Por Silvina Baldino
Todos sabemos que el paladar argentino se rinde a la cocina italiana. Los millones de italianos que migraron hacia nuestras tierras dejaron en la gastronomía una notable influencia sobre las costumbres culinarias. Así, las pastas supieron ganarse el corazón y el estómago de todos. Estos últimos días los platenses pudimos disfrutar de la Semana de la Pasta Casera, una propuesta innovadora en donde ocho restaurantes de la ciudad se unieron para ofrecer un menú especial (plato de pastas + postre + bebida a $300), y en el cual se buscó el Mejor Espagueti de la ciudad con una maratón única, de la que fuimos parte.
Esta interesante movida tuvo lugar en espacios gastronómicos que pisan fuerte en la ciudad: Club y Restorán Meridiano V, Abrebocas, Cervecería Modelo, Osteria Civetta Rosa, El Quijote, Paesano, Café Urquiza y Abra Maestro. En el marco de esta propuesta, cada lugar puso su cuota de creatividad sobre la base de un plato tan simple como el de los fideos.
En este marco, los restaurantes propusieron una Maratón de Espagueti, en donde los comensales tuvieran la oportunidad de puntuar la experiencia en cuatro categorías: presentación del plato, sabor de los espaguetis, sabor de la salsa, y originalidad de la propuesta. Y nosotros fuimos convocados como jurado para evaluar cada una de las propuestas junto a un grupo de foodies y periodistas gastronómicos locales.
La experiencia
Cada encuentro especial. Un puñado de conocedores del mundo gastronómico, choque de copas, innumerables clics en el celular para fotografiar, intercambio de cuentas de Instagram, las fichas de degustación sobre la mesa para poder puntuar. Durante tres jornadas nos abocamos a la sabrosa tarea de recorrer los restaurantes buscando el Mejor Espagueti de la ciudad.
Iniciamos el recorrido por Paesano donde degustamos dos platos: Spaghetti alla carbonara y Spaghetti al funghi con ragú de cordero y hongos de pino. Luego, caminamos hasta Abra Maestro donde nos esperaban con un plato de Spaghetti con pesto de tomates secos, rúcula fresca y aceitunas negras crocantes. Para cerrar la noche, endulzamos el paladar con un Tiramisú.
Al día siguiente la cita fue en Plaza Paso. Irrumpimos la calma de Ostería Civetta Rossa para sumergirnos de lleno en el reinado de las pastas. Los anfitriones nos sorprendieron con un Conchiglie relleno de cherry, queso y albahaca. Luego, el plato promocional: unos Spaghettis con salsa Alfredo en canasta de parmesano. A pocos metros, nos esperaba el menú especial de uno de los restaurantes más tradicionales de la ciudad: Don Quijote. Allí, agitamos tenedor en los Spaghettis al huevo con pesto rosso, un plato con sabor intenso. Más tarde, en medio de una cálida charla con el dueño del lugar, nos rendimos a una Copa Goshua con praliné de frutos secos y caramelo.
Una última jornada nos encontró en Café Urquiza. El chef Gonzalo Benavídez ideó un menú muy especial: Espaguetis caseros con panceta y hongos de pino. El toque singular se lo dio la pisca de rayadura de limón espolvoreado sobre los fideos. Y para concluir el recorrido nos llegamos hasta el Restaurante del Club Meridiano V donde fuimos agasajados por el chef Leonardo Zaracho con una serie de platos degustación especiales (empanadas de carne, merluza negra con puré de trufas negras, Sorrentinos rellenos de calabaza y muzza, Raviolón de masa de remolacha y espinaca relleno con carne braseada) previa presentación del menú promocional. Tras un festín de aromas y sabores, llegaron los Tallarines caseros con huevo de campo, salsa de tomate, salchicha parrillera y albahaca. Un banquete fenomenal que culminó con un postre tradicional: flan casero con crema y dulce de leche.
“El espíritu de esta iniciativa es que los restaurantes se vuelvan visibles” dice Manuel Dominguez, uno de los organizadores del evento. “Esto sería como un llamador, para que la gente que nunca vino nos conozca”, agregó Dominguez quien anticipó que éste es el principio de una serie de propuestas que harán crecer la movida gastronómica de la ciudad.
Más allá de los puntos y las valoraciones que dejarán las fichas del concurso y que dará por ganador a alguno de estos manjares que degustamos, los amantes de la buena mesa podemos dar fé que la gastronomía platense mantiene la vara alta, aún en platos tan simples como los espaguetis. Después de todo, la creatividad en las brasas no tiene límites.
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