italo-Brasilera creativa que cuenta con una gama de antipastos muy sabrosos. Los platos son elaborados con productos frescos y con ingredientes recogidos de la huerta. Pastas caseras. Panes artesanales asados en el horno a leña y pescados de frutos de mar al horno son algunos de las deliciosos platos. ¿Dónde? Beco do Guaxelo

El simple y sencillo restaurante “Peixe Brasileiro” abierto desde hace mas de 20 años ofrece mariscos y pescados frescos locales cocinados a la brasa.
¿Donde? Rua São Francisco 160.

· Qué visitar
Lagoa Paraíso. A 5 kilómetros al sur de Jeri, están la laguna Azul e la Laguna Paraíso: Foto y postal principal de Jericoacoara, con las hamacas colgadas dentro del agua. Esta excursión incluye paradas en la playa de Prea y en la “Pedra Furada”. Es la excursion mas buscada de Jericoacoara. Valores a partir de $50 reales por persona.

Tatajuba. Nuestro paseo favorito. Un recorrido de 28 kilómetros que pasa por un pantano seco, playas totalmente vírgenes, un viaje sobre balsa de madera y gigantes dunas con piscinas formadas naturalmente por el agua de lluvia. Al mediodía una parada imperdible para almorzar en algunas de las barracas de nativos en la laguna de Tatajuba con un menú en vivo de pescados y mariscos frescos. La salida desde la pousada es a partir de las 9am y la vuelta a Jeri a las 15hs. Los precios para este tour van desde los 80 reales por persona.

Barrinha. A esta villa de pescadores, principal fuente de pescados de Jericoacoara, es posible llegar en buggy o 4×4. El camino a Barrinha es por casi 30 minutos sobre la playa y a centímetros del mar. La primera parada es en la playa de Preá, una de las playas más conocidas para practicar kitesurf. En “Barrinha de Baixo” sorprenden las enormes dunas con lagunas cristalinas formadas por el agua de lluvia, paisajes únicos que cambian según el viento y la arena. El almuerzo imperdible es en la Villa de Barrinha. Nuestra recomendación es un restaurante nativo, “Barraca do Belo” ofrece pescados y mariscos frescos aunque la especialidad de la casa es el pulpo. La vuelta de este paseo único es por Lagoa Azul para llegar de vuelta a Jeri a las 16hs. Los precios van desde los 80 reales por persona.

* Esteban Pereyra. Argentino viviendo desde hace 6 año en Fortaleza, Brasil. Está a punto de recibirse de gestor en Turismo y junto a su esposa brasileña administra la cuenta @VamosFortaleza en la cual ofrecen asistencia y guía en español para aquellos que llegan a Fortaleza y los destinos ubicados en el Estado de Ceará, con las mejores recomendaciones optimizando tiempo y dinero. Así que, si sos fan de Brasil ¡no dejes de seguir su cuenta de Instagram!

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